Análisis de Fobia: St. Dinfna Hotel, una aventura que no te dará miedo, pero te pondrá a prueba

La nueva ola de juegos de terror sigue llegando para refrescarnos el verano con sudores fríos. Si hace apenas unos días os presentábamos el análisis de Oxide: Room 104, ahora es el turno de Fobia: Hotel Dinfna, un survival horror en vista subjetiva, pero con muchos ingredientes de la vieja escuela.

Esta aventura de terror es obra de Pulsatrix Studios, un equipo brasileño de creación relativamente reciente, pero al que se le nota el amor por clásicos como los primeros Resident Evil, con los que guarda muchas similitudes.

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Fobia: St. Dinfna Hotel nos lleva al pueblo brasileño de Treze Trilhas, donde llevan décadas escuchando rumores en torno a sucesos paranormales y grandes catástrofes de origen incierto.

Nosotros controlamos a Roberto Leite, un periodista que se ve atraído por estas leyendas urbanas para buscar su gran historia sobre los secretos del hotel Dinfna. Poco después de llegar allí, descubre que muchas cosas escapan a su control, incluidos los mismísimos espacio y tiempo.

Jugamos siempre en vista subjetiva y disponemos de un inventario limitado para almacenar objetos, que podemos aumentar cuando encontremos los ítems correspondientes. Nuestro objetivo es explorar las habitaciones del hotel para encontrar llaves que abran otras estancias, tarjetas de acceso, etcétera.

Una gran catástrofe parece haber tenido lugar poco después de llegar nosotros, así que muchos de los accesos a otras plantas están derrumbados. Buena parte de la aventura se basa en buscar rutas alternativas o botones con los que arreglar el ascensor para poder desplazarnos.

Pero, además, tenemos un elemento muy especial: aparte de la tradicional linterna, contamos con  una cámara de fotos que parece tener la capacidad de ver "otros mundos", algo así como realidades paralelas que no captamos a simple vista. A grandes rasgos, esto nos sirve para resolver pequeños puzzles.

Puede que delante de nosotros veamos un muro, pero al usar la cámara descubramos que hay un agujero por el que podemos pasar... La cámara también puede desvelar cajas fuertes con objetos útiles dentro o incluso contraseñas pintadas en la pared para éstas.

No son los únicos "acertijos", pues el juego se basa mucho en puzzles de todo tipo. Desde el clásico "encuentra la tarjeta y la contraseña para esta puerta" hasta otros más centrados en mensajes en código que tenemos que descifrar. Algunos, de tipo matemático, os van a hacer devanaros los sesos a base de bien.

Y es que, más que en otras facetas que ahora veremos, el verdadero desafío de Fobia: Hotel St. Dinfna está ahí, en pensar fríamente cómo resolver esa hoja de papel que parece ininteligible o sí, en cómo resolver el imprescindible puzzle de un piano.

Aunque algunos de estos momentos son obligatorios para hacer avanzar la trama, otros son opcionales y resolverlos os servirá para conseguir objetos de mejora o munición para vuestras armas.

Como suele ser habitual en los survival horror, también podemos enfrentarnos a los monstruosos enemigos (primero con una pistola y más adelante con armas más contundentes como una escopeta), pero es importante apuntar al sitio adecuado y no desperdiciar munición, porque es relativamente escasa. Aquí no vale disparar a lo loco, aunque a poco que apuntéis con calma, no habrá problema.

Tanto las armas, como las llaves o incluso la munición ocupan casillas en nuestro inventario, así que hemos de elegir bien qué guardar en él; puede que alguna vez nos toque desechar munición o ítems de sanación para hacer hueco, aunque los objetos obligatorios de la trama no se pueden eliminar por error, claro.

Para curarnos, podemos encontrar gasas que, al combinarse con apósito adhesivo, generan vendas que curan algo de salud. Si además encontramos alcohol, podemos generar un kit que nos sane por completo y ocupe un solo espacio en el inventario. Como veis, esto recuerda mucho a la mezcla de hierbas de Resident Evil.

Y no es la única similitud. Si tenéis muchos objetos y queréis guardar algunos para luego, ¿qué podéis hacer? Exacto, guardarlos en un baúl "mágico". Hay varios por el hotel, así que si guardáis un objeto en uno, se podrá recoger también en los demás.

Como veis, Fobia nos obliga mucho a medir nuestros pasos y a calcular cómo distribuir nuestros objetos o si merece la pena arriesgarse en ese momento.

