El monumento a Dobby de Harry Potter se mantendrá en Reino Unido, pero piden a los fans que paren de dejar regalos
Después de sopesar la retirada del monumento a Dobby situado en la playa de Freshwater West, las autoridades han aceptado mantenerlo, pero con una condición.
El amor por la franquicia de Harry Potter permanece muy vivo después de más de 25 años desde que se iniciase la saga de libros escritos por J. K. Rowling.
Los fans demuestran su pasión ataviándose con túnicas de Hogwarts que representan casas como Gryffindor o Ravenclaw, creando torneos modificados de Quidditch o visitando los emplazamientos del mundo real de las localizaciones vistas en las películas de Harry Potter.
Una de las ubicaciones de la saga del joven mago es la playa de Freshwater West en Gales. Se trata del lugar donde Harry y sus compañeros escapan en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - Parte 1, solo para descubrir que Dobby ha sido alcanzado por Belatrix Lestrange.
Después del estreno de la séptima película de Harry Potter, el tráfico en la zona de Freshwater West ha ido en aumento, pero es el propio monumento al pequeño elfo doméstico lo que trae de cabeza a las autoridades.
El cariño de los fans de Harry Potter no beneficia al medio ambiente
Según recoge Nation.Cymru, las autoridades han sopesado la retirada del monumento a Dobby, pero han aceptado mantenerlo a cambio de que la gente se limite a tomarse fotografías.
Una práctica habitual de los fans de Harry Potter es dejar rocas pintadas, calcetines, y otros objetos en torno a la tumba ficticia del elfo doméstico, lo que ha supuesto un trastorno en el ecosistema.
“El monumento a Dobby permanecerá en Freshwater West en el plazo inmediato para que la gente lo disfrute. El fideicomiso pide a los visitantes que solo tomen fotos.
Artículos como calcetines, baratijas y guijarros pintados podrían penetrar en el entorno marino y afectar a la cadena trófica de la vida silvestre”.
Dobby recurrió a medidas equivocadas y peligrosas por su lealtad y cariño a Harry Potter, tratando de que el joven mago no acudiese a Hogwarts en su segundo año. Pero es mejor que los fans no se equivoquen también para demostrar su cariño por el personaje.
Precisamente, Harry Potter y la cámara secreta está a punto de cumplir 20 años: un buen momento para un partidito de Quidditch o para ataviarnos con la túnica de Gryffindor.
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