El nivel "Nada de ruso" de Call of Duty Modern Warfare 2 (desarrollado por Infinity Ward para PS3, Xbox 360 y PC) se mantiene como uno de los momentos pivotales de la saga. En este escenario, al comienzo del FPS, teníamos que recorrer las instalaciones del aeropuerto de Moscú, como agentes infiltrados en una célula terrorista liderada por Makarov. Podíamos optar por no apretar el gatillo, pero también teníamos la posibilidad de disparar a decenas de civiles que se encontraban en el aeropuerto durante este atentado. Eran imágenes que podían herir la sensibilidad de los jugadores, hasta tal punto que el juego nos daba la oportunidad de saltar el nivel y continuar con el desarrollo "convencional".
Después de la polémica que suscitó "Nada de ruso", ha habido otros escenarios de la saga Call of Duty que también han puesto a prueba nuestro estómago, como el atentado en las calles de Londres en Call of Duty Modern Warfare 3, sin embargo, su impacto fue menor. Este año, Infinity Ward y Activision unen fuerzas para brindarnos el regreso de la saga; una reimaginación que contará con alguno de los personajes originales, encabezados por el capitán John Price, pero en un nuevo conflicto, que transcurre en el mundo actual.
El realismo y la crudeza de la guerra son alguno de los elementos claves que se han querido plasmar en Call of Duty Modern Warfare. Por eso, además de contar la historia de los soldados de las fuerzas especiales (la Joint Task Force con tropas de los Estados Unidos y SAS británicos) se ha introducido una segunda línea argumental protagonizada por civiles afganos que lideran una revolución. Cuando nos mostraron por primera vez el juego, en las oficinas de Infinity Ward en Los Ángeles, ya os hablamos del nivel más duro de Call of Duty Modern Warfare, pero parece que las cosas no terminan ahí.
En una entrevista concedida al medio Gameinformer, los principales diseñadores de la campaña, Taylor Kurosaki y Jacob Minkoff se han referido a todos aquellos que les preguntan por "Nada de ruso". Según Minkoff "hay tantos momentos como ése en este punto del juego que la gente ya ha dejado de preguntarnos" según el director narrativo del estudio, Kurosaki "la respuesta es todo el juego. Podría hacer una lista de ocho puntos diferentes que se podrían convertir en el nuevo Nada de ruso, quién sabe cuál será".
Nosotros hemos presenciado uno de estos momentos. Ya hemos anticipado que el juego mostará las consecuencias de la guerra sobre la población civil, y que el efecto de los disparos es bastante real, pero eso no es nada comparado con lo que hemos visto en el juego. Aunque está tratado de un modo respetuoso os advertimos que no es apto para todo tipo de jugadores (no sabemos si se podrán saltar estos niveles). En este caso, el jugador -con la versión de PS4 y jugado en directo- encarnaba a Farah. Se trataba de un "flashback" en que la protagonista era todavía una niña, y comenzaba con la horrible visión de nuestra madre muerta, enterrada entre los cascotes que habían quedado tras un bombardeo de los soviéticos en Afganistán.
Impresiones multijugador y gameplay exclusivo de Call of Duty Modern Warfare
Vaya por delante que esta primera parte es bastante narrativa, y que las acciones se limitaban a retirar piedras o pedir auxilio, hasta que un grupo de "cascos blancos" nos libera, y nuestro padre nos oculta en casa, junto a nuestro hermano pequeño Hadir. Y entonces es cuando nos quedamos helados: un soldado entra en la casa y acaba con el padre de Farah, pese a sus súplicas. Y ahí las mecánicas se transforman.
Farah debe ocultarse del soldado, rodearlo y apuñalarlo con un destornillador en repetidas ocasiones. Es una secuencia sobrecogedora; entendemos la rabia de la niña y su instinto de supervivencia, y a la vez es un momento extremadamente violento, y que causará rechazo a algunos usuarios. No vamos a "destripar" el final de este enfrentamiento. Pero el resto del nivel alternaba secuencias de sigilo (por la ciudad y después por un campo de adormidera) con algunos enfrentamientos. Es un ejercicio de Call of Duty Modern Warfare por llevar la narrativa más adelante, por "importar" a los jugadores mucho más que los niveles tradicionales, que parecían un campo de tiro
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