Desde que se anunció la última película de Christopher Nolan, no hemos hecho más que decir que Oppenheimer era un biopic sobre Julius Robert Oppenheimer, el hombre al frente del Proyecto Manhattan, el creador de la bomba atómica. 

Incluso la cinta ha sido calificada como la película biográfica más taquillera de todos los tiempos, pero para Christopher Nolan Oppenheimer no es un biopic, va más allá de eso, y cree que ahí reside la clave de su éxito.

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El cineasta piensa que el “biopic falla completamente como género” por culpa de una tendencia que se lleva aplicando a la escritura de biografías desde la época de Freud: “atribuir las características de la persona con la que estás tratando a la genética de sus padres. Es una visión muy reductiva de un ser humano”.

Christopher Nolan añadió que un libro de 500 o 1.000 páginas te puedes permitir hacer eso, “hay una forma de equilibrarlo con su individualidad y sus experiencias”, pero no en un guion para una película de 180 minutos como la suya. 

Christopher Nolan dice que Oppenheimer no es un biopic

Por tanto, para Christopher Nolan, el biopic “no es un género útil”, y a él le “encanta trabajar en géneros útiles”. El director define Oppenheimer como una “película de atracos aplicada al Proyecto Manhattan” y un “drama judicial aplicado a las audiencias de seguridad”.

“Es muy útil fijarse en las convenciones de esos géneros y en cómo pueden atraer al público y cómo pueden darme comunicación con el público", añadió Christopher Nolan.

Christopher Nolan aseguró que el largometraje de Oppenheimer no era un biopic del mismo modo que tampoco lo eran Laurence de Arabia ni Ciudadano Kane. Porque el género del biopic no es lo suficientemente consistente como para hacer funcionar un largometraje centrado solamente en ser una película biográfica.