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Crítica de She-Ra y las Princesas del Poder - Temporada 3

Jesús Delgado

She-Ra y las Princesas del Poder
She-Ra y las Princesas del Poder Temporada 3 ya está en Netflix. Analizamos tercera temporada del remake animado de la serie de culto de los años 80, pergeñada por Noelle Stevenson, creadora del exitoso cómic de Leñadoras (Lumberjanes).

She-Ra y las Princesas del Poder regresa por segunda vez en 2019. A medidados de este año, Netflix ya estrenó la segunda temporada de la serie, la cual, a diferencia de la temporada 1, fue más breve, ya que redujo en seis el número de capítulos que la componen. 

Este es el cómic de Leñadoras, de la creadora de este remake

Esta temporada 3 de She-Ra y las Princesas del Poder arranca con el regreso de la Tejesombras, tras su caída en desgracia. La hechicera pone a Adora y a sus amigos en el camino de la búsqueda de unas ruinas de los Primeros. Sin embargo, lo que el trío descubrirá en el corazón de Etheria podría suponer el final de la vida y la existencia en el mundo.

Analizamos los seis episodios de esta temporada 3 de la nueva She-Ra. Así es la evolución de un programa, que empezó con muchos claroscuros, ha crecido. Su creadora, Noelle Stevenson (Leñadoras), ha convertido el producto en una serie de animación con entidad, trasfondo e identidad propia.

Cuando el remake evoluciona y crece

Uno de los principales problemas que arrastraba la serie, en sus inicios, era la comparación tanto con la serie clásica de Filmattion como con los cómics clásicos de He-Man y con la serie moderna de DC de Másters del Universo. Su aspecto más blanco y blandito, con una estética que recordaba a Steven Universe estaba lastrando un show entre el fandom más recalcitrante y añejo, que enarbolaba la bandera de la pureza de las esencias para atacar esta versión. Dicho de otro modo, su estética y su enfoque actual no casaba con los valores de un público ya adulto, que creció en los años 80. No así, ojo, con los de la juventud actual.

Sin embargo, al alcanzar su tercera temporada, She-Ra ha madurado, convirtiéndose en un producto con identidad propia, que, tan solo, rinde homenaje a la mitología clásica del personaje, aunque sigue reelaborando y modernizando conceptos propios de la de serie original y de su mundo.

Eso sí, lo hace con un soberano buen gusto y una inteligencia que no hace nada condescendiente esta actualización de héroes, villanos, situaciones e historias de trasfondo. Tanto es así, que nos permite olvidarnos incluso que la serie original se trató en su momento de un spin-off de He-Man (a quien todavía no hemos visto en la serie, por cierto y esperamos ver en algún momento).

Estos son los dibujos animados de nuestra infancia

Los valores detrás de esta maduración del producto son, por un lado, el cambio de formato. Al reducir el tamaño de los episodios, la animación está más elaborada, con un presupuesto menos ajustado. De ahí que el acabado de frames sea muy superior, la animación más ligera y más rica y también se permita unos mejores juegos de luces y colores. En otras palabras, aprovecha muy bien todo lo que se ha ido haciendo hasta ahora, puliendo sus desperfectos visuales en un producto mucho más atractivo al ojo.

Por otro lado, los temas están más claros. Cuestiones como el abandono, el temor, la identidad o la maduración de la personalidad están presentes y son presentados de forma nada condescendiente y sí muy accesible tanto para menores como adultos. De ahí que el show cumpla la función de alcanzar a uno  a otro público.

Cierto es que lo que más se le puede echar en cara es precisamente su poca duración. Los seis episodios saben a poco y el espectador se queda con ganas de bastante más. Quizá en un futuro, si Netflix mete más presupuesto, la serie da para un poco más y, con suerte, veamos finalmente a He-Man aparecer en ella, en forma de oferta de paz a sus más feroces detractores.

Por el momento, solo diremos que la serie va mejorando. Lástima que, por motivos de fechas y de presupuesto y para hacer rentable el producto, haya debido de rebajarse su duración. Con suerte, la cuarta temporada de She-Ra podría ser todo un espectáculo.

VALORACIÓN:

La reducción de episodios mejora la calidad de la animación de la serie, haciéndola mejor en cuanto a forma. Su contenido se aleja del formato de Sábado de la Mañana para desarrollar un fondo más elaborado.

LO MEJOR:

La mejora de la calidad de animación. La profundización de temas. El uso y el aprovechamiento de la mitología original.

LO PEOR:

La reducción de los episodios exige un poco más de trama, ya que seis episodios condensan demasiado el argumento.
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79

Bueno

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