Crítica de Dota: Sangre de dragón - La serie animada de Netflix

De un tiempo a esta parte, Netflix ha dado un paso de gigante a la hora de desarrollar más series originales con las que llenar su ya de por sí amplio catálogo. Y en ese esfuerzo considerable por extender su oferta audiovisual streaming no ha olvidado uno de los grandes géneros de la pequeña pantalla: la animación. Por ello, muchas son las series animadas de Netflix que ven la luz en la plataforma streaming por antonomasia, ya sean japonesas, estadounidenses, europeas, basadas en sagas literarias juveniles como Memorias de Idhún o, en este caso, en universos surgidos de la industria del videojuego. Y el ejemplo más reciente que tenemos es Dota: Sangre de dragón.

Dota 2 es un videojuego de estrategia de acción en tiempo real, también conocido como MOBA, desarrollado por la empresa Valve Corporation. DOTA, que básicamente eran las siglas de Defense Of The Ancients, surgió como un mapa jugable en Warcraft III: Reign of Chaos y acabó saliendo del brazo de Blizzard y el propio Warcraft para constituirse como un videojuego con personalidad propia, con nombres de personajes exclusivos, elementos característicos únicos e incluso un apartado gráfico distinto. Y la serie animada Dota: Sangre de dragón viene a ser una tercera entrega, pero esta vez lejos del mundo de los videojuegos.

Dota: Sangre de dragón es una serie de animación creada por las divisiones de Netflix Animation y Valve Films y escrita y dirigida por Ashley Miller, quien ha trabajado como escritor en otras series de la talla de Black Sails, Fringe o The Twilight Zone, además de en películas mundialmente conocidas como Thor (2011) y X-Men: Primera generación. Con ocho episodios de veinticinco minutos de duración, la serie nos sumerge en el mismo universo que Dota 2 pero alejándonos del frenesí del juego y profundizando en elementos propios de la fantasía, la épica e incluso la herencia japonesa del anime.

Fantasía épica con magia, dragones, caballeros y princesas

La trama de esta serie gira en torno a Davion, un denominado "caballero dragón" que se enfrenta a distintos monstruos y enemigos y vive aventuras junto a una princesa exiliada, Mirana, que está buscando los fragmentos de unos lotos robados pertenecientes a la diosa que adora. Una premisa que, con estos como pinceladas, desarrolla a los dos personajes protagonistas, los secundarios y el universo al que pertenece.

Las mejores series de Netflix que puedes ver ahora mismo

¿Con ganas de pasar el rato con Netflix y no sabes por dónde empezar? Entonces toma buena nota de esta de las mejores series de Netflix que sin duda recomendamos para ver ahora mismo.

Descúbrelas

Un universo que, como podéis imaginar con estos elementos que hemos mencionado, está anclada puramente en la fantasía más épica que podéis imaginar. Magia, dragones, caballeros, princesas, monstruos, aventuras, acción. Un derroche de todos los prismas que toca la fantasía, potenciado al mismo tiempo por el hecho de ser animación. Así que todos los amantes de la fantasía, aunque no conozcan Dota 2 o no tengan conocimientos previos de este mundo, van a disfrutar con Dota: Sangre de dragón.

Hablando de la animación, Dota: Sangre de dragón se coloca entre ese tipo de series de Netflix creadas por técnicas animadas de 2D. Y, en ese sentido, debemos estar agradecidos porque, como explicamos recientemente con la serie animada de Pacific Rim: Tierra de nadie, la plataforma streaming tiene una asignatura pendientes con las animaciones 3D, haciéndose pequeña cuando se trata de recrear acción y engrandeciéndose cuando soporta los diseños de personajes. Por fortuna, en esta serie de fantasía no le podemos sacar ninguna pega a la animación, a excepción del etalonaje en ocasiones apagado que nos ha sorprendido negativamente.

Por otro lado, una de las cosas que más nos interesaban de esta nueva aventura en el universo de Dota 2 era si iba o no iba a tener la "sensación de videojuego"; es decir, si íbamos a ver algo similar a, por ejemplo, la saga de Sword Art Online, cuya historia animada tiene esa sensación de videojuego de la que hablamos en la que el personaje va mejorando conforme avanza la trama. Y, efectivamente, así ha sido. Dota: Sangre de dragón no tiene el espíritu de SAO ni intenta emularlo, pero sí mantiene intacta la esencia de esos mundos de fantasía épica que nos atrapan en los videojuegos y nos hacen mejorar a nuestro personaje para enfrentarnos a retos todavía mayores.

No queremos decir con esto que haya similitudes entre Sword Art Online, ya que Dota: Sangre de dragón no es un anime isekai. Aquí no cogemos a unos personajes y los trasladamos a un universo paralelo, ficticio o dentro de un videojuego de realidad virtual. El mundo de Dota 2 existe en la animación como existe en los videojuegos, y tiene sus propias normas, reglas, leyes, lore, canon y un largo etcétera que hacen que el universo funcione sin necesidad de plantearnos dónde están o cuánto se parece al nuestro.

En definitiva, Dota: Sangre de dragón es una serie de televisión animada de Netflix perfecta para los amantes de la fantasía y, por qué no decirlo, también idónea para los que disfrutan los animes 2D de la plataforma streaming. Muchos van a descubrir un mundo rico y diverso, y una aventura divertida, con un buen ritmo, con personajes interesantes y carismáticos y con esa sensación de videojuego que hace que sea una gran traslación de medios. ¡Una recomendación como pasatiempo, de todo corazón!

Si no la habéis visto todavía, ¿le daréis una oportunidad? ¡Os leemos en los comentarios!