The Last of Us Parte I es una obra maestra con mejoras para PS5, pero ¿merece la pena repetir?
El análisis de The Last of Us Parte I nos reúne con una obra maestra, 10 años después de su lanzamiento original. ¿Merece la pena volver a acompañar a Joel y Ellie? ¿Cómo ha mejorado el juego y qué echamos en falta? Aquí tienes nuestra review y opinión de The TLOU Parte I Remake para PS5.
Tengo la impresión de que la Naughty Dog que desarrolló The Last of Us para PS3 en 2013 y el estudio que se encargó de The Last of Us parte II en 2020 pertenecen a dos mundos diferentes. Aunque ambos comparten personajes, mecánicas y universo, son dos juegos muy distintos.
La primera entrega, que regresa ahora en un remake para PS5 retitulado The Last of Us Parte I era una aventura de supervivencia excepcional. Lo podéis comprobar en nuestro análisis de The Last of Us para PS3 y en la review del remaster para PS4.
Muchos elementos del juego original pasaron a la secuela. Pero la aventura de Ellie y Abby tenía un mensaje muy diferente. Ya no era una historia de "buenos y malos", sino un mensaje diseñado para incomodar al jugador.
Es un juego muy disruptivo. Hay quienes lo consideran una obra maestra (además de ser el techo técnico de la generación) como podéis ver en nuestro análisis, y también hay jugadores que se sintieron decepcionados por el mensaje, la crudeza y el tono.
Por eso me resulta especialmente interesante regresar al primer juego con este análisis de The Last of Us parte I para PlayStation 5. Su recepción fue casi unánime, pero ¿cómo es regresar al original después de haber jugado la secuela? Y, sobre todo, ¿era necesario un "remake" de un juego que ya tuvo un remaster en PS4?
Vamos a repasar qué aporta, casi 10 años después, la historia de Joel y Ellie, y las mejoras que se han introducido para PS5 (y más adelante PC), tanto en el apartado técnico como en el gameplay.
The Road
La historia de The Last of Us Parte I te arranca las entrañas en los primeros 15 minutos. Es, sencillamente uno de los mejores comienzos que hemos jugado nunca, y a día de hoy, todavía nos pone los pelos de punta. No vamos a hacer "spoilers" por si sois de esos afortunados que vivirán los hechos por primera vez.
A partir de este arranque, cuando da comienzo el fatídico verano en que se reunieron Joel y Ellie, vivimos un viaje intenso y emocional que se desarrolla en dos planos. Por una parte, observamos cómo se construye la relación entre los dos protagonistas: un superviviente que lo ha perdido todo y una niña que nunca experimentó el mundo antes del desastre.
Y en una capa más superficial, es una reinterpretación de obras como The Road, de Cormac McCarthy; una aventura de supervivencia que tiene lugar tras la epidemia causada por el hongo Cordyceps y el fin de la civilización.
En The Last of Us nuestro objetivo es conseguir que Ellie, una niña de 14 años, cruce los Estados Unidos, o lo que queda de ellos, desde Massachusets en la costa Este hasta Utah. Y es un viaje en condiciones extremas.
Las ciudades están abandonadas (y reconquistadas por la naturaleza), y los infectados son una amenaza constante. Por encima de todo, los grupos militares y los demás supervivientes también tratan de acabar con nosotros. The Last of Us Parte I consigue que nos sintamos constantemente en peligro.
TLOU Parte I es un juego que consigue ser bello y crudo al mismo tiempo, y ese estilo único se conserva en el remake para PS5 que hemos analizado.
La construcción del mundo es brillante. No es sólo un logro visual o del modo en que se han escrito cada uno de los personajes, sino que hay una narrativa sumergida en cada una de las pintadas que encontramos en la pared y las cartas que han dejado otros supervivientes.
Es un mundo cuidado hasta el mínimo detalle (incluso la génesis de la infección, el hongo Cordyceps, está basada en las esporas que "zombifican" a las hormigas y otros insectos).
Un lugar tranquilo
The Last of Us Parte I tiene momentos de exploración, de combate y resolución de puzles, pero sobre todo apuesta por el sigilo. Y las fases de infiltración ponen los pelos de punta. La idea es que cada tipo de enemigo requiere un acercamiento diferente.
