Dicen que la existencia se basa en ciclos, que después de una etapa de abundancia llega otra de escasez, que la historia se repite. Christopher Nolan y Ridley Scott están dispuestos a demostrarlo con sus películas.

En sus inicios el cine empezó con efectos prácticos, con maquetas y juegos ópticos, hasta que la tecnología avanzó lo suficiente como para permitir que los efectos especiales fueran digitales, por CGI. Pero ahora que dominamos esta tecnología añoramos las bondades de lo real.

¿Por qué Gladiator 2 y Oppenheimer no tendrán CGI?

Directores como Christopher Nolan o Ridley Scott ya han comentado abiertamente que para sus próximos proyectos han decidido buscar soluciones alternativas al CGI, prescindir de pantallas verdes en favor de escenarios reales y sin ningún plano hecho enteramente de forma digital.

Russell Crowe recordó una conversación que tuvo con Ridley Scott cuando rodaron la primera entrega de Gladiator, en un valle con un castillo que el director había mandado construir allí, nostálgicos por saber que el cine iba a dar un cambio, y que pronto dejarían de realizarse así las producciones. Tenían razón, pero con Gladiator 2 volverán a los escenarios reales.

Los mejores maratones de películas, tan largos como imprescindibles de ver

Christopher Nolan tomó una decisión creativa similar a la de Ridley Scott cuando empezó a trabajar en Oppenheimer. Nolan revisó el guion de su película junto con el supervisor de efectos visuales Andrew Jackson, que domina tanto la creación de efectos prácticos como de CGI, y llegaron a la conclusión de que la cinta sería más potente si se prescindía de imágenes totalmente generadas por ordenador.

El próximo 20 de julio llegará a los cines Oppenheimer de Christopher Nolan, y el 22 de noviembre de 2024 se estrenará Gladiator 2 de Ridley Scott, dos esperadas superproducciones que podrían marcar el inicio de este nuevo ciclo cinematográfico, que regresa a los orígenes y se olvida de lo digital.