Impresiones y gameplay multijugador de Call of Duty Vanguard: el frenético regreso a la Segunda Guerra Mundial
Ya hemos podido jugar al modo multijugador de Call of Duty Vanguard, la nueva entrega de la popular saga bélica de Activision. La Segunda Guerra Mundial está de vuelta y hemos disfrutado de esta durante algo más de dos horas y media probando modos de juego, mapas, armas y más.
Un nuevo título de una de las franquicias referentes dentro del mundo de los first person shooter está cada día más cerca de los fans. El Día D para Call of Duty Vanguard llegará el 5 de noviembre y desembarcará en las playas de PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One y PC.
Después de haber conocido los primeros y principales detalles que rodearán a esta entrega desarrollada por Sledgehammer Games, ya hemos podido disfrutar de uno de los pilares centrales de Call of Duty Vanguard, su modo multijugador.
Tras impulsar el desarrollo de Call of Duty WWII, la desarrolladora filial de Activision afronta su tercer gran título y un regreso a la Segunda Guerra Mundial cuatro años después. ¿Cómo ha sido esa vuelta al conflicto más importante del siglo XX?
En estas dos horas y media de frenéticas partidas hemos podido observar cambios, mejoras y algunas propuestas que os contamos en estas impresiones. La prueba nos sirvió como aperitivo de cara a la beta pública de Vanguard, por lo que, dentro de unos días, todos podrán ver lo que tiene que ofrecer.
Lo primero que hay que decir es que, al tratarse de una beta, la experiencia multijugador completa de Call of Duty Vanguard ha estado limitada. Hemos jugado con una cuenta de nivel 20, por lo que algunas armas y demás contenido han quedado fuera de nuestro alcance.
Dicho esto, queremos hacer hincapíe en la gran semejanza que guardan los menús multijugador con entregas pasadas y Call of Duty Warzone. El lobby presenta una estructura casi calcada a los juegos más recientes y sus elementos definitorios.
Configuración de clases, rachas de bajas y la posibilidad de acudir al armero para colocar hasta 10 accesorios a nuestras pequeñas máquinas de matar se sienten muy familiares, aunque hay algunos cambios y ajustes.
Las rachas ya no son "scorestreaks" como en Black Ops Cold War o WWII (anterior título de Sledgehammer), por lo que una baja es un punto. Aquí, podemos llegar a encontrar algunas elecciones clásicas como los perros, aviones espía, paquetes de ayuda o bomba planeadora (Predator).
Nuestra particular debilidad ha sido la Máquina Letal, una bestia imparable con munición explosiva capaz de arrasar con todo. Aunque, en total, solo 10 tipos de rachas estaban presentes, un número más reducido que en otras ocasiones, pese a que podrían introducirse más con el paso de las temporadas.
Para aportar algo más de profundidad, también han destacado las ya conocidas Mejoras de Campo, cinco habilidades con recarga temporal que incluían al "pequeño" Goliath, un mini-tanque de control remoto usado por la Wehrmacht, que portaba entre 60 y 100 kg de explosivos.
En lo demás, nada que no haya visto cualquier veterano o veterana de la saga y es que todo se ha mantenido idéntico a la hora de configurar arma principal, con las elecciones típicas, secundaria, equipamiento letal, ventajas...
En lo que respecta a la introducción de elementos destructibles dentro del escenario, la medida no ha tenido un gran peso en la jugabilidad, que sigue siendo la que tanto ha definido a esta saga.
Y es que, a nivel de gunplay, las armas se sienten bien. Nosotros nos hemos centrado en el fusil de asalto SGT44, con un pequeño retroceso y mucha versatilidad para mapas de medias distancias y también en el subfusil M1928, la Thompson de toda la vida.
Tres maneras de ver Call of Duty Vanguard
Lo que sí que se altera es la manera de jugar. El equipo de desarrollo nos presentó las tres formas de sumergirse en Vanguard: Táctico, Estándar y Blitz.
Los principales modos de juego y mapas cambian radicalmente dependiendo de esto. Táctico transmite un gameplay mucho más sosegado, con 6 jugadores por partida, algo que se nota inmediatamente en el peso de la decisiones que tomamos durante esta.
Por otro lado, Blitz reúne hasta 24 jugadores por equipo, causando una vorágine de muerte que resulta apabullante. Es como jugar a Shipment 24/7 en cualquier mapa. En lo que respecta a Estándar, aquí nos encontramos ante la experiencia normal que ya conocemos en la saga.
