Quizá no os suene Cartoon Saloon, pero es un estudio que os invitamos a descubrir. Es fácil que si pensamos en películas de animación, las obras de Disney o Pixar sean de los primeros títulos que nos vienen a la mente. También tenemos algunos de los títulos que nos ha dejado Dreamworks y...por supuestísimo la larga, larguísima lista de impresionantes estudios de animación japoneses que llevan décadas dándonos todo tipo de series y películas, ya que nadie puede negar que Japón sigue siendo uno de los imperios de la animación al contar con genios como Hayao Miyazaki o Hideaki Anno.
Pero eso sí, aunque los grandes pilares animados parecen quedarnos muy lejos, en Europa también se produce animación de calidad. En la pasada temporada de premios, The SPA Studios hizo historia con La leyenda de Klaus al arrasar en un buen número de festivales y quedarse a las puertas de el Oscar a Mejor película de animación. Este año, Wolfwalkers parece estar llevando una trayectoria muy similar, ya que desde antes de su estreno Cartoon Saloon viene acumulando una larga lista de estatuillas en festivales de todo el mundo.
Precisamente hoy queremos hablaros de Cartoon Saloon, un estudio irlandés asentado en Kilkenny que ha conseguido labrarse un nombre entre los titanes del mundo de la animación gracias a sus películas.
El estudio comenzó su andadura con pequeñas producciones allá por 1999, realizando varios cortos, anuncios y series de televisión. Sin embargo, su primer gran bombazo llegó con El secreto del libro de Kells, una película dirigida por co-fundador del estudio Tomm Moore y Nora Twomey de la que ya os habíamos hablado anteriormente. Con esta cinta de animación, sus creadores le dieron un nuevo giro a la historia tras el famoso Libro de Kells, uno de los manuscritos más preciados de la Edad Media y una pieza clave de la historia del arte irlandesa.
En un momento en el que parece que la animación CGI ha fagocitado por completo a la animación tradicional en 2D, Cartoon Saloon consiguió imponerse con esta película, en la que mezclaba su particular diseño estilizado con muchísimos elementos del arte irlandés, y narrando una historia preciosa inspirada por los mitos celtas.
A pesar del éxito de este primer largometraje, los irlandeses de Cartoon Saloon decidieron dejar de lado posibles ofertas de estudios más grandes para poderse mantener como una productora independiente y contar las historias que ellos quisieran aunque resulte más difícil medirse en la taquilla contra los grandes colosos del mundo de la animación. Cartoon Saloon es un estudio relativamente pequeño, pero que se ha tomado su tiempo para desarrollar cada película con un mimo y un cariño palpable.
Después de El libro de Kells, llegó La canción del mar, otra preciosidad inspirada en la mitología irlandesa, y El pan de la guerra, una adaptación animada del libro del mismo nombre sobre Parvana, una chica afgana que durante el gobierno de los talibanes debe hacerse pasar por un chico para así sostener a su familia. Durante la pasada década, el estudio irlandés ha conseguido ganar cada vez más fama y la admiración de la industria al desarrollar este peculiar estilo visual y mantener vivas la animación tradicional.
Como os decíamos, Cartoon Saloon se toma su tiempo para los largometrajes de animación, especialmente ya que también tienen un frente abierto en publicidad y series infantiles para poder financiar sus grandes proyectos... Y entonces llegó Apple.
Mientras Disney+, Apple TV+, HBO Max y otras tantas plataformas de streaming calentaban motores, todas andaban buscando sus títulos exclusivos para ponernos los dientes largos con el catálogo, y desde Apple decidieron fijarse en Wolfwalkers, el nuevo proyecto que se andaba cociendo en Kilkenny. La asociación con Apple ha supuesto una inyección gordísima para el estudio, que ya cuenta con 300 empleados y prepara una nueva película... Y es que su último estreno se ha convertido en la joya de la corona para el estudio.
La película de animación no solo ha vuelto a enamorar a la crítica (ya que cuenta con un 99% en Rotten Tomatoes), sino que también lleva un buen número de premios ganados en festivales de todo el mundo y está funcionando de maravilla dentro del catálogo de streaming, sonando como una de las candidatas a Mejor película de animación en la próxima ceremonia de los Oscar.
Y es que aunque ha sido una carrera de fondo, la fórmula de Cartoon Saloon parece estar calando. El estudio de animación irlandés ha conseguido desarrollar su estilo propio a la hora de contarnos cuentos, mezclando su propio apartado visual con los elementos necesarios de cada cultura o momento histórico al que nos transporta con sus historias y haciéndonos sentir como que estamos dentro de un cuento.
La vida no termina con Wolfwalkers, y de hecho el estudio ya está inmerso de lleno en la producción de My Father's Dragon, una adaptación animada del libro del mismo nombre que llegará a Netflix este mismo año. Y vosotros, ¿conocíais ya las preciosas películas de Cartoon Saloon?
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