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Impresiones del nuevo Lords of the Fallen, un prometedor soulslike entre dos mundos

Lords of the Fallen

Hemos jugado a Lords of the Fallen, el soulslike desarrollado por Hexworks que llega en 2023 dispuesto a triunfar allí donde su predecesor no lo consiguió. Os contamos qué nos ha parecido en estas primeras impresiones.

Uno de los motivos por los que los soulslike gustan tanto, es que consiguen inspirar a los jugadores a no rendirse; a levantarse tras cada derrota y seguir intentándolo una y otra vez hasta que el jefe muerde el polvo.

Y esa misma filosofía es la que Hexworks, un estudio creado en 2020 con sede en Barcelona y Bucarest, ha aplicado con Lords of the Fallen. Porque seguramente no haga falta que os recordemos que hubo un juego con exactamente el mismo nombre lanzado en 2014 que está considerado como el primer soulslike, es decir, el primer juego que imitó la fórmula de Dark Souls.

Desgraciadamente, su recepción entre crítica y público también fue bastante tibia, pero eso no ha achantado a Hexworks a la hora de desarrollar el nuevo Lords of the Fallen, un soulslike que llega en 2023 y pretende triunfar allí donde no lo consiguió el original. 

Nosotros ya hemos tenido la oportunidad de probarlo y hemos comprobado que tiene ideas tan previsibles... como originales. Os lo contamos en estas impresiones.

Impresiones de Lords of the Fallen (2023), un soulslike entre dos mundos

Lords of the Fallen nos lleva hasta el mismo mundo que el juego original, que vuelve a estar bajo la amenaza del dios demonio Adyr

Nosotros nos ponemos en el papel de un Cruzado Oscuro, campeones que cuentan con una herramienta conocida simplemente como farol o linterna (depende de cómo lo traduzcan) y que permite a su portador viajar entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

La demostración a la que jugamos tenía lugar justo al inicio de la aventura, así que pudimos comprobar que, en efecto, Lords of the Fallen cumple a rajatabla todos los requisitos de la fórmula soulslike.

Lords of the Fallen (2023)

Empezamos creando a nuestro personaje, pudiendo personalizar su apariencia y elegir entre distintas clases que determinan las estadísticas y los objetos iniciales; podemos equipar armas y escudos en los gatillos; el peso del equipo tiene mucha importancia; los ataques consumen resistencia; hay una suerte de hogueras en las que subimos de nivel y... realmente no hace falta que expliquemos más.

Si habéis jugado a cualquier Souls, ya sabéis lo que os espera en Lords of the Fallen. De hecho, diríamos que es el soulslike que menos se preocupa por disimular que se inspira en Dark Souls, lo cual juega en su contra, pues hay muchos aspectos que no están al mismo nivel.

 

Por ejemplo, el feedback de los golpes, la sensación de impacto, es muy mejorable. Y puede que fuese cosa nuestra, pero las hitboxes de las paredes eran un poco exageradas, porque no fue normal la cantidad de veces que nuestras armas quedaron obstruidas por el entorno.

También hay animaciones, como la de carrera, que son un tanto irregulares. Además, en lo artístico no tiene muy claro si quiere ser Dark Souls, Bloodborne, Elden Ring o El Señor de los Anillos, y el resultado es un pastiche al que le falta personalidad.

Lords of the Fallen (2023)

Queríamos quitarnos cuanto antes de encima lo malo para poder empezar a hablar de lo bueno, porque Lords of the Fallen también tiene cosas muy buenas, concretamente todo lo relacionado con el farol y sus mecánicas.

Esta herramienta actúa como una suerte de arma secundaria; si contamos con alguna carga, podemos utilizarla para extraer el alma de un enemigo y a continuación golpearla para dejarlo aturdido y expuesto a un ataque especial muy dañino.

También hay enemigos que gozan de la protección o los beneficios de un parásito que sólo es visible al alumbrarlo con el farol, de manera que antes de lanzarnos de cabeza al ataque, debemos usar la luz para encontrar a la alimaña y derrotarla.

