Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Crítica de Babylon, una oda delirante a la magia del cine y sus peores miserias

Babylon

Damian Chazelle vuelve a la carga con una larga película de más de tres horas de duración, Babylon, en la que ofrece su particular homenaje al mundo del cine. Estreno el 20 enero.

La nueva película de Damian Chazelle promete ser la más divisiva: tras llamar la atención con las magníficas Whiplash, La La Land y First Man se reinventa totalmente en Babylon, que en esencia cuenta lo mismo que The Artist (la demoledora incursión del sonoro y el desplazamiento de tierras en Hollywood) pero desde la mayor de las imposturas, apelando a lo políticamente incorrecto.

El experimento, de tres horas y ocho minutos de tortuoso metraje, nos lleva a recorrer distintas atmósferas que van desde los caóticos y ruidosos rodajes multitudiarios o las pantagruélicas orgías de las estrellas imperantes en el momento hasta la bajada a los infiernos de la mano de los gánsters que terminaron germinando en Los Ángeles y colonizando su lado más corrupto y deforme.

Pero ojo que, aunque no lo parezca, todo desemboca en nostalgia por lo que quedó atrás y en homenaje al séptimo arte: contar historias en celuloide, aunque para que siga funcionando el espectáculo tenga que pasar por necesarios hitos tecnológicos, ya sea la llegada del sonoro, el technicolor, el CGI, el 3D o, con perdón de quienes nos lean, "la madre que lo parió".

Vivirás para siempre entre ángeles y fantasmas

A nadie se le escapa que vivimos precisamente en una de esas crisis que remodelan la forma en la que nos relacionamos con el cine. James Cameron cree que tiene la fórmula infalible para atraer al público a las salas que no es otra que darles un espectáculo megalómano (abierto queda al debate si es una cáscara vacía) pero desde luego el streaming está cambiando, una vez más, el panorama.

Chazelle, que escribe y dirige Babylon, viene a decirnos que tanto da, que al final lo único que importa es que las películas consigan llegar a su público: que éste se maraville, ría, llore (o se quede tostado, o que vaya a darse cuatro besos a las butacas de atrás), pero que siga acudiendo a las salas.

 

La idea es magnífica, la forma de plasmarla, va de la genialidad y el humor negro al tostón insufrible e innecesariamente estirado. Es una película de contrastes muy autoconsciente (quizás demasiado) que se tiene el pie solo gracias a una interpretación desaforada por parte de la genial Margot Robbie, toda fotogenia y entrega.

Nellie LaRoy es un trasunto de su Harley Quinn cambiando los bocatas grasientos por toneladas de cocaína. Por más que se sienta orgullosa de su trabajo (no es para menos), no ha vuelto a hacer nada que supere a Tonya.

¿De qué va Babylon?

La película nos plantea la perspectiva de Manny (Diego Calva), un muchacho mexicano que comienza siendo el chico de los recados para ingresar en la industria del cine de la forma más humilde posible a la vez que lo hace Nellie, "la chica salvaje".

Tras darse a conocer de forma inesperada en un rodaje, Nellie se convierte en la actriz de moda hasta que el cine sonoro empieza a imponerse y queda patente que le va a resultar imposible mantener su estatus con el cambio.

No es la única: el que fuera un galán en los años 20, Jack Conrad (Brad Pitt), ve cómo su carrera se viene abajo y Manny, sin embargo, empieza a despuntar como productor de musicales.

Babylon

Paramount Pictures

Babylon es, como su propio título anuncia, una metáfora de que la Meca del cine fue un día una Babilonia de lujuria y escatología. Chazelle lo deja claro desde el minuto uno y no teme ser iconoclasta aplastando la idealización del mundo del cine (de la que incluso él mismo había servido en La La Land, por cierto).

Por lo demás es una película llena de historias: una película de películas, si se quiere, y por tanto también un contenedor de historias en sí misma.

Algunas de ellas son sensacionales, con arcos narrativos bien construidos y un discurso interesante (la relación de la crítica con el cine, el complejo de inferioridad de las películas respecto al teatro, los cambios que dieron forma al medio que conocemos hoy...).

Otras parecen pegotes añadidos que no encuentran ni el espacio ni la profundidad que necesitan (la llegada de la censura, la xenofobia, la hipocresía, las relaciones lésbicas, etc.).

La galería de personajes es abrumadora, pero de todos ellos apenas nos importan de verdad un puñado de ellos, que son los que sostienen la historia y le dan sentido. Entre sus puntos fuertes, una banda sonora de escándalo y una mezcla de sonido sobresaliente y estruendosa, en línea con la de Elvis(y que recuerda, en sus partes más tranquilas, a la de La La Land).

Al final, la frustrante sensación de que podando aquello que le sobra (que no es poco) y con un montaje distinto podría haber salido de aquí una obra de arte mayúscula.

VALORACIÓN:

Destellos de genialidad enterrados en escatología: el concepto de lo que Chazelle quiere hacer es muy interesante, la plasmación en pantalla sin embargo resulta tortuosa y provoca un mix de sensaciones que van del asco puro y duro al deleite. Es la película más irregular de su carrera.

LO MEJOR:

Margot Robbie es una diosa. Punto. La mezcla de sonidos (con ecos de La La Land en un lacónico piano), es una pasada.

LO PEOR:

Es menos divertida de lo que pretende. Le sobra una hora larga de metraje redundante y abundar en las cosas realmente importantes que quiere contar.
Hobby

50

Regular

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.