Muchas de los aplausos vividos en los festivales de este año no tienen correspondencia con lo que opina la crítica especializada.
Tradicionalmente, antes del comienzo de la temporada de premios, siempre se ha tomado el pulso a la industria cinematográfica a través de los festivales de cine que se celebran en todo el mundo. Las películas que recibían premios u ovaciones después de ser vistas por críticos de todo el mundo eran las que más opciones tenían a ser galardonadas, pero ¿esto sigue siendo así?
En los últimos meses, con la celebración de festivales como el de Cannes, San Sebastián o Venecia, han sido continuas las noticias que contaban los minutos que duraban las ovaciones tras el visionado de algunas de las películas.
No obstante, aunque siempre se han relacionado los aplausos de los espectadores con el hecho de que les había gustado el espectáculo que habían visto, muchas de estas ovaciones no corresponden con las críticas que se publican después en los diferentes medios de comunicación. Pongamos un ejemplo, Blonde, la película de Netflix protagonizada por Ana de Armas.
Antes de ser estrenada en la plataforma de streaming, la película de Andrew Dominik fue estrenada en el Festival de Venecia y ocupó titulares de todo el mundo por los 14 minutos de ovación que recibió tras el visionado. No obstante, después de esto, la crítica la destrozaba en sus artículos, como se puede comprobar con su 42% de frescura en la web Rotten Tomatoes.
Y es más, después de ser estrenada en Netflix, Blonde generó una gran polémica en redes sociales entre acusaciones de "faltar al respeto a Marilyn Monroe, ser dañina para el feminismo e incluso estar en contra del aborto". Unos pequeños detalles que parece que pasaron inadvertidos para aquellos que estuvieron en Venecia aplaudiendo... ¿o no?
Tal como explica el director de Cannes a la web Indiwire, las ovaciones tras los visionados son casi una reacción natural al hecho de estar en un cine viendo el trabajo de actores y directores. "Lo considero parte de mi trabajo. Presto mucha atención a las proyecciones, cuánto tiempo debo dejar la sala a oscuras, si debo parar los créditos o no, el mejor momento para encender la luz...".
"Cada visionado es una celebración y la participación de la audiencia la hace todavía mejor. Es evidente que la gente quiere participar", asegura Thierry Fremaux que reconoce que tras la pandemia, estas muestras de apoyo son más habituales, "desde el COVID, estar en un cine viendo una gran película con los artistas es un privilegio. Eso explica la reciente generosidad”.
Esta "teoría" podría explicar por qué estas muestras de apoyo se repiten en todos los festivales que han tenido lugar en los últimos dos años, pues sin ir más lejos, en el Festival de Sitges celebrado esta última semana también hubo una gran ovación a Eduardo Casanova y su equipo tras el estreno de su nueva película, La Piedad, que, sin embargo, no se ha llevado ningún premio.
La excepción: Brendan Fraser y The Whale
Como sucede siempre, hay excepciones en estas teorías sobre las ovaciones, que esta vez está representada por la nueva película del director Darren Aronofsky, The Whale. Su ovación fue mucho más corta que la que recibió Blonde, solo duró 6 minutos;sin embargo, la cinta arrasó en los premios que otorga el festival.
Sin ir más lejos, The Whale ganó el premio a Mejor Película Interfilm y Aronofsky se llevó el León de oro a Mejor dirección. Dos galardones que se corresponden con las opiniones de la crítica especializada, tal como se puede ver en el 71% de frescura que tiene en la web de Rotten Tomatoes.
Por otro lado, existe la teoría de que muchas de estas ovaciones no se corresponden a los sentimientos que genera toda la producción en sí, sino a un aspecto en concreto de la misma. Por ejemplo, en Blonde, muchos podrían creer que los 14 minutos de aplausos eran en referencia al gran trabajo que había hecho Ana de Armas en la película, y no a lo que había hecho su director.
Lo mismo que se podría trasladar al visionado de The Whale, pues pese a que Aronofsky fue premiado en el propio festival, muchos de los aplausos fueron dados con cariño hacia el regreso de Brendan Fraser que podría ganar su primer Oscar este año con un papel por el que tuvo que llevar una prótesis que pesaba más de 130 kilos.
En conclusión
En relación a la pregunta que titula este artículo, "¿Son significativas las ovaciones en los festivales de cine?", la conclusión podría ser que no, ya que como hemos desgranado en este artículo puede ser, o no, que la película en cuestión haya gustado a la crítica especializada.
Aunque ahora se ha puesto de moda las noticias sobre "los minutos que dura una ovación", cada vez son más los periodistas que consideran que no se deberían hacer, pues estos aplausos pueden ser solo una forma de celebrar el hecho de que el cine ha vuelto después de dos duros años de pandemia.
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