A principios de este año, Nintendo nos sorprendió con el anuncio de Nintendo Labo, una nueva y original manera de jugar con videojuegos mediante creaciones de cartón. Para demostrarlo, a finales del pasado mes de abril, la Gran N lanzó dos kits: Variado y Robot. El primero, era ideal para conocer en qué consistía Nintendo Labo con cinco creaciones diferentes y que sorprendían por sus mecanismos, pero no tanto por sus juegos. El segundo, aunque tan solo incluía un Toy-Con, iba más allá como juego en sí. Ahora, el Kit de Vehículos, ofrece una experiencia más completa, con un proceso de montaje lleno de sorpresas y una variedad considerable de modos de juego.
Comenzando por el montaje
Una vez más, lo primero que tenemos que hacer con el Kit de Vehículos es montar todas las creaciones, conocidas como Toy-Con. Por un lado, tenemos tres principales: un coche, un submarino y un avión. Por otro lado, encontramos tres piezas menores, pero vitales para que la experiencia funcione: una llave, otra de repuesto y un acelerador.
Podemos empezar creando cualquier Toy-Con, aunque lo mejor es seguir el orden que propone Nintendo Labo. Así, una vez hemos metido el cartucho de juego en la consola, empezamos montando primero el acelerador, después una llave, a continuación los tres vehículos y, por último, los dos artilugios restantes. Tenerlo todo requiere entre seis y siete horas, aunque depende de nuestra habilidad.
Para el proceso de montaje, disponemos de un total de 25 planchas y un pequeño saco de piezas especiales. Lo mejor de Nintendo Labo es que ya viene todo preparado para que no tengamos que cortar ni utilizar ningún tipo de herramienta adicional. Tan solo hay que doblar los diferentes cartones siguiendo las instrucciones.
Cabe destacar aquí que si el proceso de montaje es tan divertido es, en parte, por las instrucciones. No solo son la mar de fáciles y accesibles, pues podemos alejar o acercar la imagen para ver con detalle y rebobinar cuantas veces queramos por si no nos ha quedado claro un paso; sino que incluyen comparaciones con las que es imposible no reírse. Desde animales hasta utensilios de cocina, las instrucciones nos sorprenden en el momento más inesperado.
A diferencia de mis compañeros, que se encargaron de probar a fondo los anteriores kits, he montado este en compañía, pero no de niños pequeños. En este caso, puede perderse algo del impacto que supone para los más pequeños de la casa crear algo así, pero creedme cuando os digo que a los adultos también les sorprende y les cuesta aceptar que algo así se pueda crear con cartón.
Lo mejor de todo llega cuando tenemos que comprobar que hemos montado cada Toy-Con bien. Si con los anteriores sentíamos un poco de miedo porque creíamos que el cartón podía romperse, esa sensación se pierde por completo aquí. No solo hacemos los giros más bruscos con el coche de los que hacíamos con la moto del Kit Variado, sino que, literalmente, tenemos que pisar un Toy-Con, en concreto el acelerador. Tranquilos, es muy consistente y se monta de tal manera que no se puede romper por mucho que lo pisemos (sin ser brutos, claro...).
¡Hora de jugar!
Tras la parte de Crear... ¡llega el momento de jugar! Como ya hemos avanzado, el Kit de Vehículos va más allá en este aspecto. Los Toy-Con variados (antenauta, moto, caña de pescar, casa y piano) sorprendían bastante en el proceso de montaje, pero no tanto en las escuetas experiencias de juego que ofrecían. En cambio, el Toy-Con Robot nos parecía la caña tanto al crear como al jugar con él, aunque se hacía corta la experiencia de juego. Pero a la tercera va la vencida.
Se nota que la Gran N ha tomado nota de lo anterior. Con los vehículos ofrece una variedad considerables de modos de juego. Para empezar, tenemos el Modo Aventura, en el que comprobamos la labor de la llave mágica. En este modo, lo primero que hacemos es montarnos en el coche, pero, para que funcione, hay que insertar la llave en su Toy-Con. Una vez hecho, se activan las ruedas y ya podemos conducir libremente.
