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Análisis de Like a Dragon: Ishin!, un mundo abierto en el que querrás perderte

Like a Dragon: Ishin!

El nuevo juego de la serie Yakuza, ahora renombrada a Like a Dragon es un enorme homenaje a la historia de Japón. Vamos con el análisis de este Ishin!, un remake muy esperado.

A los japoneses, como al resto del planeta, les encanta un buen culebrón. Allí, pocos son más complejos que la franquicia Yakuza / Ryu Ga Gotoku / Like a Dragon, que ha tenido montones de entregas, algunas de las cuales no llegaron a occidente. Una de ellas fue Ryu Ga Gotoku: Ishin!, que ahora vuelve con un remake llamado Like a Dragon: Ishin! para PS4, PS5, Xbox One, Series X/S y PC.

El juego original se lanzó en 2014 para PS3 y PS4 y ahora se remodela con un motor gráfico más puntero, algunos cambios en el uso de las cartas que luego veremos y la aparición de varios miembros del reparto habitual de la franquicia Yakuza, interpretando a personajes clave de la trama. Por supuesto, la gran novedad es que lo podemos disfrutar en occidente, con textos localizados al castellano.

Aquí vivimos la historia de Ryoma Sakamoto, un "sencillo" samurái de mediados del siglo XIX al que acusan injustamente de un asesinato muy importante para él. Ahora, deberá pasar inadvertido a la vez que dedica su vida a encontrar al verdadero asesino. Sin comerlo ni beberlo, deberá involucrarse en las tensiones entre los pro imperialistas y los defensores del bakufu, el actual gobierno nipón.

Preparaos para viajar a una época de puro caos en un Japón al borde de la guerra civil, en la que un héroe inesperado se ha de enfrentar a una espiral de traiciones y planes secretos con la destreza de un bailarín salvaje...

El análisis de Like a Dragon: Ishin! en Hobby Consolas:

Jugabilidad y gameplay de Like a Dragon: Ishin!

Como es habitual en los juegos de la serie Yakuza, nuestro objetivo es mover en tercera persona al protagonista por las ciudades abiertas para cumplir tanto las misiones principales, como toda clase de encargos secundarios y minijuegos, los cuales nos pueden ayudar a ganar dinero, experiencia o items valiosos.

Vamos a visitar dos ciudades: la pequeña Tosa, que sirve para ir pillando el tranquillo a la dinámica de juego, y la enorme y compleja Kioto, capital del país en ese momento. Siempre tendremos marcado dónde está nuestro siguiente objetivo principal, tanto en el mapa general como en el minimapa, pero por el camino encontraremos de todo.

Hay tiendas en las que adquirir comida o sake, una tómbola, una herrería para mejorar u obtener nuevas armas, dojos en los que practicar diferentes técnicas de lucha, templos para intercambiar la virtud que hayamos ganado por toda clase de mejoras y, por supuesto minijuegos, montones de minijuegos.

Con ese estilo alocado que caracteriza a la serie, nos toparemos con carreras de pollos, desafíos de cartero en los que ser los más rápidos, las imprescindibles pruebas de pesca con capturas de todo tipo o hasta piques en los que beber sake mejor que una geisha dentro de un burdel.

La cantidad de minijuegos y retos secundarios es descomunal, hasta el punto de que llega incluso a saturar un pelín cuando no podemos caminar ni 100 metros sin que se active una escena que nos invite a desfacer un entuerto o a ayudar a una ancianita que necesita una pomada de la casa de empeños.

Por si fuera poco, podemos explorar a fondo las calles para dar con tinajas que esconden ítems o hablar con las personas que nos encontremos para mejorar nuestra afinidad con ellas y hacer que se nos respete más. Todo esto, desde superar peleas hasta comprar una mandarina, nos dará puntos de virtud, que luego podemos canjear por mejor capacidad para correr o una granja más currada.

Sí, porque también llegamos a tener nuestro propio "terruño" con espacio para plantar, criar gallinas o cocinar. No es imprescindible cuidar esa faceta, claro, pero nos da una idea de la gigantesca gama de posibilidades que da el juego. Por cosas así, muchos consideran que los Yakuza o Like a Dragon son los verdaderos sucesores espirituales de la serie Shenmue.

Un samurái de armas (orientales y occidentales) tomar

Por supuesto, lo que más haremos será pelear y este es uno de los aspectos donde más brilla el juego. En cualquier momento podemos cambiar entre cuatro estilos de lucha diferentes. Por un lado, está el espadachín, con el que usamos una katana para dar golpes contundentes aunque ligeramente más lentos. Es el estilo más defensivo y permite muchos bloqueos.