Los chasqueadores son ciegos, pero tienen un oído muy sensible que nos obliga a acercarnos muy despacio y acabar con ellos de una puñalada (si tenemos dagas en el inventario). Los corredores son más débiles, pero pueden vernos... y los humanos, se comportan como tales.
Como hemos podido comprobar en este análisis y opinión de The Last of Us PlayStation5 no tenemos indicadores visuales que nos avisen de cuándo estamos a la vista.
Pero si que hay una alarma sonora, que crece en intensidad cuando es más fácil que nos encuentren. La IA enemiga es uno de los apartados que se han mejorado en esta entrega. ¿Hasta qué punto se nota?
Pues la verdad es que una vez que nos detectan, los enemigos nos flanquean de un modo muy inteligente, tienen una puntería bastante buena, y se comunican entre ellos. Los infectados también son muy duros, y siguen su instinto asesino hasta el punto en que ser detectados muchas veces se traduce en una muerte horrible.
Pero es verdad que aún nos hemos encontrado con momentos en que no nos detectan aunque estemos a su lado. El veredicto es que este aspecto de The Last of Us Parte I en PS5 es en nuestra opinión mucho mejor, pero aún no es perfecto.
Algunas opciones que sí estaban en la segunda parte, como ocultarnos en la hierba alta no se han implementado en el remake. Entendemos esta decisión, ya que añadir nuevas posibilidades hubiera obligado a rediseñar por completo algunos mapas.
Soy leyenda
No será la primera vez que hayáis leído que los combates de The Last of Us son viscerales, pero ¿qué significa eso realmente? El objetivo es causar un impacto en el jugador, una especie de responsabilidad a la hora de apretar el gatillo. Esto no es una caseta de feria, si decidimos disparar es porque nos estamos jugando la vida.
El sistema de puntería con coberturas funciona muy bien en este sentido, no es tan fácil conseguir un disparo a la cabeza de un infectado, y los tiempos de recarga y la cadencia están ajustados para obligarnos a aprovechar cada bala.
Además, nos encontramos con una serie de humanos que una vez heridos piden clemencia. Nosotros decidimos qué tipo de persona queremos que sea Joel.
Con todo, lo que nos hace apretar los dientes es el modo en que se libran los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Golpear a un enemigo con un bate de béisbol, que se puede romper en cualquier momento o con una tubería a la que hemos equipado clavos es algo furioso y satisfactorio.
Las animaciones, bastante sangrientas, están cargadas de fuerza. Y sobre todo, completan un amplio rango de posibilidades.
Desde acercarnos por la espalda y tomar a un enemigo como escudo humano, apuñalarle o asfixiarle, disparar desde una posición segura, o pelear con garras y dientes cuando no queda otra opción. Cada encuentro está lleno de posibilidades, y la mayoría de ellos se pueden evitar.
El libro de Eli
La basura de un hombre es el tesoro de otro. A lo mejor habéis oido hablar de esta frase, que tiene todo el sentido en un entorno de supervivencia -sé de lo que hablo- y que es igualmente cierta en The Last of Us.
Una de las principales mecánicas del juego es su sistema de "crafting". Es decir, ante la ausencia de recursos, nos encontramos recogiendo piezas con las que fabricar armas (que tienen una durabilidad limitada), botiquines y proyectiles.
En su momento, nos pareció que este sistema se había adoptado de una forma muy ágil; en cualquier momento Joel puede sacar su mochila y fabricar aquello que necesite, y a día de hoy sigue funcionando bastante bien, combinado con la limitación de inventario.
Lo que sí ha cambiado es el sistema de mejora de las armas. Para conseguir que nuestro arsenal tenga cargadores extendidos, mayor alcance, dispersión o cadencia de tiro, debemos recoger herramientas y piezas, que se usan en bancos de trabajo.
Este sistema se ha trasladado en The Last of Us parte I para PS5 directamente de lo que vimos en la secuela. Y nos sigue impresionando. La construcción de las armas es sensacional, y podemos ver cómo Joel limpia el cañón, cambia la culata, o ajusta las piezas con diferentes herramientas (también de guarnicionero para modificar las fundas).
Es un detalle más visual que práctico (porque en la práctica, el sistema del juego original ya era válido) pero está cuidado al extremo.
Las novedades de The Last of Us Parte I en PS5
El remake para PS5 incorpora algunas novedades que no estaban en el original. Lo primero que salta a la vista es el nuevo apartado visual. Es cierto que el remaster para PS4 ya lucía estupendamente, pero en esta ocasión nos encontramos con modelos, animaciones e iluminación que consiguen que parezca un juego "next gen".
