Crítica de El piloto, Gerard Butler se convierte en un superhéroe volando y en tierra

Al igual que otros actores cercarnos a su generación, Gerard Butler ha pasado de ser considerado un actor atractivo con talento y protagonizar películas de comedia, la gran mayoría de ellas sobre relaciones amorosas, a convertirse en una especie de superhéroe de acción de mediana edad como el Brodie Torrance de su última película, El piloto. 

Pero mientras que Liam Neeson se ha transformado casi en un meme de sí mismo con una saga de películas sobre la complicada relación de un padre y una hija, Gerard Butler prefiere ir cambiando de historias y de personajes, aunque todas sus películas tengan siempre un denominador común: las armas y la violencia. 

Dos ingredientes que, efectivamente, tiene su última cinta, El piloto, que se estrena el próximo 10 de febrero en los cines y que cuenta la historia de un avión comercial con 14 pasajeros que se ve obligado a aterrizar de emergencia en una isla del Pacífico que resultar estar tomada por paramilitares filipinos. 

¿Y cómo van a conseguir salir de esta? Pues utilizando dos talentos claves del cine de acción más tradicional: la astucia y las armas que suelen aparecer mágicamente en todas las cintas en las que matar al enemigo se convierte en un trámite necesario para poder sobrevivir. 

Mucha armas, poca historia 

Si algo de lo que suele pecar el cine de acción lleno de testosterona es de perder la historia, o no darle importancia, a medida que va a avanzando el metraje. Precisamente lo que le ocurre a El piloto, una película que empieza dando la sensación de que va a ser una cinta sobe supervivencia y que acaba convirtiéndose en una especie de festival sobre quién tiene el arma más grande o mata mejor.

Eso sí, teniendo en cuenta que el director de El piloto es Jean-François Richet, el mismo que dirigió películas como Mesrine: Parte 1 y Parte 2, las escenas de acción funcionan a la perfección. Qué pena que por el camino se vaya dejando a los personajes. No hay ni una escena de peleas cuerpo a cuerpo o de encontronazos con los paramilitares que no quiten el aliento. 

Grandes actores del cine de acción que ya solo hacen películas de bajo presupuesto

Pero, el personaje de Gerard Butler pasa de ser un tío encantador con mucho carisma a convertirse en una auténtica máquina de matar en apenas segundos. Lo mismo ocurre con el personaje de Mike Colter, que deja de ser un delincuente al que están extraditando a convertirse en un héroe por hacer lo mismo, por lo que un día le metieron en la cárcel a una escala mucho mayor.

Y otros personajes que podrían resultar interesantes, como el copiloto Dele o la azafata Bonnie, se pierden entre la maraña de armas, disparos y hombres con la testosterona a flor de piel mientras intentan sobrevivir o sacar provecho del aterrizaje forzoso del avión. 

Una película de acción clásica

Aunque El piloto podría parecer un tanto desfasada con respecto a la época en la que se ha estrenado, lo cierto es que recuerda a esas películas de acción más propias de los 80 y 90 en las que lo importante era el protagonista musculado y menos lo que tenía que contar. Aunque siempre había excepciones, como la estupenda Acorralado, conocida como Rambo, de Sylvester Stallone.

En resumen, El piloto funciona perfectamente como película de acción sin más pretensiones. Desde luego nadie se va a aburrir en la sala mientras Gerard Butler lucha por mantener a sus pasajeros con vida, pero puede que dos horas después de haber salido del cine ya no recuerde ni uno de los nombres de los protagonistas. Estreno el próximo 10 de febrero en cines.