Crítica del arranque de la temporada 3 de Lo que hacemos en las sombras, ya en HBO
Crítica del arranque de la temporada 3 de Lo que hacemos en las sombras (What We Do in the Shadows), cuyos dos primeros episodios ya están disponibles en HBO España.
Si la comedia Lo que hacemos en las sombras no existiera, habría que inventarla, porque es sin duda uno de los grandes reductos del humor en televisión y esperábamos el estreno de los nuevos episodios como agua de mayo porque ya sabíamos que raro sería que nos faltaran las risas.
Tras una hilarante primera temporada y una segunda todavía mejor que la anterior, las expectativas estaban por las nubes y hoy 3 de septiembre, por fin, HBO ha estrenado los dos primeros episodios de la serie titulados "The Prisoner" ("El prisionero") y "The Cloak of Duplication" ("La capa de la duplicación").
A partir de este momento irá llegando a razón de un nuevo episodio por semana cada viernes hasta completar los diez que componen la temporada 3. Esto nos emplaza hasta el 28 de octubre para conocer la resolución de la trama completa, fecha por cierto muy oportuna ya que nos sitúa muy cerca de Halloween.
Para poder seguir los acontecimientos es requisito indispensable haber seguido la serie y conocer tanto los últimos acontecimientos como la mitología propia de la narración y la forma que adopta, siguiendo el mockumentary de Taika Waititi del mismo título. Es decir, que estamos ante un falso documental en el que los personajes a veces hablan con las personas que les están grabando.
Cuidado, a partir de este momento y en aras de poder hablar de lo que llega en los nuevos episodios, encontraréis spoilers de la primera y la segunda temporada de Lo que hacemos en las sombras, que sigue en manos de un inspiradísimo Jemaine Clement.
Lazlo, Nadja, Nandor y Colin Robinson son cuatro vampiros que viven en Staten Island. El último de ellos es muy especial dado que sus habilidades no consisten en alimentarse de sangre, sino de la energía de los demás.
Cuida de ellos Guillermo de la Cruz, un abnegado familiar que se encarga de limpiar su casa, procurarles nuevas víctimas, deshacerse de los cadáveres que dejan a su paso y mantener el orden. Su meta en la vida es llegar a ser uno de ellos, consiguiendo que lo transformen en vampiro.
Sin embargo, después de varios accidentes significativos, su sueño se tuerce y comienza a sospechar que tiene habilidades como cazavampiros. Un buen día descubre que está emparentado con el legendario Van Helsing.
La muerte de un buen número de vampiros lleva a nuestros protagonistas a ser conducidos a una trampa: el Consejo Vampírico les invita a una falsa representación de Le Noveau Thèâtre des Vampires, un espectáculo que se celebra cada lustro reuniendo a la flor y nata de su mundo pero que es en realidad una suerte de juicio en el que la finalidad es condenarlos a muerte.
Cuando los cuatro estaban ya siendo preparados para la guillotina, Guillermo apareció para salvarlos acabando con todos los vampiros que encontró a su paso y echando mano de cruces, agua bendita y estacas de madera. Así concluía la segunda temporada y la tercera arranca mostrando las consecuencias de todo ello.
En el arranque, Nandor ha decidido encerrar a Guillermo en el sótano. Todos le temen después de haber visto cómo acababa con cientos de vampiros ante sus ojos y no se fían de él. Sin embargo, pronto les demostrará su fidelidad y recibirá un ascenso, pasando de ser su familiar a su guardaespaldas.
Adicionalmente, recibirán la visita de una Guía del Consejo Vampírico que les anunciará que, debido a la masacre, ahora son ellos los más antiguos que quedan en el área de Staten Island y por lo tanto, serán nuevos miembros.
Esto les dará acceso a una extensa biblioteca en la que cada uno de ellos encontrará material interesante: Lazlo se deleitará con los volúmenes de pornografía, Colin Robison emprenderá una cruzada personal para conocer sus orígenes como vampiro energético y Nandor quedará prendado de una reliquia muy especial de la colección del Consejo Vampírico: la capa de la duplicación.
A grandes rasgos, Lo que hacemos en las sombras puede calificarse como una obra maestra del humor porque consigue actualizar los mitos sobre los vampiros enfrentándolos a situaciones cotidianas (Nandor en el gimnasio es descacharrante) y seguir indagando en su propia mitología retorciéndola e introduciendo nuevos elementos.
Esta nueva temporada, además, hace que las interpretaciones brillen más: Kayvan Novak tiene ocasión de lucirse en el segundo episodio con el juego de identidades que propone el uso de la "capa de la duplicidad". Y tenemos también, claro está, interesantes cameos de los que preferimos no desvelar nada de momento, pero que os sacarán una carcajada.
Es decir, que la serie regresa por todo lo alto sacando lo mejor del reparto y afinando aún más con los guiones. Deseando estamos seguir hincándole el diente a los ocho episodios restantes y, por supuesto, a la cuarta temporada, en la que ya nos han adelantado que se profundizará en la familia de Guillermo. Todo el reparto es fantástico, pero ojo a Harvey Guillén porque su personaje es de traca.
VALORACIÓN:
Más loca, divertida y arriesgada: la tercera temporada de Lo que hacemos en las sombras opta por exprimir el talento del reparto y seguir explorando su mitología gracias a su humor absurdo. Es un bocado de lo más apetecible, una joya del humor.LO MEJOR:
Los guiones están más pulidos y consiguen sacar lo mejor del reparto. En general es aún más divertida que las temporadas anteriores.LO PEOR:
Es necesario seguirla para poder pillar los gags. Recomendamos verla en versión original para poder apreciar el trabajo de los intérpretes.90
Excelente
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