Luego tenemos el pistolero, con el que usamos un revólver con balas infinitas para disparar a larga distancia. No hace tanto daño como podría parecer y no es tan defensivo, pero podemos conseguir balas especiales con efecto corrosivo (ideales para armaduras) o que cieguen a los rivales, por ejemplo.

Like a Dragon: Ishin!

Mezclando ambas armas tenemos un chulísimo estilo de bailarín salvaje, con el que nos movemos ágilmente entre los rivales mientras repartimos estocadas a diestro y siniestro, todo ello compaginado con disparos puntuales. Es el más estético y flexible de los estilos, aunque lógicamente no causa tanto daño por impacto como el estilo espadachín.

Por último está el estilo camorrista, en el que golpeamos "a pelo", con los puños. Lógicamente, causa aún menos daño, pero es muy, muy rápido y permite coger toda clase de objetos del escenario para usarlos como armas improvisadas.

Cada estilo es ideal para una situación o tipo de rival y, cuando nos acostumbramos a pasar de uno a otro en pleno combate, el resultado es súper satisfactorio y nos permite acometer unas batallas muy épicas... Aunque es cierto que los duelos contra matones "random" en plena calle a veces son algo más tediosos.

A base de pelear, llenamos nuestra barra de furor, que permite ejecutar remates especiales o algunos combos muy contundentes que, como todo, requieren cierta práctica. Los remates son muy estéticos y bestiajos, desde disparar a alguien tras lanzarlo al aire de una patada hasta aplastar una naranja en plena boca del rival.

Like a Dragon: Ishin!

Tras superar combates vamos subiendo de nivel y adquirimos orbes de mejora generales, pero también orbes propios de cada estilo de lucha, si usamos mucho ese estilo. Desde el menú de pausa, tenemos árboles de mejora de cada estilo, en los que vamos colocando esos orbes. Así, podemos mejorar nuestro medidor de salud cuando usamos ese estilo, pero también aprender técnicas nuevas.

Ir llenando esos árboles de mejoras con aumentos de daño, los golpes nuevos y el resto de ventajas (algunas de las cuales solo se pueden desbloquear superando pruebas de dojos) es crucial para cuando lleguemos a los durísimos jefes finales, que nos pondrán contra las cuerdas más de una vez con ataques especiales tan estéticos como letales.

Además de esto, llegará un punto en el que podremos formar un pequeño ejército con reclutas que nos ayuden en combate en forma de cartas. Esas cartas estarán disponibles cada cierto tiempo y, cuando las usemos, podremos regenerar salud, volvernos más resistentes o hasta lanzar rayos y ataques especiales.

Cuantos más soldados reclutemos, más habilidades podremos tener a nuestra disposición, los cuales además podrán ir subiendo de nivel y mejorando su efectividad. Solo la gestión de nuestor barracón y soldados es otro mundo dentro del juego, con sus propias misiones secundarias.

Esa es la magia de Like a Dragon: Ishin!: iremos puliendo nuestro estilo poco a poco, a la par que nos empapamos de un mundo que parece vivo.

¿Es difícil Like a Dragon: Ishin!?

Como en la gran mayoría de los juegos de Yakuza, la cosa se va poniendo más y más complicada a medida que nos topamos con los jefes finales, los cuales llegan a enlazar unos combos de aúpa. Es muy importante ir mejorando nuestro inventario y llenarlo de comida que regenere bastante salud, porque nos irá haciendo falta.

En cualquier caso, no se puede decir que el juego sea injusto, porque siempre nos advierte antes de algún enfrentamiento complejo, nos permite salvar en cualquier momento, tiene autosalvado y nos ofrece toda clase de alternativas para mejorar si vemos que no estamos a la altura de un determinado desafío. Si exploramos y nos lo curramos, seguiremos avanzando tarde o temprano.

Like a Dragon: Ishin!

Hay hasta cinco niveles de dificultad para elegir y, si un combate se nos atraganta unas cuantas veces, el juego nos propone bajar temporalmente la dificultad. Vale, es una puñalada a nuestro orgullo, pero ahí está la posibilidad...

Al margen de esto, tenemos un par de opciones de accesibilidad: superar los diferentes QTEs automáticamente o intercambiar los momentos de pulsación rápida de un botón por, simplemente, mantenerlo pulsado.

