Logo Hobbyconsolas.com
Logo HobbyCine

Crítica de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones - Fantasía épica disfrutona que reinicia la franquicia

- Actualizado:
Dungeons & Dragons

Crítica de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones, el reinicio de la franquicia con Chris Pine, Michelle Rodriguez, Sophia Lillis, Justice Smith y Hugh Grant. Estreno este 31 de marzo.

Seamos sinceros, cuando supimos que saltaría a la gran pantalla una nueva película de Dungeons & Dragons, nos echamos a temblar.

Quedaba en nuestra memoria un resquicio de la infame versión del año 2000 con Jeremy Irons que no nos hemos atrevido ni a revisitar y que tuvo una secuela en 2005 titulada Dungeons & Dragons: Wrath of the Dragon God de la que nadie se acuerda. Amén de la TV movie Dungeons & Dragons: The Book of Vile Darkness de 2012.

Más fuerte aún late todavía el recuerdo de la serie de animación de los años 80 que nos hizo canturrear su canción durante años: "Dragones y mazmorras, un mundo infernal. Se ocultan en las sombras las fuerzas del mal". Se encargaron del pegadizo tema los integrantes de Los dulces, hijos de Los diablos, en una década en el que los grupos infantiles partían la pana en nuestro país.

Pero si nos ponemos a hacer la moviola, tenemos que retrotraernos todavía una década más atrás en el tiempo para hablar del origen de todo: el juego de rol de fantasía heroica que nació en 1974 en Estados Unidos. Fue diseñado por Gary Gygax y Dave Ameson y publicado por una compañía que pertenecía a TSR (Tactical Studies Rules).

Su importancia es capital para comprender los juegos de rol modernos puesto que su lanzamiento supuso un puente entre los juegos de tablero diseñados a golpe de papel, lápiz y dados y la actual industria que conocemos hoy.

 

El periplo recorrido por la firma ha sido muy largo, pero con algunos hitos esenciales para comprender el origen de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones. Wizards of the Coast, que tenía la titularidad de la IP, pasó a manos de Hasbro en 1999 y en 2019 ésta fue adquirida por eOne Entertainment, cuya área de distribución cerró en España en 2022.

La productora, no obstante llegó a un acuerdo con Paramount Pictures que ha permitido el lanzamiento de la película con la vocación de iniciar un nuevo universo cinematográfico. Y la jugada inicial les ha salido muy bien.

A pesar de sus algo largos 135 minutos de duración ofrece justo lo que el público puede buscar en ella: entretenimiento simpático, algo de humor absurdo, hechizos, criaturas, retos y aventuras.

Sus fortalezas radican en un guión respetuoso con el material de origen, un reparto carismático liderado por Chris Pine y Michelle Rodriguez y un sentido del humor próximo a las aventuras noventeras que le sienta muy bien y nos trae a la cabeza otras obras con las que comparte espíritu.

Si Gygax en su día aspiraba a crear un universo ficcional tan grande y cohesionado como el de Star Wars o Indiana Jones el espejo en el que se miran hoy los directores Jonathan Goldstein y John Francis Daley es el de Marvel, por razones obvias. Tengamos en cuenta que, a pesar del declive paulatino por eso que llaman "cansancio por saturación", han generado una línea de negocio muy sustanciosa.

La idea que hay detrás de esta película, que cuenta con un guión escrito por los directores en colaboración con Michael Gilio basándose en una historia de Gilio y Michael McKay es recrear una partida de rol. Este último ha demostrado tener un indudable olfato para el espectáculo dirigiendo cintas como La guerra del mañana y teniendo en cartera proyectos como Renfield y Jonny Quest.

Lo mejor es que no hace falta ser un experto rolero ni el "amo del calabozo" para disfrutarla, porque está pensada como un blockbuster muy asequible a todo el mundo, aunque con guiños de todo tipo que mejoran la experiencia para quien está familiarizado con la mitología: nombres, personajes, lugares, situaciones... 

Pon en tu vida un poco de fantasía

Pero, ¿de qué va la película? El argumento de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones equilibra muy bien drama, comedia y acción. Nos presenta a un Chris Pine que interpreta a Edgin, un pillo ladrón que tuvo que dejar atrás a su hija cuando fue cogido in fraganti dando un golpe y encerrado en prisión. 

Años después decide fugarse y volver a su lado, pero la joven Kira está bajo la protección de Forge, el que fuera su compinche aunque ahora su ambición lo ha llevado a lo más alto de la cadena trófica del poder.

Junto a él una enigmática hechicera Sofina se va a convertir en todo un dolor de cabeza para Edgin, su fiel amiga Holga y otros colegas que se les van a ir uniendo por el camino y van a terminar poniendo su talento (y sus ganas de mejorar) al servicio de una causa noble.

A pesar de sus imperfecciones, que las tiene, Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones tiene un halo de magia que la hace muy peculiar. Subvierte la tónica de la autoconsciencia, que se hace ya hasta cansina o la permanente necesidad de lanzarle cebos al espectador con cliffhangers, secuencias postcréditos o delirios de grandeza que a veces se quedan en nada

¡Hemos perdido ya la cuenta de los planes de futuro truncados de las películas de superhéroes, por ejemplo!

Ofrece una gozosa experiencia de visionado con alguna que otra incursión desternillante (los personajes interpretados por Regé-Jean Page y Bradley Cooper son la risa). La película tiene valor por sí misma, pero a su vez asienta una buena base de cara al futuro porque consigue que le cojamos cariño este grupo de héroes en construcción que a veces aciertan y a veces fallan.

En su honestidad reside una de las grandes claves de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones porque no pretende ser lo que no es... fuera doctrinas, tramas metidas con calzador y pretensiones grandilocuentes y dentro diversión, amistad, hazañas y fantasía irresistible. ¡Estamos dentro!

VALORACIÓN:

Dungeons & Dragons vuelve por la puerta grande con una película divertida, repleta de acción, humor y guiños a los amantes de la franquicia. Es una sólida primera piedra para seguir construyendo una saga cinematográfica en la medida en que se le toma cariño a los personajes y se disfruta de principio a fin.

LO MEJOR:

Los personajes son carismáticos, el humor es fresco y tiene un regustillo noventero bien captado.

LO PEOR:

Sus 134 minutos de duración: ajustando tiempos sería una película más redonda.
Hobby

80

Muy bueno

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.