Crítica de Stranger Things 4 Volumen 1 - La serie de cabecera de Netflix ha pegado el estirón

Casi tres largos años han pasado desde que os ofrecimos la crítica de la tercera temporada de Stranger Things. Para entonces, ya había quedado patente que el crecimiento de los actores traía asociados un montón de cambios a la serie: ya no eran niños, así que las tramas necesitaban acompañarles en su viaje y la producción se encarecía también por la subida de su caché.

De modo tal que el paso del tiempo hacía mella en la serie de muchas maneras, delante y detrás de las cámaras. Eso ahora se eleva a la enésima potencia: no solo los problemas de la antigua pandilla se han adaptado, sino que la serie ha pegado el estirón para dar cabida a sus aventuras. 

La producción de Stranger Things 4se ha encarecido hasta los 30 millones de dólares por episodio, por múltiples razones: además de que los protocolos anti-COVID también habrán consumido una parte de los recursos, hay un mayor mimo desde la dirección, se ensanchan las fronteras de la serie con nuevos escenarios y se eleva la apuesta sobrenatural.

Además, la duración de los episodios pasa a ser la de una película para cada uno de ellos. ¿Excesivo? En algunas ocasiones, desde luego que sí. Pero es que además esto irá en detrimento de uno de sus grandes atractivos: consumirla en modo maratón será imposible.

Como bien sabréis ya, la temporada 4 viene dividida en dos atípicos bloques: el viernes 27 de mayo verán la luz siete episodios de una media de hora y cuarto de duración cada uno titulados “El Club Hellfire”, “La maldición de Vecna”, “El monstruo y la superheroína”, “Querido Billy”, “El Proyecto Nina”, “La inmersión” y “La masacre del laboratorio de Hawkins” (este último de 1 hora y 38 minutos).

Si os parecen largos, ojo, porque el 1 de julio se estrenarán los dos restantes (o el volumen 2, si lo preferís) de hora y veinticinco minutos y ¡¡¡dos horas y media!!! respectivamente. El cómputo total asciende a las 13 horas de visionado y será la antesala del desenlace definitivo de Stranger Things, que llegará con el estreno de la temporada 5, previsiblemente el año que viene.

Por cierto, para quienes estéis impacientes y no podáis esperar más, Netflix ha liberado los ocho primeros minutos de "El Club Hellfire", el primer episodio y, os aseguramos que contienen información clave para el desarrollo de la serie. Es uno de los arranques más potentes que hemos visto hasta ahora ya que destaca por su fuerza y crudeza y cambia nuestra percepción de Once (Eleven).

Recapitulemos antes de abordar el contenido de Stranger Things 4: la temporada anterior se cerraba con una pequeña diáspora y con Hopper desaparecido tras cerrar el portal abierto por los soviéticos, aunque una escena postcréditos ya nos daba una pista de que podría seguir vivo.

Joyce tomaba la decisión de mudarse a California con Jonathan, Will y la recién adoptada Once con la idea de comenzar una nueva vida al margen de los horrores vividos en Hawkins como los que eclosionaron en "La batalla de Starcourt" y se saldaron con la muerte de Billy y la pérdida de los poderes de Once tras ser atacada por el Azotamentes.

Nuevos personajes, viejos problemas

La amistad del núcleo central de personajes va a seguir siendo el eje vertebrador de los nuevos episodios: las lealtades, las tiranteces sobrevenidas por la distancia, la necesidad de encajar en un entorno a veces bastante hostil y la complicidad propia de las relaciones de largo recorrido, van a estar más de una vez en el foco de la serie.

Y conformarán la parte más endeble de la temporada, todo hay que decirlo, porque nos llevarán a pasar por un montón de momentos tópicos en los primeros episodios: situaciones de acoso, momentos algo lacrimógenos y pocas sorpresas. 

Entre los nuevos fichajes destacan Eduardo Franco como Argyle, el nuevo mejor amigo de Jonathan, y Joseph Quinn como el rockero Eddie Munson que es además el director del Club The Hellfire de Dragones y mazmorras (Dungeons & Dragons) del instituto de Hawkins al que pertenecen Dustin, Mike y Lucas. Se supone que ambos tienen una función cómica... pero el humor funciona regular en esta temporada.

Stranger Things 4 - Natalia Dyer y Charlie Heaton lo tienen claro: "Llegamos a los por qués, es la mejor temporada"

En términos generales y para quienes estén esperando con ansia ver cómo se desarrolla la trama fantástica, hay que decir que la temporada va de menos a más y que el contenido relativo al Mundo al revés va creciendo en duración e intensidad con cada nuevo episodio.

Quienes esperen explicaciones para cuestiones difíciles de tragar, han de saber que se van a quedar con las ganas. A menudo el guión de Stranger Things 4 opta por "tirar por la calle de en medio" incurriendo en contradicciones o reescribiendo a personajes completamente además de recurrir sin pudor a repetir conceptos exitosos de las primeras temporadas dándoles una vuelta de tuerca.

Los adelantos también han hecho mella: muchos de los mejores momentos nos los han reventado en los tráilers con demasiada antelación, desde el regreso de personajes hasta los momentos álgidos de algunos episodios.

Contar el truco rompe la ilusión

En algún momento, Stranger Things se va a ver obligada a desvelar sus cartas. Como Charlie Heaton dijo a su paso por Madrid para presentar esta cuarta temporada, vamos llegando a los "por qués". ¿Por qué pasa esto en Hawkins? ¿Por qué Once en especial? La cuestión es que nos estamos haciendo viejos para llegar a las respuestas y no hacen más que alargarse en el tiempo.

Entre tanto, hay motivos para disfrutar del viaje, pero también para que nos distraigamos de esos puntos centrales tanto que lo mismo deja de ser una cuestión interesante (¿no empieza esto a recordaros un poco al fenómeno de Juego de tronos? Tenían más enjundia las teorías de los fans, que la historia que nos contaban después).

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Primeras imágenes de Stranger Things 4 (12 imágenes)

Entre los aspectos más decepcionantes de Stranger Things 4 encontramos la aparición de Robert Englund. El actor, que es un firme defensor del género del terror y dio vida al mítico Freddy Krueger desde su primera aparición en Pesadilla en Elm Street en 1984, solo aparece en un episodio y lo hace tan caracterizado que apenas se puede disfrutar de su interpretación. ¡Queríamos más!

Las caracterizaciones son también para echarles de comer aparte: parece que hay como una especie de animadversión hacia los personajes... Se tiende a afear al máximo al reparto. ¡No es necesario que luzcan tan horrendos para ser fieles a la estética de los 80! 

Entre sus fortalezas, como siempre, una selección musical estupenda, una cuidada ambientación y otro villano/criatura llamado Vecna destinado a elevarle las pulsaciones al público. Como sucede a día de hoy cuando reproduces una peli de terror de los 80, no da tanto miedo como en su momento, cuando marcó una época, pero es indiscutible que tiene potencial para colarse en nuestras pesadillas.

El volumen 1 de la cuarta temporada de Stranger Things forma un todo bastante redondito pero también abusa de la paciencia de los espectadores que, a estas alturas y tras tanta espera, se van a quedar con ganas de respuestas más concretas.