¿Cuántas horas dura Like a Dragon: Ishin!?

Al hablar de duración, llegamos a la madre del cordero. Ishin! es un juego enorme, descomunal, uno de los más grandes que os vais a encontrar en vuestra vida. Para que os hagáis una idea, nos dio por chequear cuando llevábamos unas 15 horas de juego, yendo relativamente al grano, con solo algunas misiones secundarias por aquí y por allá... ¡Y solo habíamos superado el 8% del total del juego!

Así pues, no es descabellado pensar que el juego te pueda robar hasta 100 horas o incluso más si quieres verlo absolutamente todo, aunque yendo muy, muy al grano, seguramente se podría superar la aventura en algo más de 20 horas. Pero claro, os perderíais una enorme cantidad de los incentivos que tiene que ofrecer el juego...

Precio y plataformas disponibles

Como hemos visto, el juego estará disponible en Xbox One, Series X y S, PS4, PS5 y PC y, en cualquier caso, el precio es de 59,99 euros, tanto en edición física (solo en consola) como en digital. Además, existe una edición digital deluxe por 10 euros más, que incluye algunos skins y kits de mejora de armas.

Like a Dragon: Ishin!

En el caso de PlayStation, por el mismo precio obtenemos tanto versión de PS4 como de PS5 y por supuesto también tenemos Xbox Play Anywhere y Smart Delivery: podemos comprarlo en PC y jugarlo también en Xbox o viceversa, siempre con la mejor versión disponible.

El mejor sabor de Japón, con un aliño occidental

Llegados a este punto, nos queda hablar del apartado técnico. Nosotros hemos jugado en PS5 y, aunque es cierto que durante el juego general algunos modelos pueden parecer algo limitados en comparación con títulos como Ghost of Tsushima, el juego luce muy bien en términos generales, gracias a que ahora se basa en Unreal Engine

La iluminación, las calles llenas de vida o la espectacular arquitectura hacen muy bien su trabajo. Además, en determinados momentos hay escenas de corte con el motor del juego que muestran rostros mucho más detallados y expresivos, para lucimiento de los actores, el ya habitual Takaya Kuroda (sí, el prota tiene el mismo rostro que el Kazuma de los Yakuza) o Hideo Nakano, entre otros.

Like a Dragon: Ishin!

Todo esto se mezcla con espectaculares coreografías de lucha, algunas plausibles o otras directamente flipadísimas, que hacen que no podamos apartar la vista de la pantalla.

En general, la recreación estilizada del pasado japonés es lo más atractiva, con los templos majestuosos, las tiendas icónicas (hasta encontramos una Don Quijote, que son muy populares en el Japón actual) o las casas de citas con exquisitas decoraciones.

Podemos activar cuando queramos un modo foto con el que poner divertidas poses a Ryoma o encender el modo cinemático para que los gráficos luzcan como una película antigua japonesa, con la iluminación más apagado y los colores virados a azul.

Todo respira amor por el detalle, también en unas melodías y voces japonesas que se entregan por completo a sus papeles. ¡Menudos gritos pegan antes de los combates! Y, como decíamos, todos los textos están muy bien traducidos al castellano, con divertidos juegos de palabras y frases grandilocuentes para la historia. Chapó en ese sentido.

Vale, el juego no es perfecto: los combates callejeros quizá se repiten en exceso, quizá los diálogos se pasan de extensos y por ejemplo el ciclo día/noche es falso, pues solo cambia cuando avanza el argumento, pero nada te importará a medida que te adentras en unas historia fascinante y, sobre todo, en una ambientación que es puro escapismo a una época muy exótica a ojos occidentales.

Concluimos el análisis de Like a Dragon: Ishin! diciendo que es una aventura enorme y llena de emociones, desde el humor más absurdo hasta el drama más desgarrador, donde la épica y el espectáculo se dan la mano para que te sientas a lomos de dragón. Con algún traguito de sake de vez en cuando, claro.

VALORACIÓN:

Un juego fascinante en muchos aspectos, que premia al jugador paciente y con ganas de explorar. Hace justicia a la legendaria franquicia de la que procede.

LO MEJOR:

Su atmósfera, personajes y estupenda mezcla de humor, drama, misterio y acción. Es descomunal

LO PEOR:

A veces se nos "para en seco" demasiado con misiones secundarias.

Versión comentada: PS5

Hobby

90

Excelente

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