A tan solo un mes para su lanzamiento, hemos vuelto a jugar a Devil May Cry 5, el esperado regreso para PS4, Xbox One y PC de una de las sagas más emblemáticas del género hack'n slash machacademónico. Para presentar esta sesión de preview, probablemente la última antes del estreno, Kock Media (editora del juego en España) invitó a las dos caras más visibles del proyecto: el productor Matthew Walker y el director Hideaki Itsuno. La pareja se ha mostrado sorprendentemente cercana y abierta con la comunidad desde el anuncio durante el pasado E3 2018, algo que demostraron también en esta demostración, bromeando e incluso chapurreando algo de español para invitarnos a jugar y disfrutar de su obra.
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Hasta ahora, sólo habíamos podido jugar a Devil May Cry 5 utilizando a Nero, el joven cazador de demonios que fue presentado en Devil May Cry 4, en una demo muy parecida a la que estuvo disponible en exclusiva para Xbox One (hoy se lanza una nueva demostración multiplataforma para PS4, Xbox One y PC). En esta ocasión, sin embargo, hemos tenido acceso al juego desde el inicio y hasta la misión 11, lo que quiere decir que además de con Nero, también hemos podido jugar con Dante, protagonista original de la saga, y V, el misterio nuevo personaje. También hemos comprobado cómo funcionan algunos aspectos, como la progresión de los personajes o el sistema cameo, el modo cooperativo de Devil May Cry 5. A continuación podéis ver cerca de 15 minutos de gameplay capturados durante la sesión.
Devil May Cry, Baby
El gameplay con Nero es muy similar al de Devil May Cry 4, pero refinado al extremo: el joven empieza prácticamente sin habilidades más allá del combo básico con la espada Red Queen y los cañonazos de la pistola Blue Rose, pero podemos comprar las mismas habilidades que teníamos en la cuarta entrega para aumentar el repertorio considerablemente (más alguna nueva). Para hacerlo, debemos usar las cabinas de teléfono que encontraremos en algunos niveles, lo que sirve para que Nico acuda hasta el lugar con su furgoneta.
Aunque la posibilidad de adquirir gemas rojas (la moneda del universo Devil May Cry) con dinero real hizo que muchos se alzarán en armas, hay que decir que el ritmo al que se adquieren jugando es considerable... Puede que incluso demasiado. La cantidad de habilidades que podíamos adquirir entre visita y visita a la furgoneta era muy superior a lo que se ha visto en anteriores Devil May Cry. Si este ritmo se mantiene en el juego final, esta polémica caerá en el olvido tan pronto como llegó.
Hay que destacar al personaje de Nico, nos ha parecido fantástica. Al contrario que el resto de personajes no tiene ningún poder demoníaco o habilidad sobrenatural, pero su habilidad como mecánica es tan afilada y directa como su lengua: no tiene ningún inconveniente en recordarle Nero (y cualquiera de los otros personajes, incluido V) lo paquete que es, dejándolo por los suelos. En todas su intervenciones consigue acaparar los focos sin demasiados problemas.
Volviendo de nuevo a Nero y su gameplay, la gran novedad está en los laureados Devil Breakers. Y alteran la jugabilidad mucho más de lo que aparenta a simple vista: para empezar, cada brazo tiene varias habilidades únicas. Gerbera, por ejemplo, nos permite usar un utilísimo movimiento de esquiva, pero también disparar rayos, mientras que Overture nos da acceso a un ataque eléctrico que hace las veces de movimiento de parry. Al mantener pulsado el botón asociado, realizamos el ataque final del Devil Breaker que tenemos equipado... Destruyendo el brazo por el camino.
Y aquí entra en juego la principal particularidad de los Devil Breakers en Devil May Cry 5: son limitados y no se puede alternar entre ellos, al menos no de una forma tradicional. Para cambiar de Devil Breaker, podemos usar el mentado ataque final o el movimiento breakaway (con L1/LB), una explosión perfecta para salir de situaciones embarazosas. Esto hace que pasemos al siguiente Devil Breaker del equipo (que también tiene un espacio limitado, pero ampliable)... Si es que tenemos alguno. De esta forma, jugando con Nero es muy importante saber qué brazo llevamos en cada momento, valorar si merece la pena usar un ataque final y saber cuál va a ser el siguiente.
La cosa no acaba ahí, y es que cada Devil Breaker tiene sus particularidades. Probablemente la más destacable sea la de Punch Line, un brazo cohete que Nero puede usar como si de un monopatín aéreo se tratase. Y Nico puede mejorarlos (si pagamos primero), ampliando aún más sus posibilidades. En esencia, cada Devil Breaker supone un estilo de juego único, y la principal diferenciación de Nero frente a Dante y V.
En cuanto a Dante, regresan los cuatro estilos de combate (Trickster, Swordmaster, Gunslinger y Royalguard), que como los Devil Breakers suponen distintos estilos de juego, pero llevados al extremo por la posibilidad de alternar entre ellos al vuelo, incluso en mitad de un combo. Dante es quizás el personaje que menos ha cambiado respecto a su aparición de Devil May Cry 4, aunque eso no es malo, más bien al revés: poder alternar entre estilos y armas de forma instantánea lo hace terriblemente versátil, pero también complejo. Es sin duda el personaje más complicado de manejar en Devil May Cry 5, y muy pocos serán capaces de llegar siquiera a dominarlo. Todos los estilos han recibido pequeños ajustes para hacerlos más equilibrados y asequibles; por ejemplo, ahora es mucho más sencillo bloquear y realizar contraataques con Royalguard, pero usarlo consume la barra del indicador Devil Trigger.
