La actriz rememora las disculpas del director cuando le ofreció el papel de Jean Tatlock en el biopic sobre el padre de la bomba atómica.
Oppenheimer es una película enorme, pero tiene muchos papeles pequeñitos. Christopher Nolan ha reconstruido tan minuciosamente como ha podido la vida de uno de los denominados padres de la bomba atómica y se ha rodeado de un elenco excepcional.
La vida de J. Robert Oppenheimer está llena de escalones que el físico tuvo que superar para alcanzar sus objetivos e, incluso entonces, aguardaban más desafíos cuando el arma que ayudó a concebir fue una realidad.
Uno de los elementos destacados de Oppenheimer ha sido el papel de Florence Pugh (Mujercitas, Midsommar) como Jean Tatlock, la amante del personaje de Cillian Murphy que, además, fue un factor clave en el proceso transformador que atravesó el verdadero Oppenheimer.
Por desgracia, en la película, el papel de Jean Tatlock es, desde cierto punto de vista, breve, algo que pudo contrariar a una estrella de la talla de Florence Pugh y por lo que el mismísimo Christopher Nolan se disculpó.
Un papel pequeño pero crucial en Oppenheimer
Fue la propia Florence Pugh quien relató las disculpas de Nolan cuando le ofrecieron el papel de Jean Tatlock en la película. A través de una entrevista con MTV UK realizada antes de que se convocase la huelga de actores, Pugh rememora su determinación por hacer el papel, por pequeño que fuese.
"No sabía qué estaba pasando ni qué era lo que tenía que hacer. Sabía que Chris quería que supiera que no era un papel muy importante, y que entendería que no quisiera hacerlo. Yo dije: 'No importa. Incluso si soy una cafetera al fondo de la sala, hagámoslo'.
Recuerdo que se disculpó por el tamaño del papel. Yo estaba como, 'Por favor, no te disculpes'. Luego dijo: 'Te enviaremos el guion y, sinceramente, lo lees y decides si es… Entiendo perfectamente lo del tamaño'. Esa noche, cuando recibí el guion, dije: 'No lo necesito… sé que lo voy a hacer'"
Incluso con un papel relativamente pequeño, Florence Pugh ha logrado causar sensación en Oppenheimer, especialmente con las escenas de sexo entre Jean Tatlock y el protagonista, que llegaron a ser censuradas de forma muy curiosa en algunos países. Florence Pugh demostró que no hay papel pequeño cuando se es una gran estrella.
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