Crítica de El Pacificador, episodio 6 - El humor antes de la tormenta

Una vez sobrepasado su ecuador, las series de superhéroes suelen ponerse verdaderamente interesantes... Pero es algo que ya pasaba con El Pacificador desde el principio. En su episodio 6, la serie Peacemaker solo ha tenido que mantener el ritmo, lo cual no es poco.

Así, si hay algo que tenemos que destacar de este episodio es el estupendo equilibrio que ha conseguido no solo con las dosis de humor, acción, drama y un pelín de terror, sino también con el tratamiento de los personajes.

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Desde luego, no cabe duda de que las grandes estrellas siguen siendo el propio Pacificador y Vigilante, cuyos diálogos vuelven a tener una chispa divertidísima basada en el humor absurdo. Pero no se quedan atrás en ese sentido personajes como los agentes Sophie y Larry, con una química muy acertada.

Sí, el humor es uno de los puntos fuertes del capítulo 6 de Peacemaker (genial ese arranque en la escuela, con el héroe "enfrentándose" a los niños respondones), pero como decíamos no es la única faceta que brilla con luz propia.

La acción aquí no es tan bestia como en algunos episodios anteriores, pero sí tiene mucha importancia porque juega con la tensión y, sobre todo, con un cambio de rol en algunos participantes. 

En ese sentido, James Gunn, que vuelve a guionizar y dirigir el episodio, se mola especialmente con unos planos ralentizados y musicales que no os podemos mostrar aquí, porque son un spoiler importante, pero que suponen una verdadera pasada audiovisual. De hecho, él dice que este es su episodio favorito de la serie ypor algo será.

Al igual que se nos ha mostrado en el pasado, lo nuevo de HBO Max también intenta que veamos el lado más humano y vulnerable de El Pacificador, pero quizá en este episodio queda más forzado.

Para ello, se usa una escena que sí, es muy bonita en su montaje (y vuelve a demostrar que John Cena es de lo más competente como actor "multifaceta"), pero que quizá es demasiado larga para lo poco que nos quiere dar a entender.

De cualquier manera, no es el tramo del episodio con el que nos quedaremos en la cabeza una vez haya concluido, pues hay otros flecos de la historia que, por ahora, son mucho más interesantes. Está claro que la trama se va desenlazando en dos direcciones muy concretas y algunas de ellas hunden sus raíces en personajes relevantes de DC Comics.

Por supuesto, una de ellas no podría entenderse sin un Auggie supremacista al que da vida estupendamente Robert Patrick. No todo el mundo sabría resultar tan amenazador con un peinado así de ridículo, pero él lo consigue...

El misterio está ayudando a que no sepamos muy bien de qué palo van ciertos personajes, así que jugar con las conjeturas supone buena parte de la diversión que proporciona una serie que, como podréis comprobar, no detiene el pistón por muchos episodios que pasen.

Nosotros seguimos encantados con una serie de El Pacificador que sigue fiel a su irreverencia y a una apuesta por la estilización audiovisual que tiene el sello inconfundible de James Gunn. El clímax final (os recordamos que son 8 episodios en total) está a la vuelta de la esquina y la mezcla de ingredientes imposibles hace prever algo muy, muy pirotécnico...