Critica de The Midnight Gospel, la serie de animación para adultos de Netflix
El nutrido panorama de series de animación para adultos en el que tan buena recepción han tenido series como Bojack Horseman o Undone ha recibido una nueva incorporación por medio del catálogo de originales de Netflix: The Midnight Gospel, creada por Duncan Trussell y el guionista de Hora de aventurasPendleton Ward y dirigida por Mike L. Mayfield (Big Mouth).
Compuesta por ocho episodios de entre 20 y 30 minutos de duración, The Midnight Gospel se dirige a un público adulto al mostrar las conversaciones, a menudo de corte existencialista, extraídas del podcast “The Duncan Trussell Family Hour”.
Así, los episodios cuentan con las voces originales del doctor Drew Pinsky, especialista en adicciones; la escritora y activista Anne Lamott y el productor cinematográfico Raghu Markus; el exconvicto condenado a muerte y exonerado Damien Echols; la maestra de meditación Trudy Goodman; el escritor futurista Jason Louv; el compositor y maestro budista David Nichtern; la especialista en tanatopraxia Caitlin Doughty y Deneen Fending, la difunta madre del propio Trussell.
Con estos mimbres ya queda bien claro que la temática se aleja totalmente de la de Hora de aventuras, y el público objetivo de la serie, también difiere de forma notoria. A pesar del aspecto colorido y el alocado ritmo al que se suceden las imágenes en pantalla, el audio nos lleva por derroteros muy distintos a los de la imagen y abundan estampas duras, violentas y escatológicas.
The Midnight Gospel nos presenta a un podcaster espacial llamado Clancy que se vale de un simulador de multiversos que funciona bastante mal para entrevistar a curiosos seres que viven en mundos alternativos moribundos ya sea por la explosión de un apocalipsis zombi o por causa de la mismísima Muerte en persona.
Clancy hace uso de este dispositivo que, por si fuera poco, está insertado en su cabeza, para acceder a distintos multiversos y poder realizar su trabajo hablando con los distintos seres que rodean su mundo, grabando sus conversacioes para ofrecerlas luego a través de su podcast.
Lo primero que hay que señalar es que no se parece a nada que hayas visto antes, aunque haya ciertos aspectos en la sinopsis que puedan traeros a la cabeza a Rick y Morty. Sí, aquí también hay viajes cósmicos y realidades alternativas pero lejos del propósito humorístico hay en The Midnight Gospel otras inquietudes y un potentísimo sello personal: es una propuesta bastante única en su especie y decididamente transgresora, sin buscar el bienestar del público si no más bien retándolo a seguir la trama y descifrar sus misterios ocultos.
En este sentido, hay que señalar como elemento positivo el hecho de que te incentive a indagar y a rascar para sacarle el máximo partido posible. Quizás también a llevártelo todo a tu propio terreno y a recapacitar sobre los grandes temas: la vida, la muerte, el amor o la búsqueda de cierto nivel de comunión con la realidad ya sea por medio de la meditación, el arte o la entrega. Y ojo al guiño a "El anciano de los días" de William Blake y a otras de sus visionarias obras.
¿Genialidad o tortura?
Si hay algo que nos ha quedado claro tras visionar The Midnight Gospel al completo es que va a polarizar a la audiencia: o entras de lleno en ella dejándote embelesado o te sitúa al borde del infarto cerebral, deseando que cada capítulo llegue a su fin o incluso pausándolo para no perder el hilo.
No recomendamos en ningún caso consumirla en forma de maratón sino, a ser posible, hacerlo de forma espaciada y dejando reposar un poco la matera gris entre episodio y episodio. No se presta al atracón y de hecho no tiene pinta de haber sido creada con este fin, antes al contrario.
Las conversaciones se suceden de forma rápida mientras nuestro protagonista viaja por mundos que parecen sacados de un viaje de ácido. Así que, era de ley, la primera historia habla precisamente de cuáles son las sensaciones que generan las drogas y, en concreto, qué es lo que lleva a un individuo a consumirlas.
A partir de ese momento, y teniendo en cuenta que todo ese diálogo se sucede en medio de un apocalipsis zombi mientras el presidente acaba a tiros con las hordas de no-muertos, podéis esperaros cualquier cosa: desde payasos devorados por ciervos parlantes que terminan convertidos en carne picada hasta charlas con la parca pasando por toda clase de estadios intermedios en los que, se entiende, la finalidad es hacernos reflexionar sobre la propia naturaleza de lo que llamamos realidad y la forma en la que nos relacionamos con el mundo.
El fondo es muy chulo pero hay tantísimo ruido que cuesta llegar a él. The Midnight Gospel es una propuesta muy exigente, puede que demasiado. Una opción es cerrar los ojos y solo escuchar, pues es el audio el que provee al espectador de la información más relevante y enfrentarse a todo a la vez (imagen y sonido) a posteriori. El público dirá si merece la pena el esfuerzo y la apuesta de Netflix tiene continuidad.
VALORACIÓN:
Psicodélica, hiperviolenta y existencialista, The Midnight Gospel es una serie de animación para adultos que pide ser vista en pequeñas dosis para reposar sus mensajes. Tiene más miga de la que puede parecer en un principio, pero no es apta para todos los públicos y demanda mucha concentración por parte de espectador.LO MEJOR:
Las extensas conversaciones y el carácter rupturista de la serie. Tiene momentossublimes, a pesar del caos general. Los episodios 5 y 8 despuntan.LO PEOR:
Es tal la avalancha de información y la disonancia entre lo que se ve y lo que se escucha, que llega a producir dolor de cabeza. Es muy desagradable.70
Bueno
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