Análisis de The Sinking City para Nintendo Switch - la ciudad que hace aguas

H.P. Lovecraft fue quizá uno de los escritores más difusos de principios del siglo XX. Sus obras se caracterizaban por dibujar escenarios entre confusos y terroríficos, y ahora el equipo de Frogwares (creadores de Sherlock Holmes: The Devil´s Daughter) y BigBen Interactive han decidido traer esta adaptación de su obra a Nintendo Switch.

Recordemos que este mismo título ya salió en PS4, Xbox One y PC el pasado 27 de junio, y que puedes echarle un vistazo al análisis de entonces. En este análisis de The Sinking City para Nintendo Switch nos vamos a centrar en el aspecto técnico del port y en las posibles diferencias que pueda haber en esta versión de la aventura de terror. ¿Podremos sentir el miedo allá donde vayamos?

¿Problemas de almacenamiento en Switch? Amplia su capacidad con esta económica tarjeta microSD de 128 GB

No sé si terrorífica, pero quizá sí interesante. Sobre todo si eres fan de Lovecraft. Ya hemos visto en el pasado multitud de títulos inspirados en los mitos de Cthulhu y la mayoría nos han dejado con un sabor agridulce. Adaptar la esencia de una antología como la del escritor estadounidense no es tarea sencilla, y este The Sinking City nos lo demuestra una vez más.

Mecánicas interesantes, combates torpes

En este nuevo título nos enfrentaremos a uno de los tantos videojuegos detectivescos de los que podemos disfrutar en el mercado pero esta vez, enfocándolo desde un punto de vista terrorífico. Ya estamos acostumbrados a mecánicas que parecen haber sido establecidas como el rastreo de pistas en un "modo detective" (que en este caso se trata de poderes especiales del protagonista) que ya hemos podido ver en títulos como The Witcher 3, Thief, Tomb Raider o la saga Batman de Rocksteady Studios.

En este caso, volvemos a ver esta mecánica tan utilizada, aunque le sumarán una barra de cordura (algo que ya hemos visto en otros juegos como Eternal Darkness). Este sistema es sencillo, si abusas del modo detective de forma ininterrumpida te irá bajando la barra y por lo tanto empezarás a ver amenazas que podrán llegar a golpearte.

Algo que ya pudimos ver en juegos como Don´t Starve si no hacíamos según qué acciones y que podían suponer a largo plazo un gran problema, aunque en este caso The Sinking City lo implementa de manera que no llega a ser un obstáculo, ya que la barra desciende de manera muy lenta. De hecho, tuvimos que esperar varios minutos a que esta bajase para ver qué pasaba, porque la acción nunca ocurrió de forma inintencionada.

Otra mecánica curiosa que se añade a este modo detective es la manera en la que llegamos a las conclusiones. Nosotros recogeremos pistas, pero tendremos que ser nosotros mismos los que lleguemos a una conclusión argumentada. Tendremos que hilar varios hechos en el apartado "Palacio de la mente" que podemos encontrar en el menú para resolver el caso que se está investigando.

En cuanto a los combates, quizá sea uno de los puntos más torpes. Tendremos dos opciones; armas de fuego o armas cuerpo a cuerpo. En la gran mayoría de los casos (o al menos en mi caso) recurriremos a la pala de la que disponemos para acabar con el enemigo a golpes, ya que, además de haber poca poca munición disponible, el sistema para disparar acaba siendo un inconveniente más que una ventaja.

Una conversión a Nintendo Switch algo pobre 

Si bien es cierto que las versiones de PS4, Xbox One y PC tampoco gozasen de gran desempeño técnico, la versión de Nintendo Switch da un paso más... para atrás. Los modelados y las animaciones ya eran pobres en las versiones de sobremesa, pero las texturas directamente parecen haber desaparecido en esta versión de Switch. Aprovechando que el videojuego se ambienta en un escenario húmedo, se sustituye toda textura por un efecto de brillo y listo.

Podemos entender que la máquina de Nintendo no alcance la capacidad gráfica de otras plataformas, pero es que aún sin texturas el videojuego parece moverse con dificultad en ciertos momentos, como si no se hubiera optimizado pensando en la capacidad del hardware, como sí se ha hecho en otros casos (como por ejemplo, Wolfenstein Youngblood). La caída de frames por segundo es algo más habitual de lo que veíamos en otros ports como los Crash Bandicoot N.Sane Trilogy o Spyro Reignited Trilogy, del que os hablamos hace poco.

Análisis de The Sinking City para PS4, Xbox One y PC

Además, los tiempos de carga son excesivamente largos, y más teniendo en cuenta que hablamos de un mundo abierto cuyo peso recae en la atmósfera que pretende crear más que en el detalle y que, por lo tanto, se debería ser viable agilizar la carga. Esto es especialmente sangrante, por ejemplo, cada vez que iniciamos el juego: ya sólo en la pantalla de carga nos va a tocar estar esperando un buen rato.

Las animaciones y los modelados, como ya hemos dicho, ya eran pobres en las anteriores versiones, así que os podéis imaginar cómo se verá The Sinking City en Nintendo Switch. Esto es otra de las causas para que nos sea difícil entrar en la atmósfera de Lovecraft. Además, los NPCs que nos encontramos por las calles del mundo se sienten como robots (que al fin y al cabo son lo que realmente son) y no llegan a transmitir compañía en ningún momento.

Una versión pobre pero curiosa

Hemos encontrado multitud de fallos en este título (y en la versión de Nintendo Switch) pero aún así esta entrega inspirada en los mitos de Cthulhu puede ser un buen tentempié para largos viajes, especialmente para cualquier fan de los libros. Si no eres admirador de las historias de Lovecraft quizá este The Sinking City pueda no ser una buena opción. 

Hay que recalcar la apuesta por la incorporación de mecánicas interesantes, pero también tenemos que dejar claras las carencias que exhibe este port para Switch (y el título, en general). Nuestra opinión de The Sinking City para Nintendo Switch es que no deja de ser un título interesante, pero que en su estado actual, sin parche o mejora a la vista, quizá lo más prudente sea esperar a que baje de precio en unas rebajas u ofertas, siempre que te vaya su propuesta y no te importe en exceso el apartado técnico. De lo contrario, mejor pensárselo dos veces...