Hasta el mismísimo Neo observa con preocupación el auge de la inteligencia artificial en entornos artísticos y cómo puede afectar al trabajo de muchos talentos.
A punto de lanzar una nueva película de John Wick en un mes escaso, Keanu Reeves es un hombre ocupado con multitud de entrevistas en las que deja declaraciones de lo más curiosas.
No todas tienen que ver con su nuevo trabajo como el implacable asesino o sobre su nueva película de Constantine. Por ejemplo, el impacto de la IA en el entorno artístico ha sido uno de los platos fuertes en su reciente entrevista con Wired.
Keanu Reeves ha abordado un tema que está levantando ampollas en la comunidad artística de todo el mundo. El auge de la IA está poniendo en peligro puestos de trabajo de escritores e ilustradores en compañías que prefieren recurrir a esta tecnología, más barata, a pagar a trabajadores.
El actor no se ha mostrado nada conforme con el uso corporativista que se está empezando a dar a la IA, ya que menosprecia el trabajo del artista y únicamente busca "librarse del escollo que supone".
Keanu Reeves no ve con buenos ojos el auge de la IA artística
El actor de John Wick, y Constantine, no pudo evitar sacar a relucir una anécdota de Matrix, cuando intentaba hablar de su personaje, Neo, con un adolescente.
"Una vez, estaba tratando de explicarle la trama de Matrix a un chico de 15 años, y que el personaje que interpreté luchaba por lo que era real. Y este joven dijo: '¿A quién le importa si es real?'".
Keanu Reeves extrapola la situación al trabajo real que hay tras la creación de una ilustración o de un escrito, y el nulo trabajo —obviando el desarrollo de la IA, claro—, que hay en las creaciones de una inteligencia artificial.
El actor se une a otros ilustres nombres del mundo artístico como Hayao Miyazaki (Miyazaki Hayao), cofundador de Studio Ghibli y director de algunas de las películas de anime más bellas de la historia.
Tanto Keanu Reeves como Hayao Miyazaki han enfatizado en la falta de perspectiva que tienen las creaciones de una IA, así como la ausencia total de emociones que un artista humano transmite a sus obras.
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