La nueva trilogía de Star Wars siempre ha incluido pequeños y necesarios homenajes a la trilogía original, al fin y al cabo, se trata de nuevas historias a partir de la herencia que Luke, Leia y Han dejaron.
¡ATENCIÓN! Esta noticia contiene información de Star Wars: Los últimos Jedi, si aún no la habéis visto, es mejor que no sigáis leyendo.
En Los últimos Jediuna de las referencias que vimos es el holograma que Leia escondió en R2-D2 en el que le pedía ayuda a Obi-Wan Kenobi, el cual el droide usa para recordarle a Luke quien es y persuadirle para que ayude a Rey. Puede parecer muy fácil incluir este holograma en la película, pero el reto era que tenía que escucharse mal ya que de un momento a otro han pasado 40 años y después de tanto tiempo el vídeo y el sonido se han degradado. Lucasfilm necesitó degradar los resultados para alinear la grabación con la versión anterior. Y a la hora de crear el sonido, el editor supervisor de sonido Matthew Wood explicó como lo hicieron en una entrevista con The Hollywood Reporter.
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"Entonces, en lugar de hacer un proceso digital en él, lo grabamos en una cinta analógica, es posible que la gente ya no sepa qué es eso, pero lo grabamos en ese pedazo de cinta un montón de veces y luego lo arrastramos por la tierra en el Rancho Skywalker. Lo arrugué, lo aplasté, lo arrojé a un lago, lo froté con piedras, lo apreté y lo até a un automóvil y lo conduje", comentó Wood a forma de broma, ya que eso claramente hubiera destrozado la cinta.
Poco a poco descubrimos nuevos detalles de cómo se hizo Star Wars: Los últimos Jedi, pero a partir del 18 de abril podremos descubrirlos todos ya que sale a la venta el Blu-ray de la película con más de 3 horas extras.
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