Crítica de The Continental: el Wickverso nos hace viajar al pasado de la mano de un joven Winston

Llegó el momento de que la saga John Wick se expanda más allá de las películas y las novelas gráficas. Esta era, de hecho, la ocasión especial en la que se podía demostrar que un producto derivado podía funcionar más allá del carisma incontestable de Keanu Reeves. Sin embargo, el experimento de The Continental ha salido solo regular. Ahora os contaremos por qué.

Si hay una parte del Wickverso que resulta atractiva, misteriosa y seductora es la de el hotel de los asesinos en la que los enfrentamientos están tajantemente prohibidos. Así que es más que natural que la primera parada de un spin-off sea en una narración de orígenes de cómo se forjó el Hotel Continental.

El Winston Scott del espectacular Ian McShane y el inquebrantable Charon del recientmente fallecido Lance Reddick eran dos personajes secundarios excepcionales y ahora nos toca reemplazarlos por sus versiones jóvenes en un salto temporal hacia atrás que nos sitúa en los años 70.

Nuestro protagonista, Colin Woodell, es, de largo, el intérprete mejor escogido en un casting algo desigual que no parece que haya puesto toda la carne en el asador. Mel Gibson no es el mejor de los fichajes, la verdad.

John Wick se caracteriza por hacer gala de una acción trepidante cuando llega el momento, pero también por cocinar sus enormes clímax con esmero haciendo gala de una puesta en escena minuciosa y una fotografía muy luminosa. Y rara vez levanta el pie del acelerador: es un espectáculo de primera fila que incluso se resiste a renunciar al humor. 

Por desgracia, eso no ocurre en The Continental. El aspecto vintage no tiene lugar en una serie ambientada de por sí en los 70, pero es que además rara vez nos sentimos inmersos en el plano temporal que nos proponen. A menudo tanto las caracterizaciones como la trama en sí misma se hace demasiado contemporánea y los caminos que transita, trilladísimos.

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Nuevas imágenes de The Continental con sus personajes principales (7 imágenes)

Así que no podemos decir que The Continental sea una adición esencial al canon de este universo porque en sí no desarrolla demasiado la historia y la alarga en tres episodios que podrían funcionar como tres películas sin aportar información crucial.

El showrunner Chris Collins, guionista de The Wire y John Wick 3: Parabellum, ha asumido riesgos al salir de su área de confort y si hace apenas una semana os contábamos de que esto le salía muy bien a Daryl Dixon, el spin-off de The Walking Dead, no podemos decir lo mismo de esta serie, que no tiene claro qué hizo bien John Wick para convertirse en algo único y distinto dentro del cine de acción.

¿Significa esto que The Continental no puede disfrutarse? No, solo que tiene un gran potencial de defraudar a quienes esperen un espíritu similar al de las películas. Desde los primeros compases de la serie tenemos claro que es todo muy distinto: el tono, el ritmo, la escasa y algo confusa acción, un abordaje de la violencia menos estilizado y lúdico y un dramatismo que le resta mucha diversión.

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The Continental (8 imágenes)

Los especialistas siguen haciendo un trabajo encomiable y hay cierta ambición de dejar boquiabierta a la audiencia gracias a espacios enormes y atestados que bien recuerdan a los de Babylon, pero para eso habría hecho falta más concisión y un enfoque más recreativo, además de un pulso más firme en la dirección. A veces es tan lenta, que resulta tediosa.

Nuestro consejo: es mucho mejor abordar el visionado de The Continental como una pieza completamente aparte, sin expectativas de alcanzar el nivel de éxtasis con la acción que con John Wick. Se puede tomar casi como una carrera de fondo: hay recompensa final para quien se mantenga firme y llegue hasta el desenlace... pero hay que llegar, y es un camino que se hace cuesta arriba.