Aún nos estamos recuperando de la conmoción tras el anuncio de DualSense, el mando oficial de PlayStation 5, que Sony reveló hace unas semanas sin previo aviso. Y es que Sony siempre ha sido una compañía continuista, en el sentido de la identidad de marca: sus consolas de sobremesa siempre han ido numeradas, y aunque los cambios tecnológicos son evidentes, los diseños del hardware han seguido una línea estética con poco margen de cambios.
Todo eso ha cambiado con el DualSense, un mando que aunque recoge lo sembrado por el DualShock 4, despunta por su prominente color blanco, inédito en la marca, y presenta un cuerpo uniforme que recuerda a los de Xbox, abandonando las "piezas" que parecían tener los anteriores.
Por eso, es un buen momento para echar la vista atrás y recordar cómo ha evolucionado el mando de PlayStation desde sus orígenes, hace más de 25 años.
PS1
Seguro que muchos sienten escalofríos de nostalgia al ver este mando, que tuvimos por primera vez en nuestras manos en 1995 (y un año antes en Japón). Si hoy día no sorprende tanto, es precisamente por lo adelantado a los tiempos que estaba su diseño. Para verlo en perspectiva, hay que compararlo con los mandos de sus principales competidoras por entonces: la Super Nintendo y la MegaDrive.
El de la consola de Nintendo es el que más atinado estaba: introdujo la norma de los cuatro botones frontales simétricos y los botones L y R, hoy día un estándar imprescindible en cualquier diseño de mando.
El de SEGA era similar, aunque la idea de sus seis (o tres) botones frontales no cuajó, y fue abandonado por la propia compañía en su última consola, Dreamcast.
Ahora veamos el de PlayStation. Sin duda, el cambio más evidente fue la incorporación de los dos agarres, que mejoraron enormemente la ergonomía del mismo. Sin duda, una de las mayores innovaciones de hardware en cuanto a comodidad y calidad de vida: el mando se ajustaba a nuestras manos y descansaba sobre nuestras palmas, favoreciendo el uso continuado de la consola. A ningún fabricante posterior se le ocurrió diseñar un mando que no tuviera agarres.
También llama la atención dos señas de identidad de la consola: su cruceta en forma de botones separados (que, te guste o no, se ha mantenido en todos los modelos posteriores) y sus botones frontales con símbolos. El origen de esta simbología era que resultara más intuitivo al jugador: Círculo representa Sí, X representa No, Triángulo el punto de vista (la dirección) y Cuadrado una hoja de papel (para abrir los menús). Lo cierto es que no se entendieron así, al menos en occidente, donde el estándar es X para aceptar y O para cancelar.
Historia de los mandos de PlayStation
Sin embargo, la mayor innovación no llegó hasta su revisión: el DualShock. Este rediseño del mando se lanzó en Japón en 1997, y se impuso por sus dos gatillos analógicos. Es cierto que no fue el primero: unos meses antes de lanzó el DualAnalog, pero fue rápidamente sustituido por el DualShock, que incluía también un motor de vibración.
Por esta época, la principal competencia de Sony (aunque con mucho margen) era la Nintendo 64. A este se le atribuye tener el primer stick de control, crucial para los nuevos juegos en 3D que poblaron las consolas de 32 y 64 bits. Aunque no es cierto (NEO GEO CD ya tenía un stick muy parecido a los actuales en 1994) sí fue el primer contacto para la mayoría con un stick de control.
Sin embargo, el diseño que escogió Sony para el Dualshock, más bajito y rechoncho, y a la larga, mucho más cómodo, fue el que se impuso en todas las consolas posteriores, de cualquier compañía.
PS2
Con más de 100 millones de unidades vendidas, y barriendo a toda la competencia, estaba claro que PlayStation es sinónimo de éxito. Por eso, su sucesora no cambió un ápice del diseño del mando que tanto había conquistado a los jugadores... excepto una cosa: el color.
El DualShock 2 (y la propia carcasa de la consola) apostaron por un negro muy elegante que ya se ha convertido en la identidad de marca de la consola. Eso sí, el mando no era exactamente igual, pues los botones frontales pasaron a ser analógicos, lo que significa que detectan la presión que ejerzamos en ellos.
PS3
PS3 mantuvo la "línea gráfica" de PS2 sin apenas cambios externos, aunque debutó el botón PS para poder navegar por los menús de la consola, que por primera vez se abría al mundo de Internet y sus opciones multimedia.
Otros cambios invisibles fueron aumentar la profundidad de los gatillos L2 y R2, incorporar bluetooth y batería, y también sensor de movimientos. De hecho, ese era el principal foco de atracción del primer mando, conocido como Sixasis.
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Al final, el giroscopio apenas se usó, y lo que sí se echó en falta fue la vibración, ausente por una disputa legal con la compañía que fabrica esa tecnología, Immersion. Finalmente, Sony ganó la querella, y en 2007 lanzó el DualShock 3, idéntico al sixasis pero con vibración.
También merece la pena recordar los mandos de PS Move en 2010, un sucedáneo de Wii con poco éxito... pero que vinieron de perlas unos años después para PS VR.
Al menos, el terrorífico "mando-boomerang" que se presentó en los primeros eventos de la consola. ¿Imagináis cómo habría cambiado la historia si este mando hubiera salido?
PS4
Por fin, tras casi 20 años manteniendo el mismo diseño, Sony se atrevió con algunos cambios importantes (tampoco radicales) en el DualShock de 2013. Se aumentó el tamaño, se cambiaron los gatillos para que estén curvados hacia arriba, introdujeron los botones Options y Share en lugar de los clásicos Start y Select y se añadió entrada jack para auriculares.
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Pero sin duda, son su panel central táctil y su luz LED lo que más llamó la atención... con resultados diversos. El panel táctil, no muy diferente a un panel de un portátil, acabó actuando como un botón extra, olvidándose las posibilidades creativas que aportaba. Y la luz acabó, como el altavoz, como una curiosidad que molestó a muchos jugadores. Sin embargo, resultó crucial para el posterior PS VR, pues permite al sensor detectar la posición del mando.
PS5
Y así llegamos al futuro. DualSense es el mando más revolucionario de todos los saltos generacionales de PlayStation. Sorprende por su diseño exterior, sus colores y su barra LED, que ahora rodea el panel táctil. También se ha añadido un botón nuevo, Create, en lugar de Share.
Pero es su interior lo que más dará que hablar, gracias a los gatillos adaptativos y los sensores hápticos (que ya te hemos contado cómo funcionará en PS5 y Xbox Series X). Además se rumorean un montón de nuevas posibilidades como la opción de sentir incluso la lluvia en nuestras manos o un sensor de huellas para iniciar sesión de forma segura , todo destinado a crear una mayo tensión en los juegos. Estamos deseando experimentarlo en nuestras manos.
Por cierto, ¿os habéis fijado que el botón PS ya no es redondo, sino que tiene la forma del logo de PlayStation?
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