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Análisis de Fae Farm, el juego en el que cultivar es el comienzo de una gran aventura

Fae Farm

Hacerte cargo de una granja puede ser mucho más divertido y colorido de lo que crees. Con Fae Farm cuidarás gallinas a la vez que exploras misteriosas mazmorras.

En el polo puesto de las aventuras "masoquistas" como los Dark Souls existen unos videojuegos que buscan que te dejes llevar, te relajes y casi, casi, hagas lo que te apetezca. Con ese espíritu llegaron juegos como Minecraft, Animal Crossing o Stardew Valley. Ahora, es el momento de Fae Farm, que llega el 8 de septiembre a Nintendo Switch y PC.

Lo nuevo de Phoenix Labs (creadores de Dauntless, un juego mucho más serio) es puro escapismo para público que quiera hacer volar la imaginación, pero a su ritmo.

El análisis de Fae Farm en Hobby Consolas:

Jugabilidad y gameplay de Fae Farm

Fae Farm nos pone en la piel de un héroe anónimo (nosotros le ponemos nombre, rostro e identidad) que encuentra un mensaje de ayuda en una botella. Por ello, viaja hasta la isla de Azoria, un lugar tranquilo y agradable que, aun así, sufre los estragos de la magia. La hay buena, claro, pero también hay una vertiente incontrolable que provoca remolinos alrededor de la isla.

Nuestro objetivo es averiguar qué está causando esos "bloqueos" y resolverlo, a la vez que, poco a poco, vamos construyendo nuestro hogar y nuestra propia granja en la isla.

Así pues, el juego tiene dos vertientes. Por un lado, estaría el de "simulador de granja" y por otro, el más aventurero con ligeritos toques de rol, en el que tiene más peso el componente mágico.

La parte de granja tiene lugar junto a la casa en la que empezamos el juego. Allí, podemos colocar arriates para plantar flores o tubérculos, por ejemplo, o mejorar los cubículos para criar gallinas u ovejas, con los que obtener huevos o lana.

Los animales que vayamos cuidando tienen sus necesidades: mimarlos de vez en cuando, darles de comer o sacarlos a que les dé el aire ayudará a que estén más contentos y sean productivos. Lógicamente, las plantas se han de regar y recolectar cuando toque.

También tenemos una caña para pescar en el río o en el mar, con un sencillo minijuego de "tira y afloja". Poco a poco, podemos adquirir mesas para cocinar lo que pesquemos o recolectemos, hornos... Y, por supuesto, semillas para plantar todo lo que se nos ocurra. Podemos optar por un tener un "sembraíto" pequeño o fastuosas plantaciones, según lo que nos queramos complicar.

Nos acompañan también un pico y una pala para picar minerales, desenterrar arena y, en definitiva, dar con toda clase de materiales. La caña, el pico, la pala o la regadera se pueden mejorar con versiones más resistentes y eficaces, como ahora veremos.

Nuestra casa también se puede decorar al gusto con pufs, armarios, camas... Algunos de estos muebles mejorarán nuestro medidor de confort, lo que ayudará a que, tras dormir, nuestras estadísticas de salud, energía y maná (luego lo veremos) se restauren mejor.

La propia casa se puede ampliar y hay montones de suelos, papeles de pared o más para hace runa casa a nuestra medida. 

Fae Farm

Todo esto no se podría llevar a cabo sin explorar la isla para dar con recetas para nuevas construcciones o, sobre todo, sin hablar con los NPCs que habitan estas tierras. La mayoría de ellos están en el pueblo principal. Algunos solo nos ofrecerán conversación, pero otros tienen tiendas para mejorar nuestras herramientas, comprar ropa o semillas...

Con algunos de los NPCs podemos entablar amistad a base de hablar con ellos o atender sus peticiones. Si nos lo curramos mucho, es posible incluso iniciar un noviazgo o llegar a casarnos, aunque es una tarea de mucho pico y pala... Nunca mejor dicho.

Comprar las diferentes mejoras ayudará a progresar, pero la historia principal se desarrolla a base de hablar con las personas clave en cada momento, que nos encargarán misiones. A veces, pueden ser tan sencillas como recolectar un objeto, pero otras, nos tocará superar mazmorras enteras. Así, ganaremos florines, la moneda del juego, y conseguiremos llaves o nuevos objetos clave.

También hay misiones secundarias o, simplemente, la posibilidad de explorar a nuestro aire para ver cómo cambia la fauna (hay ciclo día-noche y una jornada dura, aproximadamente, 18 minutos) según la hora del día o para ir descubriendo nuevos caminos. Gracias a un báculo mágico, podemos romper las espinas que bloquean el camino para hallar nuevas rutas.

Una de mazmorreo

En ciertos momentos, inevitablemente, tendremos que visitar las mazmorras, lo que nos lleva al lado más aventurero. Para que os hagáis una idea, la primera mazmorra tiene 25 niveles, pero antes de cada uno, hay un pedestal. 

Si colocamos el sello adecuado (que hay que fabricar con los ingredientes correctos en la granja, claro), podremos abrir la puerta al siguiente nivel y desbloquear un acceso rápido al actual, por si decidimos salir de la mazmorra y volver más tarde.

Fae Farm

En estas mazmorras sí encontramos enemigos, pero todos de diseño muy cuqui y con rutinas de ataque muy simples. Nuestro objetivo en las mazmorras es ir acabando con ellos y encontrar materiales más extraños para fabricar objetos clave. En el nivel final de la mazmorra nos esperarán seres muy especiales...

