3 motivos por los que no puedes perderte Clark, la gamberra miniserie de atracos de Netflix

Hace unos días llegaba a Netflix una de esas series que combinan ficción y realidad de forma sublime. Hablamos de Clark, la miniserie protagonizada por Bill Skarsgård (It: Capítulo 2).

Esta miniserie sueca de 6 episodios sigue las vivencias de Clark Olofsson, un prolífico criminal que es bien conocido por ser a quien se le atribuye el nacimiento del término "Síndrome de Estocolmo".

Clark está subiendo como la espuma en Netflix en los últimos días, a medida que el boca a boca hace su trabajo. Bueno, también hay que decir que el síndrome de Estocolmo pega fuerte en la plataforma, véase casos como el de 365 días...

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Pero Clark es muy divertida, tal y como comenta nuestra compañera Raquel Hernández en su crítica de la miniserie de Netflix. Te vamos a dar 3 motivos para ver Clark:

En primer lugar, su protagonista: Bill Skarsgård está desatado y demuestra que se lo ha pasado pipa filmando la serie. Como se trata de un biopic que se toma un montón de libertades, el actor puede jugar con sus registros a lo largo de los episodios, y Bill Skarsgård es uno de esos actores que mola que tengan libertad.

Un buen segundo motivo para ver Clark es que combina con maestría diversos géneros. Es una serie de atracos, sí, pero esos toques de thrillers se entrelazan con matices de comedia y drama.

Clark también disfruta de un atractivo especial que otras series han conseguido: hace que empatices con un tipo moralmente abyecto. Llega al punto en que el propio espectador es víctima, en cierto modo, de ese síndrome de Estocolmo, y quiere que el protagonista se salga con la suya.

Si eso no es suficiente, tienes sexo, drogas y más palabrotas que en un episodio de Rick y Morty. Así, en plan bonus track de motivación.

Si os gustan las series alocadas con toques de hechos reales, pero sin ceñirse necesariamente a la realidad histórica, Clark os va a hacer pasar 6 horas muy divertidas.