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Crítica de Hasta los huesos: Bones and All, un drama romántico sustentado en el carisma de Chalamet

Hasta los huesos

Crítica de la película Hasta los huesos: Bones and All en la que el director Luca Guadagnino adapta la novela de Camille DeAngelis del mismo título. Estreno el 25 de noviembre.

Cinco años después del estreno de la memorable adaptación literaria Call Me by Your Name, el director italiano Luca Guadagnino y el actor Timothée Chalamet vuelven a trabajar juntos en una nueva versión cinematográfica basada en otro libro, en este caso, la de la novela de Camille DeAngelis cuyo título se traslada tal cual a la película: Bones & All.

El libro está disponible (para los ávidos lectores que prefieren la tinta impresa antes que las imágenes) en castellano en una edición de Plaza & Janés de 280 páginas que se han traducido en 131 minutos de metraje.

¿Se hace larga la película? No vamos a engañaros: sí. Tiene momentos en los que se hace cuesta arriba, sobre todo debido a que empieza bastante fuerte y va perdiendo fuelle hasta llegar a una resolución bastante alargada que roza lo cursi.

Hasta los huesos (película que nada tiene que ver con la protagonizada por Lily Collins disponible en Netflix) nos traslada a los años 80 para presentarnos a Maren, una joven con un grave problema que su padre no sabe ya cómo controlar.

Es en este prólogo que sirve de presentación de los personajes y del tema principal que aborda la película donde están sus mayores virtudes y buena parte de las secuencias de mayor impacto (si has tenido la suerte de llegar a la sala de cine sin que te revienten la trama).

Con tan solo unas pocas pertenencias encima y la grabación que él le deja explicándole cuándo empezaron sus problemas, Maren se dispone a vivir al margen de la sociedad buscándose el sustento por su cuenta hasta que conoce a un estrafalario mentor: Sully.

 

Él le explicará algunos aspectos de su condición de los que ella no tiene ni idea, pero también conseguirá ponerla tan nerviosa como para abandonarlo a la primera oportunidad.

Así, su camino se cruzará con el de Lee, un vagabundo de su edad más experimentado y acostumbrado a un modo de vida itinerante. Juntos recorrerán carreteras secundarias en un viaje que les cambiará para siempre.

Viaje iniciático por carretera y amor abocado al desastre

Si se elide de la ecuación en elemento fantástico, que entronca de alguna manera con la mitología vampírica aunque elevando la apuesta con un mayor nivel de vísceras, estaríamos ante un tratado sobre el deseo adolescente y la necesidad de libertad y reafirmación de un par de jóvenes en un mundo bastante hostil en el cual no encajan. Todo un cliché mil veces visto.

La adaptación del guionista David Kajganich (The Terror) de la novela es, en este punto, certera, aunque por desgracia desaprovecha el potencial terrorífico de ciertas situaciones para decantarse por un romanticismo insípido y por posponer las revelaciones tanto en el tiempo que es muy fácil anticiparse a la trama. 

Hasta los huesos
Warner Bros.

En otras palabras, le falta ritmo y le sobra metraje... además de que se echa en falta una apuesta aún más decidida por mostrar la monstruosidad de la antropofagia que ha sido el leit motiv para "vender" la película con el morbo derivado del escándalo del compañero de reparto de Chalamet en Llámame por tu nombre.

No es que no haya elementos gore, sino que esos arrebatos en forma de pulsión caníbal quedan enterrados en una road trip que no consigue retratar a la sociedad norteamericana ochentera ni tampoco añadirle capas a una historia de amor anodina que se desarrolla de forma excesivamente lenta.

En Bones and All lo que en verdad nos deja pegados a la pantalla es la calidad de las interpretaciones, desde las de los desamparados Taylor Russell y Timothée Chalamet cuyos personajes tienen que enfrentarse a grandes dilemas morales hasta las breves apariciones de Mark Rylance y Michael Stuhlbarg en dos roles secundarios pero fundamentales que marcan la dirección de la historia.

La película pasó sin pena ni gloria por Sitges, donde no consiguió entusiasmar ni la mitad de lo esperado y raro será que su paso por cartelera no siga los mismos pasos.

VALORACIÓN:

Hasta los huesos es un drama romántico adolescente cargado de clichés en el que sobresalen las interpretaciones y algunas secuencias puntuales impactantes, pero que carece de fuerza y se desinfla hasta llegar a un alargado final.

LO MEJOR:

El arranque de la película, sobre todo si no sabes nada de la película y consigues sorprenderte por su deriva. La interpretación de Chalamet.

LO PEOR:

Es demasiado larga y no consigue ir mucho más allá de su premisa romántica. Una pena porque la novela señalaba temas más importantes y trascendentales
Hobby

65

Aceptable

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