Por fin hemos jugado la versión final de Astral Chain, el próximo juego exclusivo de Nintendo Switch que llegará el próximo 30 de agosto a nuestra consola. Se trata de un desarrollo de PlatinumGames, que en este momento también se encuentran trabajando Bayonetta 3, que ha corrido a cargo de Takahashi Taura (el creador de Nier Automata). ¿Y eso qué significa?
Pues que Astral Chain es un juego muy personal, atípico en muchos sentidos, y que incorpora elementos de rol y de investigación a los combates, por los que el estudio es conocido. Pero ante de profundizar en sus mecánicas, será mejor ponernos en situación. Astral Chain se desarrolla en un futuro lejano, en que la humanidad se enfrenta a unas criaturas, que amenazan con provocar nuestra extinción.
Estos monstruos, a los que se ha bautizado como quimera, son invisibles para los civiles. Por eso se necesita un cuerpo de Fuerzas Especiales de la policía que sea capaz de detectarlos y eliminarlos. Y aquí es donde entramos en juego. Creamos a nuestro personajes con un sencillo editor (una vez que hemos escogido el sexo, podemos personalizar el peinado, el tono de piel y los accesorios) y acabamos dando con nuestros huesos en Neuron, la unidad de élite, y los únicos capaces de plantar cara a los invasores.
Cada agente de Neuron esta equipado con armas de combate tanto a distancia como cuerpo a cuerpo, pero lo que marca la diferencia es su habilidad para sincronizarse con las legiones. Gracias a la cadena -que da nombre al juego- podemos someter a estas bestias, y hacer que nos ayuden en combate. Hay 5 legiones diferentes en el juego, cada una con habilidades especiales, pero todas ellas comparten su efectividad luchando contra quimeras.
El juego lo explica perfectamente: luchar con un Legion es como tener un león encadenado. Puede que nos ayude, pero tampoco podemos "abusar" de él, y tenemos que sujetarlo con firmeza. Bien podemos dejarle combatir de forma automática, contra los enemigos que tengamos más cerca, o dirigirle. Y lo mejor de todo es combinar sus habilidades con las de nuestro agente o utilizar la cadena como un arma para inmovilizar a los enemigos o tenderles una trampa cuando se abalancen sobre nosotros.
Es un sistema de combate que requiere un poco de práctica, pero después de un rato, nos ha resultado muy profundo y satisfactorio. Sin embargo, las peleas no son lo único que nos espera en el desarrollo de Astral Chain. Si hemos comenzado este texto hablando de sus creadores, en particular de Taura, es porque vamos a notar su firma en muchos aspectos del juego.
AC no tiene ese ritmo frenético de los Bayonetta -en que cada nivel supera al anterior en ritmo y espectáculo, rizando el rizo de los "hack n´slash"- sino que diferencia claramente las partes del desarrollo. Además de los enfrentamientos, tenemos fases de exploración en nuestro cuartel general, investigación policial en distintos lugares del Arca (el último reducto de la humanidad) y un fuerte componente "rolero" que aumenta a medida que avanzamos.
Efectivamente, nuestra habilidad con los pulgares no servirá de nada si no mejoramos nuestras características, las de nuestras legiones, optimizamos las armas y el equipo, y desbloqueamos nuevos complementos... para sacarle todo el jugo, tendremos que volver sobre los mismos escenarios varias veces y equipar a distintas legiones, que nos darán acceso a zonas exclusivas. Y claro, ir subiendo el nivel de dificultad en cada "vuelta" para sacar el máximo partido.
Pero que los más novatos no se asusten, porque además de la dificultad "Platinum" el juego también nos da la opción de dejar los combates en modo automático, para disfrutar sólo de la historia (que comienza de una forma convencional, pero después tiene su "miga").
En cuanto a las partes de investigación, no os penséis que se limitan al trabajo policial de interrogar testigos y recoger pruebas. A veces también tendremos que utilizar las habilidades de nuestra Legion: podemos aprovechar su invisibilidad para escuchar conversaciones ajenas, o su capacidad de vuelo para llegar a lugares inaccesibles, incluso olfatear rastros con la bestia. Y todo, con la ayuda de la última tecnología en R.A, que en este caso se ha bautizado como IRIS y que nos permite recabar información de cada persona y objeto.
En este primer acercamiento a Astral Chain también tenemos que destacar la dirección artística. Los primeros escenarios son pequeños y parecen bastante "vacíos", pero el estilo visual animado con técnica "toon shading" (en un estilo híbrido entre modelos realistas y animados) le sienta de maravilla, y nos hace olvidarnos de este detalle. La iluminación juega un papel clave en este buen trabajo artístico, así como el diseño de las criaturas (que destaca cuando se trata de gigantescos -y muy numerosos- enemigos finales).
Mención especial para el plano astral, al que volvemos en repetidas ocasiones y que plantea una serie de puzles en su propia construcción, además de disfrutar de un diseño único.
Por otro lado, la cámara no deja de moverse durante las fases de combate, lo que le dota de un ritmo de videoclip que encaja a la perfección con el tipo de juego. Y dicho sea de paso, el apartado sonoro también se mantiene a la altura de un juego tan esperado.
Y aún hay más. No queremos terminar estas impresiones finales sin referirnos al modo multijugador local. En este modo, cada uno de los jugadores puede utilizar un joy-con de la consola para combinar sus habilidades de combate; el primer jugador controlará al miembro de Neuron y su compañero le echará una mano con el Legion. Coordinarse de este modo es difícil al principio, pero multiplica la diversión.
Aún nos queda mucho por descubrir acerca del juego de Platinum Games. Sobre todo cuánto dará de sí el desarrollo, si ofrece la misma profundidad de Nier o si es capaz de mantener el ritmo a lo largo de todo el juego, pero por ahora os adelantamos que estamos muy esperanzados con el exclusivo de Switch, y que nos ha dejado grandes momentos en sus primeras horas.
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