Crítica de Mamá o papá, una comedia familiar políticamente incorrecta y, por momentos, desternillante

En 2015 se estrenaba en Francia la comedia Papa ou maman, de Martin Bourboulon, que trataba de sacarle partido cómico a la tragedia de la desintegración familiar. 

Si la pugna habitual en los dramas de similar temática es ver hasta qué punto puede llegar a degradarse una pareja y cuál es el límite de su ambición por acaparar los bienes que hasta el momento de la ruptura eran de ambos, aquí el giro humorístico es que los hijos son justo aquello de lo que los dos protagonistas, por distintos motivos, se quieren deshacer.

Resultado: las estrategias de ambos progenitores pasan por poner a los vástagos en aprietos para que ellos mismos decidan que son malos padres y por tanto prefieran "irse con el otro" permitiéndoles hacer realidad sus sueños.

El nudo argumental, jugoso y divertido por darle la vuelta a la tortilla, da pie a que, como en otras ocasiones, se realicen remakes similares con estrellas humorísticas patrias, como es este caso.

Después de que en 2017 se hiciese una nueva adaptación en Italia, le ha tocado el turno a la versión española... si bien éste era un título que esperábamos haber visto en 2020 y que se ha ido atrasando hasta llegar a estas navidades.

Aunque parezca que se estrena tarde, en verdad el timing de Mamá o papá está bien escogido para pillar las fiestas de por medio: no solo es más probable que triunfe en tanto que es una comedia familiar, aunque bastante irreverente y en las antípodas de cintas como Padre no hay más que uno, sino que las propias Pascuas hacen acto de presencia en el metraje, así que va que ni pintada.

En la dirección, Dani de la Orden, que ha venido haciéndose cargo de otros remakes como El mejor verano de mi vida (que tendrá como secuela La mejor Navidad de mi vida, con él al frente de nuevo y previsible fecha de estreno el próximo diciembre) o Hasta que la boda nos separe, y deja claro con esta nueva película que se siente cómodo en este tipo de adaptaciones y que, además, se le dan bien.

Porque como ya imaginaréis, queridos lectores, la gracia de este formato es ser capaz de incorporarle algo nuevo que le dé un nuevo "sabor". Y dirigir bien a los jóvenes actores, que siempre es un reto importante.

Aquí lo que hace de este caldo algo sabroso es tener en pantalla a dos tótems de la comedia como Miren Ibarguren y Paco León, que además de ser dos talentazos en este género tienen una química innegable.

Dan vida respectivamente a Flora y Víctor, padres de tres hijos a los que deciden comunicarles que van a separarse. Pero es que, además, coincidiendo con ese momento, les surgirán dos oportunidades de oro en el plano laboral, completamente incompatibles con la crianza de sus tres fierecillas.

A partir de ese momento se dedicarán a competir para no quedarse con la custodia... y por supuesto para no compartirla. En plena crisis de Peter Pan, Víctor comenzará una relación con una jovencísima compañera de trabajo y Flora hará todo lo posible para deshacerse de las responsabilidades familiares.

Ojo a los cameos, porque Mamá o papá tiene unos cuantos interesantes como el de Ester Expósito (Élite), Berto Romero (Mira lo que has hecho) o Eva Ugarte (Madres).

Por lo demás, es una película que pasa de la comedia pura y dura, descacharrante y políticamente incorrecta, hasta llegar a un desenlace algo más manido (función escolar mediante) que se carga un poco el espíritu festivo y desafiante del comienzo del metraje para entrar en el terreno más sentimental.

En cualquier caso, es hora y media de pura evasión que se puede disfrutar en familia y que no deja mal sabor de boca gracias a que consigue zafarse del exceso de ñoñería de productos similares. Además de realizar una reflexión interesante sobre la evolución de las relaciones cuando se produce una ruptura sentimental y una separación.

Mamá o papá es la gran apuesta del cine español por la comedia junto a La familia perfecta, aunque puede que aquella supiera plasmar con mayor destreza realidades fuera de los tópicos. Con todo, se puede decir que es un remake con personalidad propia y que las risas están aseguradas.