En este sentido, el trabajo es más notable que, por ejemplo en Uncharted Colección Legado de los ladrones y el juego luce estupendamente, con cambios artísticos que afectan a la paleta de colores y que a nosotros si nos han gustado.
Se han introducido algunos guiños a Uncharted que no estaban en el juego de PS3, una decoración más realista, y en general se consigue darle aún más credibilidad a este mundo en decadencia.
El "lavado de cara" pasa por tres modos gráficos diferentes: el modo fidelidad alcanza resolución 4K con una tasa de 30 FPS, el modo rendimiento apuesta por una tasa de 60 FPS con resolución 4K dinámica y además podemos desbloquear la tasa de frames y aplicar tasa de refresco variable VRR.
También hemos podido disfrutar durante esta reviews de The Last of Us para PlayStation 5 del sonido 3D, que en un juego como este se agradece mucho. Aprovechamos para volver a destacar la estratosférica banda sonora de Gustavo Santaolalla y el genial doblaje al castellano. Y el uso del Dualsense mejora la experiencia aún más.
Podemos disfrutar de efectos de vibración háptica tanto con nuestros movimientos como con efectos ambientales, como la lluvia (algo muy parecido a lo que nos dejó impresionados con Returnal).
También se usan los gatillos adaptativos para ofrecer resistencia al tensar la cuerda del arco, o mientras nos aplicamos una venda para curarnos, e incluso los sensores de movimiento permiten agitar la linterna cuando se nos apague, en el momento menos oportuno.
Respecto a las mecánicas, como ya hemos dicho hay mejoras en el sistema de personalización de armas y en la IA de los enemigos, pero es esencialmente la misma experiencia.
Y en cuanto al contenido, como ya ocurrió con el remaster, podemos disfrutar de la expansión Left Behind, que completa la historia original y añade un mayor trasfondo al personaje de Ellie, pero a cambio no hay modo multijugador.
Esta edición se completa con extras como la galería de arte, diferentes modos de renderizado, contrarreloj para los speedrunners, comentarios y la posibilidad de cambiar los modelos. Y por último se incorporan más de 60 opciones de accesibilidad, para que lo pueda disfrutar un mayor abanico de jugadores.
¿Merece la pena The Last of Us Parte I Remake para PlayStation 5?
La pregunta que todos nos hacemos, bueno la que vamos a responder ,es si merece la pena The Last of Us Parte I en PS5. Y no es una respuesta sencilla. Si no lo habéis jugado en las dos plataformas anteriores, sin duda es un momento perfecto. Sigue siendo una obra maestra, tremendamente actual y capaz de conmovernos.
En PS5 luce de maravilla, y aprovecha funciones de la consola como la rapidez en los tiempos de carga, el feedback que ofrece el mando Dualsense, y un apartado técnico "next gen" que destaca especialmente por la iluminación y el sonido.
Ahora bien, si ya. lo habéis jugado en PS3 o remasterizado para PS4, la experiencia es exactamente igual. El salto gráfico y los nuevos extras no son suficiente para que os aconsejemos comprar TLOU Parte I tercera vez.
No sólo os sabréis el argumento, sino que cada una de las situaciones dramáticas habrán perdido la sorpresa. Está claro que es un lanzamiento para nuevos usuarios y quizá para esa legión de seguidores que se sume con el estreno de la serie en HBO.
Si dejamos estas valoraciones a un lado, The Last of Us es una obra de arte, y volver a su desarrollo es algo que celebramos, porque la historia de Joel y Ellie va a quedarse con nosotros el resto de nuestra vida.
VALORACIÓN:
A día de hoy, The Last of Us es una obra maestra, y este "remake" para PS5 luce como un auténtico juego "next gen". Hay mejoras en el gameplay, en la accesibilidad y se añaden modos de juego, pero no parece suficiente para repetir si ya lo jugamos en los dos lanzamientos anteriores.LO MEJOR:
Una aventura conmovedora y emocionante, con mejoras técnicas y en el gameplay diseñadas para PS5.LO PEOR:
Sin cambios determinantes en las mecánicas, no cuenta con el multijugador del original.Plataformas:
PS5
Versión comentada: PS5
92
Excelente
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