La huelga por los despidos de Raven Software se expande a otros equipos de Activision Blizzard

Continúan las protestas en Raven Software, el estudio desarrollador de Call of Duty Warzone, con motivo de los despidos en el departamento de Control de Calidad, que se reducía en un 30%.

Doce empleados terminarán inesperadamente sus contratos en enero 2022, después de haberles sido prometidos aumentos de sueldo (razón por la que no recibieron los aumentos que le hubieran correspondido a principios de año) y haber sido recolocados recientemente en una nueva oficina.

Ayer vimos que todo el departamento de QA (Quality Assurance) de Raven Software se puso en huelga, exigiendo que se ofrecieran a todos los miembros del departamento un contrato a tiempo completo, incluyendo aquellos cuyos contratos serían terminados en enero.

Hoy, segundo día de huelga, se les han unido miembros de los equipos de Control de Calidad de las oficinas de Activision Blizzard en Texas, Minnesota y California, incluyendo el campus de Blizzard en Irvine. A ellos se les ha sumado también todo el equipo de QA de Treyarch, otro estudio clave de Call of Duty.

El grupo A Better Activision Blizzard King, fundado este año como respuesta a los escándalos de acoso sexual destapados este año, organiza esta acción colectiva en redes sociales con el hashtag #WeAreRaven.

En un comunicado emitido por Activision Blizzard, explicaron que estos despidos se deben a una reestructuración en la empresa en la que unos 500 empleados temporales pasan a tener contratos fijos. "Desafortunadamente, como parte de este cambio, hemos notificado a 20 trabajadores temporales en varios estudios que sus contratos no serán extendidos".

Si una huelga general en el departamento de control de calidad de un juego como Warzone se prolongara, podría comprometer seriamente a un juego con millones de usuarios diarios, y que además está a punto de recibir su actualización más significativa hasta la fecha, con el lanzamiento del mapa Caldera.

Raven forma parte de Activision Blizzard desde 1997 como estudio de apoyo en la saga Call of Duty, pero el éxito del battle royale ha impulsado al estudio, que duplicó su tamaño en un solo año.

Esta es la segunda vez que menos de un mes que los empleados de Activision Blizzard han organizado acciones colectivas, a pesar de la ausencia de sindicatos en la industria de los videojuegos en EE UU.