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Martin Scorsese se plantó cuando el estudio quiso cambiar una de sus mejores películas: "Ya no puedo trabajar aquí"

Infiltrados

Cuando Warner sugirió cambiar el final de Infiltrados, Scorsese marcó la línea que no estaba dispuesto a cruzar.

A estas alturas de la vida, seguramente tengas muy claro que a Martin Scorsese no le atrae el cine comercial y, concretamente, las franquicias. El director lleva años siendo muy crítico con las grandes sagas cinematográficas en general y con el Universo Cinematográfico de Marvel en particular.

Pero esa animadversión no es algo reciente: el director lleva cultivándola décadas. Buena prueba de ello es el enfado que tuvo en la década de 2000 cuando estaba listo para estrenar una de sus mejores películas: Infiltrados.

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El thriller criminal de 2006 supuso el gran regreso a Hollywood del cineasta después de plantearse dejar la dirección tras rodar Gangs of New York y El aviador. Además, le valió su único Óscar como Mejor Director, aunque ha estado nominado en varias ocasiones.

Matt Damon y Leonardo DiCaprio intercambian roles como un mafioso de Boston que se infiltra en la policía y un joven agente encubierto que trata de ascender en la organización criminal, respectivamente.

Los acompañaron talentos como Jack Nicholson, Mark Wahlberg, Vera Farmiga, Alec Baldwin, Martin Sheen, Ray Winstone, Kevin Corrigan o James Badge Dale.

El plantón de Martin Scorsese a Warner

El caso es que, con la película ya terminada y sometiéndose a visionados de prueba, era la hora de comprobar si al público le gustaría Infiltrados. La audiencia de prueba quedó encantada con las proyecciones, pero en Warner Bros. Pictures no, tal y como relató el propio Martin Scorsese en su entrevista con GQ.

"Lo que querían era una franquicia. No se trataba de una cuestión moral de una persona que vive o muere. Decían estar muy tristes porque simplemente no querían ese final para la película. Querían una franquicia. Lo que significa que ya no podía trabajar aquí".

Warner quería que uno de los dos protagonistas viviese al final, algo que, en la mente de Scorsese, apuntaba a cualquier suerte de continuación. De hecho, Infiltrados es la última película que dirigió para Warner. Desde Shutter Island, su nombre ha estado asociado con Paramount, que también será responsable de Los asesinos de la luna. 

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