Según informa su publicista, el actor Anton Yelchin ha muerto a los 27 años de edad por culpa de un terrible accidente de tráfico. El actor, cuya fama se multiplicó a raíz de su papel como Pavel Chejov en las nuevas películas de Star Trek, ha fallecido este mismo domingo, hecho que ha truncado la vida y carrera de un actor que apenas comenzaba a eclosionar.
Aunque se ha hecho pupular entre el gran público por la citada saga Star Trek (su tercera película, Star Trek: Mas allá, será estrenada en unas semanas), su carrera comenzó en el circuito indie, para más tarde participar en proyectos como Terminator Salvation (él era el joven Kyle Reese) o en la reciente Green Room. De cara al futuro, estaba preparando el film Mr. Mercedes (basado en la obra de Stephen King) e iba a prestar su voz en la serie Trollhunters de Netflix.
Por supuesto, todo fallecimiento es triste, pero este caso resulta particularmente doloroso por la juventud y proyección de un actor que apenas comenzaba a despertar al estrellato. La muerte de Anton Yelchin se une a la de otros artistas que nos han dejado en 2016, como Alan Rickman, David Bowie o Prince. Descanse en paz.
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