Lords of the Fallen (2023)

Esto es lo básico en combate, pero donde realmente brilla el farol (y nunca mejor dicho) es a la hora de explorar. El mundo de Lords of the Fallen está compuesto por dos planos de existencia: Axiom, el mundo de los vivos, y Umbral, el mundo de los muertos.

Cuando estamos en Axiom, podemos usar el farol para echar un vistazo a Umbral sin necesidad de cruzar; esto es útil porque en el mundo de los muertos hay infinidad de cosas que no podemos ver en el de lo vivos: caminos secretos, plataformas para alcanzar nuevas zonas, tesoros ocultos... o los mencionados parásitos que refuerzan a algunos enemigos.

Si decidimos cruzar a Umbral, tenemos dos formas de hacerlo: la primera es utilizando el propio farol, pero hay que tener en cuenta que se trata de un viaje sólo de ida. Si queremos regresar, debemos hacerlo desde una suerte de ídolos que se encuentran en puntos concretos del escenario.

Lords of the Fallen (2023)

La segunda forma de hacerlo es muriendo; si morimos en Axiom, nuestro personaje resucita en Umbral. Y si muere en Umbral... se acabó la partida. Vamos, que se podría decir que es una segunda oportunidad para seguir intentándolo.

Ahora bien, Umbral es un lugar muy peligroso. El mapa sigue siendo el mismo, pero visualmente todo se vuelve más oscuro y tétrico; las paredes y el suelo adquieren un aspecto viscoso, como si estuviesen vivas, y aparecen protuberancias y ojos por todas partes. Nos gusta mucho el toque terrorífico que adquiere Lords of the Fallen cuando lo visitamos.

Al estar en Umbral, un ojo en la parte superior derecha nos indica la atención de los enemigos. Porque mientras estemos en el mundo de los muertos, sus habitantes no dejarán de perseguirnos. Y cuanto mayor sea su atención, más poderosos serán: en los primeros minutos hacemos frente a hordas de una suerte de zombies, pero pasado un tiempo empiezan a parecer enemigos formidables.

Lords of the Fallen (2023)

Ahora bien, esto es una mecánica de riesgo-recompensa, pues cuanto más tiempo pasamos en Umbral, mayor es el número de "almas" que dejan caer los enemigos. Además de que, como ya hemos dicho, en el mundo de los muertos hay muchos atajos y tesoros. Está muy bien pensado.

De hecho, en esta demostración de Lords of the Fallen hubo un gran número de situaciones en las que tuvimos que visitar Umbral para poder progresar a través de los niveles. Esto le da un toque realmente original y entretenido a la exploración, pues debemos cambiar entre los dos planos con los riesgos que ello conlleva.

Y nos ha sorprendido muy gratamente el diseño de niveles, especialmente en la última zona que visitamos, pues estaba compuesta por plataformas a diferentes alturas conectadas mediante escaleras, y tuvimos que usar el farol muy a menudo para descubrir puentes ocultos que nos permitiesen progresar.

Lords of the Fallen (2023)

En cuanto a los jefes, otro aspecto clave en todo soulslike que se precie, también nos han gustado bastante. Los enfrentamientos en los que hemos podido participar estaban bien diseñados, alcanzando ese equilibrio entre enemigo que al principio parece dificilísimo pero al mismo tiempo asequible, lo que se tradujo en combates cuya victoria nos dejó con el pulso a mil.

Así que ya lo veis: pese a que tiene cosas mejorables, Lords of the Fallen tiene ideas realmente interesantes que pueden hacerlo destacar dentro de un género en el que no es nada fácil hacerlo. Lo más importante que podemos deciros es que mientras jugábamos el tiempo se nos pasó volando y nos quedamos con muchas ganas de seguir. 

Tendremos que esperar al día 13 de octubre para volver a alumbrar el camino.

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