Patrullando un caótico Pacífico
El primer modo de juego que hemos podido experimentar ha sido Patrulla, un derivado de Punto Caliente, que ha mostrado sus cartas casi al instante. Para probarle hemos viajado a Gavutu, un mapa inspirado en el pequeño islote de mismo nombre ubicado en las Islas Salomón.
El objetivo de cada equipo era tomar una pequeña zona circular que se va desplazando por el mapa. Mientras un miembro del equipo esté presente en el área, este irá sumando puntos. El primer conjunto en alcanzar los 200, ganará.
La particularidad es que el punto nunca se detiene, lo que obliga a atacantes y defensores a ajustar estrategias de manera constante. Siempre se tendrá información de qué equipo tiene la posesión, algo que da ventaja a aquellos que quieren asaltar a los ya asentados en la zona.
El resultado es una experiencia muy interesante y un tanto caótica. Trabajar en equipo sentará las bases de la victoria y las emboscadas y pequeñas escaramuzas aportan frescura al gameplay, aunque el control del respawn era un tanto confuso.
En lo que respecta a Gavutu, su estructura de tres calles clásica contaba con zonas variadas que ofrecían de todo, con un buque estadounidense que permitía contar con la ventaja de la altura, algunos edificios, zona central abierta y una playa con búnkers que añadía enfrentamientos más tácticos.
Hoteles parisinos, estrellas rojas y castillos teutones
Modos clásicos como Baja confirmada o Domino los hemos podido jugar en otros tres mapas, cada uno representativo de varios frentes y localizaciones de la Segunda Guerra Mundial.
El Duelo por equipos de toda la vida nos ha llevado a un mapa realmente vistoso. Hotel Royal, un lujoso edificio situado en París y con la Torre Eiffel de fondo, ha sido un hervidero de balas y explosiones.
El uso de las dos alturas destacaba en una de las alas del mapa, pero la acción desbordante tenía lugar entre los vestíbulos y el bar del hotel, donde las coberturas y los combates a bocajarro eran el pan nuestro de cada partida.
La playlist también nos ha llevado a Stalingrado, en el mapa Red Star. La ciudad que marcó el rumbo de la guerra se ha mostrado bajo un manto blanco de copiosa nive y un gran trabajo de recreación de la arquitectura soviética.
Es por ello, por lo que no hemos podido resistir hacer un homenaje a Liudmila Pavlichenko. La letal tiradora del Ejercito Rojo, en la cual se basa uno de los personajes de la campaña de Call of Duty Vanguard, ha guiado nuestro fusil francotirador Tres Líneas para aprovechar los altos edificios del mapa y los espacios abiertos que lo definían.
Por otra parte, también ascendimos hasta Eagle's Nest, un castillo alemán en lo alto de las montañas, que ahora hace de base para mando nazi con dos pasillos laterales y una zona central muy ratonera. Nos ha recordado ligeramente a Summit, entre otros mapas.
Técnicamente, Call of Duty Vanguard ha dejado con un buen sabor. Los cambios gráficos añadidos por la nueva versión del motor IW Engine hacían muy vistoso el uso de la iluminación, reflejos, efectos meteorológicos, partículas, etc.
Más allá de algunos bugs visuales y sonoros, que esperamos que se resuelvan de cara a su lanzamiento, no hemos experimentado problemas de conexión (crossplay contra usuarios de PC) ni de ningún otro tipo.
Jugado con una PS5, pero a la versión de PS4, no hemos podido experimentar con los añadidos que incorporará el DualSense ni del audio 3D, que ya han sido confirmados. Y hablando de sonido, tenemos que hacer una especial mención a este.
Su utilización conseguía generar una fantástica sensación de inmersión espacial dentro de cada partida, percibiendo los matices de cada enfrentamiento alrededor nuestra y transportándonos a los escenarios al instante.
Como pequeño apunte a destacar, antes de poner el punto y final, no parece que Sledgehammer Games haya buscado poner especial foco en los bandos que batallaron en esta guerra, ya que apenas se aportaba información sobre ellos, más allá de la skin por defecto que llevásemos.
Aunque esto podría deberse a la beta. También hemos echado en falta alguna pequeña escena introductoria antes de la partida, con la que prepararnos para la acción y aportar algo de contexto a la lucha, tal y como hacían otros juegos.
A falta de descubrir las novedades en el modo zombies, Call of Duty Vanguard ya va revelando sus cartas. En lo que respecta a este modo multijugador, la propuesta de esta entrega es sólida y reconocible, aunque quizás poco arriesgada en materia de cambios y añadidos.
En apenas unos días, la beta pública arrancará para los jugadores más interesados en esta nueva entrega, momento ideal con el que empezar a entrar en calor para otra recreación de las grandes batallas de esta guerra.
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