Estudio de videojuegos para Nintendo Switch - Análisis de la sencilla herramienta para crear juegos

Inevitablemente cualquier amante de los videojuegos se ha planteado alguna vez la posibilidad de crear sus propios títulos, o por lo menos de cambiar algún aspecto de los juegos que hayan hecho otros. El problema no es la creatividad (estoy seguro de que todos los que estáis leyendo este análisis tenéis un buen puñado de ideas para crear el próximo Zelda, Mario o Metroid). 

El problema del desarrollo de videojuegos es que la puerta de entrada tiene un precio muy alto. Hay que aprender programación y después familiarizarse con el uso de herramientas de creación de modelos 3D, como Blender o 3D Studio, motores gráficos como Unreal o Unity, bibliotecas de texturas, sonidos, interfaz... Todo suena muy complicado (y por eso existen carreras universitarias dedicadas al desarrollo de videojuegos).

Y eso por no hablar del equipo que hace falta para sacar adelante un desarrollo "mediano", sin contar actores, escritores, artistas, captura de movimiento. Lo normal es que del mismo modo que se os haya ocurrido que queréis hacer videojuegos, todo esto os haya desanimado. Para ese tipo de personas, entre los que me encuentro, sin duda, llega Estudio de videojuegos. 

El juego de Nintendo Switch es una herramienta que nos permite realizar nuestros propios desarrollos (en 2D y 3D) sin necesidad de saber programar, sin tener que pelearnos con herramientas profesionales... y sobre todo, es una herramienta que nos enseña.

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Hay otros "creadores de videojuegos" gratuitos para PC y Mac, incluso algunos que funcionan con el navegador... pero ninguno incluye un curso tan divertido para que aprendamos a usar todas sus posibilidades. Aquí podéis ver los mejores programas para crear videojuegos gratis. 

Así que pongámonos en marcha ¿cómo se hace un videojuego para Nintendo Switch con Estudio de videojuegos?

Lo primero que hay que saber es que el juego se divide en 7 lecciones, que son imprescindibles antes de lanzarnos a crear en el editor. La idea es que estos 7 niveles (cada uno de ellos corresponde a un estilo de juego) nos permite crear un tipo de juego. Una vez que los hayamos hecho todos, estaremos preparados para hacer nuestros juegos libremente. 

Hacer videojuegos en 7 lecciones básicas

La primera lección nos ayuda a crear el juego Huída con obstáculos  y tiene una duración de 40 minutos. Sirve para entender los conceptos básicos, como los input (que los personajes se muevan cuando tocamos el mando), la creación de escenarios o la gravedad. Y a partir de ahí vamos a estudiar los juegos en perspectiva cenital con control por sensor de movimientos, un shooter de desarrollo horizontal, juegos de plataformas, aventuras en primera persona, carreras y un plataformas 3D. 

Estas lecciones tienen una dificultad progresiva, y no podríamos decir que se trate de juegos completos, si no más bien de pequeños niveles... pero recordad que se trata de que aprendamos a manejar las herramientas.

Una vez que hemos completado cada una de las lecciones, el juego comprueba lo aprendido con una serie de test que sí resultan un poco más desafiantes, y también más útiles para dominar conceptos un poco "oscuros" como la introducción de valores numéricos para activar secuencias.

Se supone que una vez que lo hemos completado todo, seremos capaces de hacer nuestros juegos, pero ¿cómo se trabaja en Estudio de videojuegos para Switch?

Los nodon y programación por bloques

Cada una de las funciones está convertida en un nodon. O lo que es lo mismo, para que sea más fácil aprender, los objetos, los controles y las variables son "muñecos" con personalidad. Los bloques se colocan en una pantalla de edición y se conectan entre sí; y a partir de ahí se añaden consecuencias lógicas y restricciones. 

Por ejemplo, podemos colocar el nodon de presionar el botón B y conectarlo con un nodon de persona, para que al pulsar salte. Parece más complejo de lo que es en realidad, pero si nos atascamos, podemos consultar cualquier cosa que hayamos aprendido en las lecciones anteriores. Lo mejor es que en cualquier momento, y de forma inmediata, podemos pasar del editor a la pantalla de juego para ver cómo van quedando nuestras creaciones. 

