La adquisición de Activision Blizzard podría complicarse tras las presiones de Bernie Sanders y otros senadores, que piden que Bobby Kotick rinda cuentas
Cuatro senadores de Estados Unidos cuestionan la "cínica y oportunista" propuesta de adquisición de Activision Blizzard por Microsoft y piden que se investigue más a fondo si esta transacción podría empeorar la situación de los empleados y eximir de responsabilidad a Kotick. Las cosas se podrían torcer para Microsoft...
La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft podría complicarse aún más. Incluso si aprobara la revisión antimonopolio, la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Comission, FTC) ha recibido presiones para investigar más a fondo el caso, denunciando la escasa responsabilidad que recaería sobre Bobby Kotick.
Los senadores de Estados Unidos Elizabeth Warrern, Bernie Sanders, Cory Booker y Sheldon Whitehouse han escrito una carta dirigida a la presidenta de la FTC, Lina Khan, cuestionando los motivos de Microsoft y las consecuencias negativas que podría tener esta adquisición, pendiente de aprobación.
"Si la FTC determina que la transacción podría aumentar el poder monopolístico y empeorar la posición negociadora entre los trabajadores y las partes del acuerdo, os instamos a que os opongáis", firmaron los cuatro senadores en una carta compartida en su totalidad por Stephen Totilo de Axios (vía PC Gamer).
Los senadores temen que este acuerdo "pueda privar a los trabajadores de hacer oír sus voces" tras años de discriminación, acoso sexual y malas prácticas laborales en Activision Blizzard.
"La FTC debería investigar si las razones por las que estas compañías han fracasado al proteger los derechos y dignidad de sus trabajadores están relacionadas por el poder monopolístico y, de ser así, si esta adquisición empeoraría estos problemas".
Buena parte de la carta gira en torno a la figura de Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard, acusado de haber encubierto estos casos de acoso durante años, lamentando que Microsoft esté protegiéndolo a pesar de que más de 1.800 trabajadores de Activision Blizzard han firmado una petición pidiendo su dimisión.
Temen que Kotick salga de rositas y no rinda cuentas, manteniendo su puesto de CEO hasta 2023 y recibiendo una generosa compensación tras su marcha, un "paracaídas de oro".
"La falta de responsabilidad, a pesar de los inversores, empleados y el público pidiendo que Kotick sea responsable de la cultura que ha creado, sería un resultado inaceptable de la propuesta de adquisición de Microsoft".
Los senadores también cuestionan que la propuesta de adquisición de Microsoft sea "cínica y oportunista", tildando de vagas y ambiguas las promesas de Microsoft de no interferir en los movimientos de sindicalización de los empleados de Activision Blizzard.
Activision Blizzard ha respondido que "Microsoft ha revisado el renovado compromiso y acciones de Activision Blizzard", y señalan que ha reducido el salario de Kotick al mínimo en el estado de California (62.500 dólares en 2022) y no recibirá bonus.
La carta también hace mención a la resolución esta semana de Activision Blizzard con la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) por la que se compromete a destinar 18 millones de dólares a un fondo para compensar a las víctimas.
Una cantidad que, además de ser considerada muy baja, podría dificultar el resto de procesos judiciales que tiene la compañía, incluyendo el del Departamento de Empleo Justo de California.
¿Peligra entonces la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft? Aunque se esperaba que el acuerdo fuera a obtener el visto bueno de la Comisión Federal de Comercio (que debe revisar el acuerdo obligatoriamente), superando incluso las leyes anti-trust, esta presión añadida podría hacer que la FTC sea más estricta de lo esperado, especialmente cuando la administración de Biden ha puesto su interés en reforzar las leyes antimonopolísticas.
Sí hay precedentes de grandes adquisiciones que hayan sido interrumpidas debido a las presiones de la FTC, como ocurrió en diciembre de 2021 cuando la Comisión demandó a Nvidia por su propuesta de compra del diseñador de chiips Arm, que acabó con Nvidia abandonando sus planes.
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