Crítica de Matar al padre, la nueva serie de Movistar +

Movistar + continúa ampliando su catálogo con series de producción propia con una enorme variedad para su abanico de ficciones. Abrió camino con La zona el año pasado y a lo largo de éste hemos visto como aterrizaban La peste, Vergüenza, Mira lo que has hecho y Félix consecutivamente. 

Ahora le llega el turno a Matar al padre, una serie de corte dramático, aunque con pinceladas cómicas, compuesta por cuatro episodios de unos cincuenta minutos a lo largo de los cuales la realizadora catalana Mar Coll radiografía una familia durante un largo periodo de tiempo y la dinámica de las relaciones entre los integrantes de la misma.

¿De qué trata Matar al padre?

En la Barcelona postolímpica de 1996, conocemos a Jacobo Vidal, abogado de profesión, hombre despótico y autoritario determinado a controlar todos los aspectos de su existencia y la de sus hijos, Tomás y Valeria... Y marcado asimismo por una figura paterna bastante peculiar. Es un padre obsesivo y disfuncional, que no duda en doblegar cualquier obstáculo que se interponga en el bienestar de su familia para encajarlo a la fuerza en su propia visión del mundo, convirtiendo a sus hijos en víctimas de un "exceso de amor paterno".

Pero la vida es imprevisible y dieciséis años después, en plena crisis económica mundial, Jacobo comprueba perplejo cómo su vida no se corresponde con lo que él había planeado...

Os hemos explicado que Matar al padre es una serie (porque lo es en la forma), pero también podríais comprenderla como una película en cuatro actos entre los cuales median saltos temporales (lo que es de corazón). Y no es una cuestión baladí: se podría ver perfectamente del tirón porque no solo es autoconclusiva sino que "pide" llegar al acto final, en el que todas las tramas confluyen y se nos lanza un mensaje conciliador. Todos los personajes evolucionan y aprenden unos de otros. 

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Matar al padre - Galería de imágenes I (5 imágenes)

La serie se ha presentado en el Festival de Málaga, el D'A Film Festival de Barcelona y el festival Séries Mania de Lille (Francia). A su paso por el primero de ellos, el protagonista de Matar al padre, Gonzalo de Castro, alababa la originalidad del guión: "Me encontré con oro en las manos, con un guion que no se parecía a nada que hubiese leído últimamente". Y es que su personaje es todo un caramelo para un actor, gracias a que sirve de vehículo para mostrar ese temido salto generacional entre padres e hijos que parece insalvable y también porque está lleno de matices y variaciones. Su acentuada personalidad, en extremo controladora y castradora, es el origen de no pocos conflictos, pero hay que reconocerle también cierta razón dentro de su paranoica concepción de la vida y la serie le da "a cada uno lo suyo".

Los guionistas Valentina Viso, colaboradora habitual de Mar Coll, y Diego Vega hicieron referencia precisamente al proceso de escritura que "duró dos años, fue un proceso largo que permitió dotar de profundidad al guión. Es un lujo poder trabajar con estos plazos". Y es que por fortuna, Movistar + está mimando todos sus productos. Su carrera es de fondo: no buscan ampliar al peso su catálogo sino contar con visiones únicas, historias originales y sobre todo, con mucho talento patrio.

Mar Coll ha explicado por ejemplo su interés en conseguir un producto final íntimamente ligado con la realidad: "hemos trabajado como siempre, hemos creado a partir de nuestra vida y experiencias personales; tal vez por eso no se parezca a otras series. [...] Todos estamos rodeados de personajes obsesivos como el protagonista Jacobo Vidal".

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Matar al padre - Galería de imágenes II (5 imágenes)

El sello autoral de la serie es bastante fuerte: Mar Coll viene de rodar películas como Tres días con la familia o Todos queremos lo mejor para ella y con esta serie digamos que sigue consolidando su personalidad como directora reafirmándose en su área de interés principal: la familia. Gonzalo de Castro le permite explorar, gracias a su acentuada vis cómica, el terreno de la tragicomedia hilvanado un humor muy especial a lo largo de sus líneas de diálogo y en suma, hay buena química entre los integrantes del reparto entre los que destacan Paulina García (Narcos), Marcel Borrás (Sé quién eres) y Pol López (Los del túnel).

Pero lo mejor de la serie es que aboga por hacernos crecer como espectadores a la vez que lo hacen los integrantes de este particular clan: léase crecer como darte cuenta de que no siempre se tiene razón y aprender a ceder en la justa medida.