Crítica de Los fontaneros de la Casa Blanca, la sátira del mayor escándalo político de EE. UU.
Dos de los productores de Veep han tratado de equilibrar la sátira con los hechos reales de la tormenta política e institucional que destapó el Watergate. Pero ¿funciona como serie?
Mayo arranca interesante en HBO Max con la llegada de una de esas series que, solo por su reparto, merece la pena dedicarles un ratillo.
Se trata de Los fontaneros de la Casa Blanca, una serie que nos llevará a los entresijos del escándalo Watergate que terminaría derrocando al presidente Richard Nixon tras varios años jugando al gato y al ratón con las autoridades.
Dos de los productores y guionistas de Veep, Alex Gregory y Peter Huyck, toman el libro Integrity: Good People, Bad Choices, and Life Lessons from the White House, escrito por Bud Egil y Matthew Krogh y lo han convertido en una historia con tintes satíricos.
Hoy, en Hobby Consolas, os traemos nuestra crítica de Los fontaneros de la Casa Blanca. ¿Logrará esta combinación conquistar el catálogo de la plataforma?
El mayor escándalo político de Estados Unidos
A estas alturas, quien haya abierto en su vida un libro de Historia contemporánea, habrá leído algo sobre el escándalo Watergate, el robo de documentos del Partido Demócrata que dio paso a una batalla institucional con el presidente Richard Nixon como epicentro.
Y es que, aunque Estados Unidos no tiene ni 250 años de historia como nación independiente, de escándalos y altercados documentados en películas y series no andan cortos.
Los fontaneros de la Casa Blanca sigue a dos de los perpetradores del robo de documentos en el complejo Watergate, Howard Hunt (Woodie Harrelson) y Gordon Liddy (Justin Theroux).
Junto con otros cómplices, este dúo formado por un antiguo agente de la CIA y un antiguo integrante del FBI lograrán lo imposible: derrocar al presidente cuyo puesto trataban de proteger.
Una extraña combinación que no termina de funcionar
A pesar de que la nueva serie del catálogo de HBO Max explora uno de los acontecimientos más turbios, siniestros y vergonzosos de la historia política de Estados Unidos, Alex Gregory y Peter Huyck han optado por brindarle un tono de sátira a la serie.
La cosa podría haber funcionado mejor, pero Los fontaneros de la Casa Blanca mete en el mismo saco tantos géneros en un marco basado en hechos reales que no termina por aclararse y, con frecuencia, se zancadillea a sí misma.
Por momentos vemos una buddy movie, a ratos un thriller de espías con tintes de comedia patosa, y en otros casos parece que estamos viendo una película de la saga Ocean's.
La serie tiene momentos divertidos, no os lo vamos a negar, pero brinda tal nivel de mediocridad a casi todos sus personajes que da que pensar, pero no en el sentido que Los fontaneros de la Casa Blanca pretende.
Si nos olvidamos de que la serie se vendió como un "drama biográfico", no es un mal producto. Por desgracia, la representación caricaturesca de varias figuras históricas, especialmente los infames conspiradores, desdibuja el objetivo original.
Un reparto de lujo que brilla, pese a las circunstancias
La presencia de Woody Harrelson (Bienvenidos a Zombieland) haciendo de Woody Harrelson en Los fontaneros de la Casa Blanca contribuye al tono satírico de la serie de HBO Max.
Sin embargo, series como True Detective nos han demostrado que el actor tiene un registro dramático bestial que podría haber sido brillante en esta historia.
En la otra mano tenemos a Justin Theroux (The Leftovers, Maniac), quien conforma la otra parte de esta dupla protagonista. Como dúo cómico para una buddy movie, cumplen perfectamente su función. No obstante, insistimos en el problema de base que tiene la miniserie: exceso de géneros pisándose entre sí.
Los fontaneros de la casa blanca cuenta, además, con nombres ilustres como Lena Headley (Juego de tronos) como Dorothy Hunt, la esposa del personaje de Woody Harrelson, o Domhnall Gleeson (Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza, El paciente) como John Dean, consejero de la Casa Blanca de Nixon y quien mete a Hunt y Liddy en la conspiración.
A pesar de los grandes recursos y excelente ambientación y banda sonora de los que dispone Los fontaneros de la Casa Blanca, ese batiburrillo de géneros entorpece la experiencia, aunque se equilibra ligeramente con el excelente reparto.
Si desconectamos el chip y lo vemos como un mero contenido de entretenimiento, la serie de HBO Max salva mejor los muebles. Cierto es que hay decenas de películas que han tocado el escándalo Watergate si nos queremos tomar las cosas más en serio.
No obstante, Los fontaneros de la Casa Blanca habría hecho bien en sintetizar algo más algunos aspectos de sus personajes. Es una serie disfrutona, pero no te la tomes muy en serio, porque ella tampoco lo hace en muchos momentos. El de hoy es el primero de los cinco episodios que conformarán la miniserie de HBO Max.
VALORACIÓN:
No logra encontrar el equilibrio entre el cóctel de géneros que propone. Tiene un reparto excepcional que la mantiene a flote a base de carisma y esfuerzo, pero pudo ser mucho más de lo que ha sido finalmente.LO MEJOR:
Tiene un reparto de lujo y una fantástica ambientación setentera.LO PEOR:
El batiburrillo de géneros tiende a entorpecer la propia historia, profundizando en asuntos que aportan poco o nada.68
Aceptable
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