Pero eso no significa que Dante no cuente con novedades; los cambios llegan de la mano de las nuevas armas que introduce Devil May Cry 5. En esta demo, el veterano cazador de demonios llevaba equipadas su espada Rebellion, las pistolas Ebony & Ivory, la escopeta Coyote y un set de guanteletes y botas conocido como Balrog. Esta última es completamente nueva, y se caracteriza porque tiene dos modos distintos: uno pensado para golpear con los puños y otra para pegar patadas (y realizar movimientos de capoeira). Además, al encadenar ataques, Balrog hace honor a su nombre y entra en ignición, provocando más daño de lo normal (mención especial a la forma en que se "apaga": a través de un anunciante que pronuncia la cuenta atrás). Y aunque aquí no estaba disponible, nos morimos de ganas de probar la(s) moto-sierras-dobles de Dante, Cavaliere.
En tercer lugar tenemos a V, que es una novedad en todos los sentidos. Sobre su trasfondo poco podemos decir: es tan misterioso como aparenta y, al menos durante estas primeras horas, es difícil saber sus verdaderas intenciones. Pero como en el caso de Nico, ha resultado ser también toda una sorpresa, gracias a su carácter enigmático y a su afición por hablar en verso, algo que contrarresta con la personalidad de Griffon, el cómico "pajarraco" que le acompaña. En realidad, a V le acompañan tres criaturas, todas inspiradas en enemigos clásicos del primer Devil May Cry: el mentado Griffon, la pantera Shadow y el gólem Nightmare.
Y aquí es donde más destaca V: su estilo de juego es completamente nuevo, y radicalmente distinto al de Nero y Dante. V parece ser víctima de algún tipo de enfermedad, lo que hace que sea muy débil físicamente. Así que deja que sean las tres criaturas las que hagan todo el trabajo sucio. Shadow se encarga de los ataques cuerpo a cuerpo, Griffon a distancia y Nightmare ocupa el lugar del Devil Trigger (que con el cambio de color de pelo parece un homenaje al DmC de Ninja Theory) pero al ser "entidades" la cosa cambia por completo. Su control no es exactamente "directo", sino que cada pulsación es casi como una orden, aunque tenemos distintas habilidades y sigue siendo posible realizar combos como con el resto de personajes. Estos demonios no pueden acabar con los enemigos, y es el propio V quien debe acercarse (o teletransportarse) para dar el golpe de gracia con su bastón. Este movimiento es muy, muy satisfactorio de llevar a cabo.
Mientras las criaturas atacan seguimos teniendo control sobre V, así que es como estar manejando a varios personajes al mismo tiempo, y da pie a situaciones bastante curiosas, como poder permanecer alejados de la batalla mientras los demonios despachan a los ídem, o utilizar la burla sin miedo (las burlas de V, por cierto, son tronchantes). Pero esto también significa que debemos controlar dos frentes en lugar de uno: hay que vigilar a nuestros demonios, pues también tienen una barra de salud y si reciben muchos golpes no estarán disponibles durante un tiempo, dejándonos bastante vendidos. Y por supuesto hay que controlar a V, porque a pesar de todo sigue expuesto a los golpes enemigos y en muchas ocasiones tendremos que esquivar ataques y huir del peligro.
Nos ha parecido que, además de ofrecer una jugabilidad fresca dentro de la franquicia Devil May Cry, V es mucho más satisfactorio de controlar de lo que aparenta. Lo único criticable, quizás, es que una vez se le pilla el tranquillo su estilo de juego hace que sea extremadamente fácil acabar con los enemigos y conseguir buenas puntuaciones de estilo.
En esta sesión de preview también hemos podido comprobar cómo funciona el sistema cameo, una de las grandes novedades de Devil May Cry 5... Aunque no llegamos jugar con otros jugadores. En muchas misiones podíamos ver a un segundo personaje en la lejanía, combatiendo y siguiendo un camino distinto al nuestro. Pero no se trataba de un simple elemento de fondo, sino de otra misión distinta a la que llegaríamos más tarde. Resulta bastante curioso el momento en el que llegamos a ese punto y lo contemplamos todo desde los ojos del segundo personaje.
Pero también hay misiones en las que coinciden dos o incluso los tres protagonistas: en estos casos, al inicio, se nos da la posibilidad de elegir a quién queremos controlar, encargándose la IA (u otro jugador conectado a través de Internet) de manejar a los acompañantes. Disputar combates en compañía cambia bastante la jugabilidad, y poder encadenar ataques con los de los otros personajes es muy espectacular, y seguro que va a dar mucho juego dentro de la comunidad (los vídeos de combos cooperativos pueden ser una auténtica locura).
En último lugar no podemos irnos sin destacar el apartado gráfico, que es absolutamente demencial. Si os ha sorprendido lo que Capcom ha logrado con el remake de Resident Evil 2, preparaos para quedaros ojipláticos. Hemos jugado a Devil May Cry 5 en una Xbox One X para desarrolladores y nos ha parecido alucinante el nivel que alcanza en todos los aspectos, pero sobre todo en lo relacionado con los modelos de los personajes y sus animaciones (las faciales juegan, directamente, en otra liga). La guinda al pastel la ponen las secuencias cinemáticas, con ese toque a medio camino entre lo absurdo y lo "cool" que tanto caracteriza a la saga Devil May Cry. La secuencia inicial, a cámara lenta y con los créditos del equipo, es ya historia de los videojuegos. Devil May Cry 5 llegará a PS4, Xbox One y PC el próximo 8 de marzo.
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