Por delante, tenemos un mundo entero para explorar, con diez localizaciones diferentes. Sin embargo, no todo se puede descubrir por tierra. Hay un total de 80 desafíos y algunos de ellos requieren que utilicemos el submarino o el avión para completarlos. Entonces, la llave vuelve a entrar en acción y tenemos que introducirla en otro Toy-Con, según el vehículo que necesitemos. El proceso es muy sencillo y el cambio se refleja al instante en pantalla
Completar el Modo Aventura puede llevarnos unas tres horas, aunque todo depende de cuánto tiempo exploremos y tardemos en realizar los desafíos, que van desde llevar un personaje a una localización en concreto a derribar globos aéreos o buscar banderas en el fondo de una laguna, por ejemplo. Por primera vez, puede unirse un segundo jugador a la partida. Tan solo tiene que colocar un segundo Joy-Con derecho en el avión y comenzará a lanzar misiles desde el vehículo. Ahora bien, a menos que tenga otro Toy-Con avión, no puede utilizarlo, pues lo necesitamos para conducir. Lo mejor es que podemos crear uno improvisado en el Taller.
Una vez explorado el vasto mundo del Modo Aventura, podemos echar unas minicarreras en las que podemos jugar hasta cuatro jugadores. Lo mejor de todo es que no es necesario conducir, pues se trata de un modo similar a un scalextric en el que simplemente tenemos que pisar el acelerador. Como la velocidad del coche se refleja teniendo en cuenta la inclinación del Joy-Con dentro del acelerador, es posible jugar sin este Toy-Con. Por lo que, aunque se pierde parte de la experiencia, se puede disfrutar de este modo sin problemas.
El que si requiere tanto el volante como el acelerador es el modo Carrera. A pesar de las exigencias técnicas, ofrece una experiencia de conducción bastante realista en primera persona, que podemos potenciar al colocar la pantalla de la consola en un atril sobre el Toy-Con coche. Un tanto diferente es el Rally, un modo a contrarreloj que nos pone a prueba por tierra, mar y aire en diferentes circuitos. Por último, queda el modo Combate, en el que dos jugadores nos liamos a tortas con un coche mediante puños mecánicos. Además, entran en juego unos potenciadores que nos otorgan diferentes ventajas y el diseño de los escenarios, que incluso podemos crear con la cámara infrarroja del Joy-Con derecho.
Todavía queda un modo más: Chapa y pintura. Se trata de un taller en el que podemos personalizar nuestros vehículos con el espray que hemos construido previamente. Al agitarlo, el Joy-Con insertado enfoca el puntero y pintamos. Podemos rotar la llave y elegir entre varios colores, alejar o acercar el vehículo con el Joy-Con izquierdo, incluso pintarlo por piezas. Una vez más, la cámara infrarroja del mando derecho entra en acción y, con ella, podemos pintar el coche de diferentes maneras, colocando cualquier cosa delante de la misma. Por supuesto, esto solo se aplica a los vehículos del juego. Si queréis personalizar los Toy-Con de cartón, podéis hacerlo, utilizando cualquier pintura, rotulador o pegatinas que tengáis por casa.
Descubriendo y más allá
Por último, el Kit de Vehículos incluye el apartado Descubrir, en el que conocemos a fondo todos los secretos de cada Toy-Con. Es muy recomendable detenerse a investigar todos los entresijos, pues es aquí donde realmente nos damos cuenta de toda la magia de Nintendo Labo. Además, conocemos curiosas funciones como que la anilla del coche sirve para realizar caballitos o que si sacamos la llave del Toy-Con avión, activamos un paracaídas manejable para aterrizar en tierra firme.
Y no podemos olvidarnos del Taller Toy-Con que, como en los anteriores kits, nos ofrece la posibilidad de crear nuestros propios inventos gracias a un sistema de programación sencillísimo. Tan solo hay que conectar un nodo de entrada con uno de salida y asignarles diferentes funciones y objetos. Si no tenemos mucha imaginación, hay ejemplos ya incluidos y que podemos modificar libremente. Aunque las opciones se limitan a los Toy-Con vehículos y la llave, es cierto que ofrece bastante posibilidades. Una vez más, este apartado no está hecho para todas las personas, pues requiere mucha paciencia y gusto por crear, y sigue sin ofrecer la posibilidad de compartir las creaciones con otros usuarios de Nintendo Labo de ninguna manera.
El mejor kit de Nintendo Labo hasta la fecha
Como los anteriores kits, Nintendo Labo Toy Con 3 - Kit de Vehículos es ideal para los más pequeños de la casa y una experiencia idónea para compartirla en familia. Ofrece tanta variedad de creaciones como el Kit Variado y una experiencia de juego consistente como la del Kit de Robot. Lo mejor es que va más allá en el segundo aspecto y propone una gran cantidad de diferentes modos de juego que alargan las horas lúdicas considerablemente. Nintendo Labo todavía tiene por delante aspectos en los que mejorar como ofrecer vías para compartir nuestras creaciones, pero va por muy buen camino. Sigue siendo una propuesta única. Además, ¡es compatible con Mario Kart 8 Deluxe!
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.