Para atacar a los enemigos, podemos usar el báculo y golpear, pero poco a poco aprenderemos habilidades mágicas que, lógicamente, consumen maná. Es importante abastecerse de pociones que restauren salud o maná antes de entrar a las mazmorras.

Como decíamos, depende de nosotros marcar el ritmo. Aunque hay paso de estaciones, climatología cambiante (puede llover y, si nos calamos mucho, puede que nos resfriemos y tengamos que tomar un té caliente antes de que merme nuestra salud) y ciclo día-noche, las misiones principales se pueden acometer cuando más nos convenga.

El resto de tareas si pueden estar más vinculadas a la "estacionalidad" y eso hace que el entorno siempre sea cambiante. Antes de medianoche o en un cambio de estanción encontraremos bichejos diferentes para cazar, por ejemplo.

Fae Farm

Además, podemos elegir disfrutar de la aventura en solitario o en un multijugador, local u online para hasta 4 usuarios. La ventaja del multiplayer es que, lógicamente, podemos ayudarnos en las mazmorras, pero además es posible visitar las granjas de los otros jugadores o compartir el progreso.

Duración de Fae Farm

Es complicado establecer una duración para superar única y exclusivamente los elementos principales de la historia, ya que es casi inevitable distraerse con misiones secundarias o recados para gestionar la granja o crear elementos, muchos de los cuales harán falta para progresar. 

Así es fácil que la aventura te atrape por algunas decenas de horas y, a partir de ahí, el infinito es el límite, ya que se incentiva mucho la faceta de personalización tanto de nuestra casa y granja como del personaje. ¿Cuánto tardarás hasta encontrar ese color cuqui que tanto deseabas para la alfombra de casa?

¿Es difícil Fae Farm?

Como suele pasar con otros juegos de esta índole, Fae Farm quiere que el jugador se sienta cómodo en todo momento, así que por lo general la dificultad es bastante relajada, salvo en las mazmorras más avanzadas.

Fae Farm

No hay niveles de dificultad, así que lo máximo que podéis complicaros la vida es al aceptar varias misiones de golpe. Algunas de ellas pueden requerir bastante tiempo, pero es más una cuestión de dedicar tiempo a encontrar ingredientes y objetos necesarios que a lo complejo del reto en sí.

Precio y plataformas disponibles

Fae Farm está disponible para Nintendo Switch y PC. En el caso de la consola, es posible conseguirlo tanto en edición digital como física, a un precio único de 59,99 euros, lo que quizá nos parece un pelín caro de más.

En el caso de PC, se puede adquirir en edición digital estándar por 39,99 euros, lo que lo convierte en un producto bastante irrestible, si eres fan del género. También está la edición Deluxe por 59,99 euros, que incluye la banda sonora y dos DLCs que irán llegando a finales de año y en 2024.

Un masajito jugable

Si hay algo que Fae Farm deja claro desde un principio, es que quiere que la experiencia sea cómoda y amigable. Los NPCs con los que hablamos no paran de recordarnos que podemos ir a nuestro ritmo, que no tengamos miedo de experimentar y que no pasa nada si algo no sale como esperábamos.

No pasa nada si nos caemos por un barranco (ni siquiera perdemos salud, solo volveremos a donde estábamos), no pasa nada si llegamos a media noche (iremos a dormir a casa automáticamente, estemos donde estemos) y, si no tenemos dinero para comprar algo, podemos vender de todo en el mercado, hasta arena.

Fae Farm

Hay muchas facilidades para que no nos agobiemos (un radar, glosarios para todo, calendario...) y las únicas pegas pueden ser, quizá, que nuestro inventario es bastante canijo, así que se llena pronto (podemos ampliarlo más adelante) y que fabricar objetos o cocinar tiene una barra de progreso que tarda bastante en llenarse. Lo ideal es dejar las cosas "haciéndose" y volver al rato.

Como suele pasar con juegos de este tipo (es imposible no acordarse de Disney Dreamlight Valley, con el que tiene muchas similitudes), las tareas muchas veces se basan en recolectar objetos por aquí y por allá, lo que puede ser algo tedioso cuando de repente te dicen "encuentra 20 aguamarinas en bruto y pesca 10 truchas". Vamos, que parece que se alarga la duración por alargar.

Pero, a la vez, nadie nos mete prisa. No hay un tiempo limitado para cumplir las cosas, ni penalizaciones por tardar mucho.

Fae Farm

Además, todo el aspecto audiovisual es reconfortante, desde los escenarios silvestres y bastante detallados hasta los personajes que casi parecen de peluche, pasando incluso por unos diálogos de texto en castellano en los que os prometemos que hemos leído la palabra "cuqui" más veces de las que podemos contar. Las melodías van cambiando según la hora del día o si hay enemigos cerca.

Así pues, Fae Farm no inventa la rueda y puede ser un poco pesado de más con las tareas de recolección, pero desde luego es una gran oportunidad para quien quiera unas vacaciones virtuales en un mundo agradable y simpático, donde todo el mundo parece tomar All-Barn de forma regular. Descubrir poco a poco sus secretos y contagiarse de su relajación es un buen plan de "chill".

VALORACIÓN:

No todo el mundo apreciará su enfoque, pero desde luego es un juego que consigue meter la alegría en el cuerpo con las dosis justas de aventura. Ideal para el que quiera un mundo colorido y sin mucho estrés.

LO MEJOR:

Su ambiente buenrollero y la enorme variedad de opciones de personalización que ofrece.

LO PEOR:

Puede ser un poco tedioso al recolectar en determinadas misiones.

Versión comentada: Nintendo Switch

Hobby

83

Muy bueno

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