Scott Rohde, vicepresidente de Sony Worldwide Studios, explica así el formato propietario de las tarjetas de memoria de PS Vita, por contra del estandarizado puerto para tarjetas de PlayStation Portable:
"Hacer de PS Vita un dispositivo inquebrantable fue el
primero de los objetivos que nos planteamos. Necesitábamos una
máquina capaz de combatir la piratería desde el día uno, por eso
sus tarjetas de memoria recurren a un formato propietario."
"Sé que algunos sienten rechazo hacia nuestra política de formatos
exclusivos, pero debíamos garantizar que nadie piratearía estos
juegos. Cada cartucho incluye su propio sistema anticopia, lo que
esperamos nos proteja durante mucho tiempo."
La preocupación de Sony para con la piratería no es de
extrañar, siendo uno de los motivos por los que PSP fracasó en
Occidente. No olvidemos tampoco la persecución de la compañía
contra GeoHot, hacker que consiguiese exponer PlayStation 3
a las copias ilegales.
Aquella cruzada costó la enemistad de Sony con el colectivo
Anonymous, que respondió atacando sus principales sitios
web, amén de PlayStation Network (Sony Entertainment Network en la
actualidad).
La ofensa resultó en uno de los episodios más traumáticos para la
compañía, cuando 77 millones de usuarios vieron expuestos sus datos
personales (información bancaria incluida).
Solo el tiempo dirá si los ingenieros de Sony han hecho
correctamente su trabajo, desarrollando una consola blindada hasta
decir basta. La experiencia, por desgracia, nos dice todo lo
contrario.
PlayStation Vita se ha puesto a la venta hoy mismo en dos
versiones: WiFi a 249,99€ y 3G a 299,99€. La consola dispone de un
amplio
catálogo inicial de Juegos de PS Vita tanto por la vía física
como por la descargable.