Logo Hobbyconsolas.com

Review de Runaways, el cómic que inspira la serie de HBO España

Jesús Delgado

Review de Runaways
Runaways, de Brian K. Vaughan y Adrian Alphona, es el cómic que inspira la serie de HBO España. En esta review analizamos el tomo Orgullo y Alegria. Su primera etapa, recogida en único volumen.

Runaways fue una de las grandes series de Marvel de los 2000. Brian K. Vaughn, autor de Saga, ya apuntaba maneras con cómics como su La Cosa del Pantano o su Y, el último hombre, a principios de esa década. De ahí que no nos extrañe que Marvel recurriera a él para lanzar el que sería el gran título de la línea Tsunami, dedicada a captar público joven y eminentemente femenino. 

Y si bien este sello nos dio grandes series como Mística (que esperemos ver algún día reeditado en un único volumen), casi toda la línea fue un fracaso a grandes rasgos. Salvo, claro, el título que nos ocupa y que ha dado pie a la serie de televisión de Runaways, de Hulu y que en nuestro país emite HBO España. 

La premisa de Runaways parte de la ruptura del estereotipo. En cómics, habitualmente hay un mentor o una figura paterna que incita al héroe a abrazar su destino. Llamémosle Jor-El o Martha y Jonathan Kent, llamémosle Tío Ben, llamémosle Jack "Batallador" Murdock... el caso es que su ejemplo y sacrificio inspira a los jóvenes asombrosos a vestir mallas y convertirse en los defensores del bien. ¿Pero qué pasaría si el padre del futuro héroe fuera un maloso? ¿Qué ocurriría sin Wilson Fisk, Kingpin, hubiera criado a Matt Murdock? ¿Y si Lex Luthor y Clark Kent hubieran sido hermanos y hubieran en la misma casa? ¿Y si Oswald Cobblepot, El Pingüino, hubiera sido el padre adoptivo de Bruce Wayne?  ¿Y Octopus de Peter Parker? ¿Hubieran sido héroes igualmente, villanos tal vez, o hubieran huido de casa y habrían consagrado su vida a luchar contra el mal?

Si queréis saber más de la serie de tv de Runaways, no os perdáis la crítica de sus tres primeros capítulos

El cómic de Runaways  parte de la última posibilidad. Un grupo de adolescentes de Los Ángeles descubre que sus adinerados padres (ingenieros, estrellas de cine, empresarios, políticos, etc...) son en realidad un grupo sectario supermaligno, conocido como El Orgullo, consagrado a rendir homenaje a los Gibborim, un grupo de deidades primigenias con apetito por almas humanas y un desprecio paralelo por la especie. Decididos a oponer resistencia, los seis muchachos, hijo de cada una de las parejas que forman el sindicato de villanos, huyen de casa para exponer al mundo la conspiración de sus padres.

Y hasta aquí la sinopsis del cómic. Vamos al turrón, que estamos ante una obra que merece un buen repaso. 

Los hijos de la generación Marvel

Os vamos a decir claramente una cosa: Runaways es un cómic que tenéis que leer, sí o sí. Independientemente de si os gustan o no los superhéroes, o de si el tema adolescente no es lo vuestro. Está soberbiamente escrito, tiene una elaboración tremenda de personalidades, con acentuados contrastes entre personajes, un ritmo interesante (que no rompe la necesidad de estructurarla en arcos argumentales) y un tono excelente tanto para lectores jóvenes como adultos. 

Y es que ya desde el primer momento, saber que está escrito por Brian K. Vaughan nos debería dar una pista de su calidad. De hecho, os invitamos a leer cualquier historia escrita por este señor y ya sabéis que es oro puro, multiterreno y con una característica poco habituales en la lectura de cómics: es atractiva indistintamente del género del lector. De hecho, es una historia que estamos seguros que muchas lectoras disfrutarán enormemente, al no incurrir en los clásicos topicazos de la mayor parte de una producción editorial habitualmente orientada a público eminentemente masculino (y hormonado). 