Después de un par de horas, la verdad es que nos sentimos cómodos para crear nuestros propios assets, aunque puede que nos atasquemos y tengamos que esperar a alguna lección para conseguir el juego que nos consagre junto a los Miyamoto, Kojima o Sakaguchi. Recordad que lo mejor de todo es que podremos hacerlo sin necesidad de teclear ni una línea de código. 

Vale, no sabemos programar... entonces, ¿se puede decir que estemos aprendiendo a crear videojuegos? Pues lo bueno es que sí. Esta es una manera visual de entender cómo funciona un videojuego de verdad. Si lo comparamos con Scratch (el programa del MIT para que los niños aprendan programación) la verdad es que hay muchas similitudes. Y ahora tenemos la ventaja de que lo podemos hacer con la consola. 

Crear y compartir

Después de haber completado los 7 juegos iniciales (que se unen a nuestra biblioteca de forma automática) nos encontramos con el problema de que antes de probar nuevos juegos, tendremos que crearlos. Por suerte, también podemos compartir nuestras creaciones y descargar las que hayan hecho otros a través de Nintendo Switch Online. 

Estos juegos se pueden copiar y modificar en nuestra consola (por ejemplo, cambiando los personajes o añadiendo obstáculos) y también se pueden enlazar entre sí, como si fueran niveles de una experiencia más compleja.

El sistema es sencillo, y no hemos tenido ningún problema con el límite de nodon que se puede usar en un mismo nivel... pero si tenemos una idea muy compleja, se puede dividir en fases más pequeñas (liberando así la memoria de la consola) y arreglado. 

Nuestro primer proyecto: Un juego de Star Wars

Para probar de qué era capaz Estudio de videojuegos hemos querido hacer un juego de Star Wars. En este caso, un "shooter" al estilo de Rogue Squadron de GameCube. Determinados aspectos, como el control de la cámara o la recreación del escenario (la trinchera de la Estrella de la Muerte) nos han resultado muy sencillos. Así como el uso de los efectos predeterminados como las melodías y explosiones. 

En un par de horas de trabajo hemos conseguido una secuencia jugable (que podéis ver aquí mismo) y que sirve como ejemplo de las posibilidades de Estudio de videojuegos. También es cierto que no hemos sido capaces de crear cazas Tie (por ejemplo) con inteligencia artificial, y que no hemos podido hacer que las torretas enemigas persigan la posición de nuestro caza (que por el momento es un bloque). Pero no hemos podido dedicarle más tiempo.

En nuestra obra de "demo" hemos usado las texturas básicas que incluye el juego, aunque todos los bloques con una superficie básica se pueden "texturizar" utilizando un editor de imágenes bastante rudimentario. En este caso, se agradece la posibilidad de usar los controles táctiles de la consola o conectar un ratón al dock a través de un puerto USB para que resulte más ágil. 

¿Para quién es estudio de videojuegos?

Estudio de videojuegos es una buena iniciación para el mundo del desarrollo, pero se queda corta en cuanto tratamos de profundizar con mecánicas más elaboradas. No podemos generar animaciones, construir modelos 3D con texturas complejas, componer la música... ni importar assets de fuentes externas (como clips de vídeo o imágenes). 

A lo mejor no tiene recursos (o nodon) suficientes para crear un juego como los que se encuentran en la eShop, pero es un juego estupendo para que alguien dé sus primeros pasos y entienda cómo funcionan algunas mecánicas. En este sentido, resulta mucho más sencillo e intuitivo que -por ejemplo- Dreams para PS4, aunque los resultados no sean tan espectaculares. 

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Que el simpático aspecto de los nodon y su personalidad no os lleve a engaño, entender todas sus mecánicas requiere tiempo y esfuerzo. Desde luego no es un juego para todos los públicos, pero parece perfecto para chavales a partir de los 12 o 14 años que tengan inquietudes de creador... y los resultados son bastante notables.