Crítica de La red púrpura, la nueva adaptación de Carmen Mola para Atresplayer que continúa a La novia gitana

En Atresplayer tiene muy claro que necesitan colarse entre las grandes plataformas de streaming de nuestro país y, para ello, llevan meses enriqueciendo su oferta de contenidos con lo mejor de la producción nacional. Un buen ejemplo de ello llega este domingo al servicio de transmisión de Atresmedia: La red púrpura. 

Paco Cabezas vuelve a ponerse al frente de esta adaptación de la obra de Carmen Mola que, de nuevo, reúne a su entregada Brigada de Análisis de Casos, que aún tiene trabajo por hacer.

Después de los eventos de La novia gitana, a la B.A.C. no le va precisamente bien, pero eso no impide que la maldad de la sociedad siga requiriendo a estos agentes cuyo trabajo es su vida.

Hoy, en Hobby Cine de Hobby Consolas, te traigo la crítica de La red púrpura, un potente thriller neo-noir que refuerza el catálogo de Atresplayer Premium de este otoño.

Tirando de la manta

La red púrpura continúa directamente los eventos de La novia gitana: la B.A.C. ha sido desterrada a unas dependencias lejos de la vista de nadie relevante y las revelaciones de Vistas al final de la primera miniserie dejaron claro que había un hilo del que Elena Blanco (Nerea Barros) y los suyos pueden tirar.

Hay un claro cambio de paradigma en la inspectora Blanco: sigue obsesionada con el trabajo y encerrada en sí misma, pero ahora tiene un objetivo muy perfilado que hace que busque menos distracciones.

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Cada miembro de la brigada va a tener sus fantasmas en esta ocasión: se llamen dudas, drogas o preocupaciones por cómo se está llevando el caso de La red púrpura.

Sin embargo, los ocho episodios de la nueva serie de Atresplayer dan para mucho en sus 47-59 minutos para que, cada uno de ellos, tenga algo nuevo que ofrecer.

Hacia el lado más impío del ser humano

Si La novia gitana te pareció oscura por momentos, La red púrpura no se queda atrás. La organización que presta título a la serie está metida en todo tipo de situaciones turbias que se puedan grabar: películas snuff, sexo, violaciones, peleas de menores a muerte y, probablemente, también tendrán los programas con los chistes malos de Karlos Arguiñano, pero los malos de verdad.

Salvando mucho las distancias, parte de la trama de La red púrpura se parece bastante, a bote pronto, a Asesinato en 8mm., el thriller de Joel Schumacher protagonizado por Nicolas Cage, Joaquin Phoenix y James Gandolfini.

La serie irá retirando capas del caso como si de una cebolla se tratase y, cada capa que se quita, desvela cuán profundas son las raíces pútridas de esta despiadada organización que tiene sus garras en todos los estratos de la alta sociedad, maniatando literal y figuradamente a los miembros de la B.A.C. en sus funciones.

Todo esto discurre en paralelo a los problemas que Ortuño (Vicente Romero) o Zárate (Ignacio Montes) afrontan a nivel profesional y privado.

En ese aspecto, La red púrpura ofrece bastante variedad sin perder en ningún momento el foco ni desviarse en exceso. Esta falta de paja en los episodios hace que el espectador no desconecte innecesariamente.

Acción dosificada y el humor justo, aunque a veces exagerado

Ante un thriller neo-noir como La red púrpura, sabemos que va a haber acción, pero no a raudales. La serie sabe dosificar cómo y cuándo centrarse en una secuencia de acción y las espacia lo suficiente como para que la investigación, que es el pilar central de todo el meollo, no pierda protagonismo.

También salpican los episodios algunas dosis de humor, frecuentemente con la firma de Ortuño. Por lo general, no es algo que moleste, especialmente en momentos más distendidos, pero en algunos momentos tensos o en un operativo, los chascarrillos tienden a romper el ambiente —ojo, no le quito verosimilitud, que hay gente que es así de oportuna—.

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Lo que he podido ver en los avances para prensa son los cinco primeros episodios de La red púrpura, y lo que te puedo adelantar es que, si te gustó La novia gitana, te va a gustar esta continuación. De hecho, hago mías las palabras de Raquel Hernández en la crítica de la primera serie al destacar el estilo visual de la novela de Carmen Mola, que hace fácil su adaptación al audiovisual.

Si eres amante del thriller español, La red púrpura no va a defraudarte con una historia que, además, revuelve a uno el estómago porque es fácil asumir que hay gente tan repugnante como para hacer las atrocidades que se ven en pantalla. Recuerda, a partir de este domingo, tienes una cita con la B.A.C. en Atresplayer Premium.