Dicho esto, Runaways es una maravilla. Su planteamiento huye de las grandes sagas de superhéroes y plantea un escenario ambientado paralelamente a la continuidad marvelita, en donde Los Vengadores existen, pero sus miembros son más como estrellas del Rock, saliendo en noticias y videojuegos, que protagonistas de esta historia, otro valor que la hace muy accesible al público no familiarizado con los súpers.

Pero su mayor punto fuerte se circunscribe a la elaboración de los personajes. Por un lado, los adolescentes de esta historia son tremendamente creíbles. Y aunque se basan en estereotipos (la swj, el atleta, el friki empollón, la gótica, la animadora y la preadolescente), presentan una caracterización bastante óptima. Suenan como suenan los adolescentes de los 2000, se comportan como ellos y tienen sus propias filias y fobias. Esto, igualmente, se traslada al hecho de que (recordemos) son todos de clase alta acomodada, revelando también ese cariz pijo de sus personalidades, que sin embargo no les resta atractivo. 

Esto, a su vez, los contrapone con los miembros de El Orgullo, sus padres, que no son meros villanos de opereta, sino personas "normales" que han decidido llevar por un camino nefasto sus aspiraciones vitales, sin dejar de ser por ello unos progenitores más o menos responsables y cariñosos. Unos buenos padres, vaya. Precisamente este doble lectura enriquece mucho la lectura de Runaways, jugando con el relativismo moral de las acciones de unos y de otros. 

En retrospectiva, podemos incluso sugerir que Runaways es el origen de la fascinación moderna por grupos y héroes adolescentes: Nova, Miles Morales Spider-man, Spider-Gwen, la nueva Miss Marvel, Gwenpool y un largo etcétera de personajes que vertebran la actual generación de héroes marvelitas. 

Ya cambiando de tercio, y hablando del nivel visual de la obra, hemos de señalar que la elección de Adrian Alphona como dibujante de Runaways fue una apuesta arriesgada en su momento, aunque idónea. Alphona bebe de ciertas señas de identidad del amerimanga (una moda malograda de la década en la que se editó esta obra), pero se acerca a otros postulados visuales de la tradición americana, con un estilo propio que recuerda al cartoon menos exagerado, favorecido un aspecto atractivo para el público joven. No en vano, este autor fue "reciclado" para Ms, Marvel, una de las series punteras juveniles de Marvel en la actualidad.

Su narrativa, expresividad, proporciones, expresividad corporal son más que correctas, lo cual le hace ganar muchos enteros al cómic. Si a esto añadimos una narrativa muy limpia, casi cinematográfica, y el trabajo de color de Christina Stain y de Brian Reber, tenemos un acabado excelente para una obra de difícil penetración, pero aún así muy grata.  Y eso ya sin mencionar las portadas de Jo Chen (de quien podéis ver una muestra de su trabajo en la cabecera del texto). Solo diremos que se trata de una colección de 18 portadas sencillamente soberbias.

Cerramos la crítica de Runaways  recomendandoos este cómic. Ciertamente ni el tono ni su estética pueden convencer a los lectores más veteranos, que podrán señalar que "no es un cómic para ellos". Aún así, se trata de una apuesta segura, ya se sea comicófilo de pro o recién llegado a esto. 

Runaways en el tomo Extra Superhéroes 8: Orgullo y alegría

La etapa de Runaways que os comentamos en esta reseña corresponde a la serie original, comprendida en 18 números. Podéis encontrar toda esta primera serie de Runaways en el tomo Extra Superhéroes 8: Orgullo y alegría al precio de 18,00 euros, en un formato de interesante relación calidad - precio. 

VALORACIÓN:

Excelente y revolucionario cómic de principios de los 2000 de Marvel. Sentó la base para un nuevo tipo de público, inspirando la actual línea editorial juvenil.

LO MEJOR:

El guión, el retrato de los personajes y el contraste de adultos y adolescentes, y el metadiscurso generacional. El giro de tuerca final.

LO PEOR:

No es una obra muy conocida y ha quedado relegado a título de culto teen. Su estilo visual, cercano amerimanga no es para lectores clásicos.
Hobby

90

Excelente

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.