Porque ojo, no hay autosalvado, hemos de salvar la partida manualmente en ciertos relojes que hay en zonas clave. Si no lo hacemos y morimos, puede que nos toque repetir muuuchos minutos de partida... De hecho, tampoco podemos consultar el mapa cuando queramos. Hay algunos en las paredes, pero tenéis que tirar mucho de orientación espacial.

Lo de vigilar cuándo salvar partida es importante porque el riesgo está ahí: al margen de los enemigos normales (muy poco variados y poco espabilados, la verdad), hay un misterioso y enorme personaje que nos persigue en ocasiones, al más puro estilo Némesis o Mr. X. 

Como supondréis, no podemos acabar con él, solo frenarlo un poco con los disparos, así que hay que correr y buscar la forma de despistarlo. También hay algunos duelos contra jefes finales mucho más resistentes, pero que suelen tener unos patrones razonablemente fáciles de detectar.

Aunque es cierto que estos momentos dan algo de tensión y a pesar del nombre de esta aventura, Fobia: St. Dinfna Hotel no es un juego que dé miedo particularmente. Da algún sustito con ciertos enemigos, sí, pero como jugadores nos sentiremos más desafiados que asustados.

Probablemente, la intención de Pulsatrix era que la experiencia fuera más terrorífica, pero en estos casos en los que se trata de un estudio pequeñito (ya vimos experiencias similares con Oxide, Infliction o Maid of Sker), se suelen notar las "costuras" en el diseño y animaciones de los monstruos y escenarios, así que no suelen intimidar mucho.

Aún así, resulta muy interesante como aventura paranormal, pues tiene muchos elementos interesantes: enigmas temporales, experimentos secretos, sociedades con un oscuro pasado... Ir descubriendo mediante la bien medida narrativa qué hay detrás de todo atrapará vuestro interés.

Bueno, os tenemos que reconocer que el final, después de unas 12 horas de juego, es un poco "qué me estás contando", pero esa es parte del encanto de este tipo de títulos. Ya nos diréis cuando lleguéis a él.

Por cierto, al pasarnos el juego recibimos una calificación y desbloqueamos una "Nueva partida +", que nos permite jugar con todas las mejoras de armas y los elementos con los que hubiéramos terminado. También podemos acceder a una sección de extras en la que se nos desvela qué hay detrás de ciertos objetos que recogimos en su momento.

A nivel técnico, Fobia es meramente correcto. Tiene algunos efectos de iluminación interesantes y el diseño del hotel es inquietante y siniestro en ocasiones, sobre todo cuando usamos la cámara para desvelar sangrientos secretos.

Los momentos más paranormales en los que el escenario "fluctúa" recuerdan a juegos como The Evil Within o The Medium. Sus efectos de física, distorsiones, etc. no son nada del otro jueves, pero dan el pego.

Aún así, como decíamos, los enemigos tienen un diseño y una IA muy justitos y además suelen tener algún problema de clipping. De vez en cuando suponen un desafío, pero se nos quedan algo cortos.

Por cierto, el juego admite la posibilidad de usar ray tracing (al menos en la versión PS5, que es la que hemos podido probar), pero os recomendamos no activarla, porque apenas se nota la diferencia y puede provocar que la fluidez dé bastantes tirones.

El sonido no consigue sorprender y se circunscribe a algunas melodías puntuales y a voces en inglés que parecen poco inspiradas, la verdad. Los efectos de lluvia, fuego, etc. sí consiguen mejorar la atmósfera y aumentar algo nuestra tensión.

Con todo, Fobia: St. Dinfna Hotel es un juego que funciona mejor como aventura con toques paranormales que como experiencia de terror. Los veteranos de los survival horror os sentiréis como en casa con sus puzzles e intrincados pasillos, a la par que dosificáis la munición para el siguiente encuentro. En ese sentido, es una experiencia claramente recomendable.

¿Quién es la misteriosa niña con una máscara de gas? ¿Era el profeta Christopher alguien realmente admirable? ¿Qué pasó en la explosión de la mina? Esos misterios del argumento sí os engancharán, si os dejáis llevar por las misteriosas llamadas de teléfono y las socorridas notas manuscritas.

Demontre, incluso tiene algunos golpes de humor muy puntuales, pero simpáticos, con referencias al propio Resident Evil, The Walking Dead o a lo complicado que es insertar un pendrive a la primera.

Pero si lo que buscáis es algo que os haga latir el corazón de terror, que os haga sentir pequeñitos y vulnerables, quizá este no sea vuestro juego. Este hotel está más pensado para los que quieran un desafío para la mente y su templanza... ah, y para aprender algunos mensajes en portugués por el camino.