A lo largo de varias décadas, Sylvester Stallone ha sido una de las estrellas más activas de Hollywood. El cine de acción no sería lo mismo sin las interpretaciones del actor.

Sin embargo, Sly también ha demostrado ser un actor con el que no siempre es fácil tratar. La estrella de Rocky se catapultó a la fama al escribir y protagonizar la primera película del púgil de Filadelfia. Pero antes de subirse al ring, Sylvester Stallone ya había hecho sus pinitos en otros proyectos.

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Si hablamos de rivalidades a lo largo de la carrera de Sly, la que mantuvo con Arnold Schwarzenegger durante más de un cuarto de siglo es la que primero nos viene a la mente, pero no es la única.

En 1974, por ejemplo, el actor y otra estrella que más tarde emergería como galán de Hollywood, Richard Gere, desataron todos los círculos del infierno en el rodaje de Días felices.

El pollo que hizo que Sylvester Stallone lograse que Richard Gere dejase Días felices

En una ronda de preguntas y respuestas en Ain't it Cool, allá por 2006, Sylvester Stallone rememoró la mala relación que él y Richard Gere mantuvieron en el rodaje de la película.

"Sí, la parte original de Chico, que fue interpretado por Perry King, se suponía que sería interpretada por Richard Gere, pero nunca congeniamos. Se pavoneaba con su chaqueta de motero como si fuera el caballero más malote de la mesa redonda.

Un día, durante una improvisación, me agarró, estábamos simulando una escena de pelea, y se dejó llevar un poco. Le dije calmadamente que se relajara, pero él estaba completamente en el personaje y era imposible de tratar.

Luego, en un ensayo en Coney Island, llegó la hora del almuerzo, así que decidimos tomarnos un descanso, y el único lugar cálido era en el asiento trasero de un Toyota. Estaba comiendo un perrito caliente y él se subió con medio pollo cubierto de mostaza con grasa casi goteando del envoltorio de aluminio.

Dije: “Esa cosa va a gotear por todas partes”. Él dijo: “No te preocupes por eso”. Le dije: "Si se pone en mis pantalones, te enteras". Procedió a morder el pollo y un pequeño río grasiento de mostaza aterrizó en mi muslo.

Le di un codazo en la cabeza y básicamente lo empujé fuera del auto. El director tuvo que tomar una decisión: uno de nosotros tenía que irse. A Richard le enseñaron la puerta e incluso hoy, sigue resentido conmigo".

Un rodaje ya es un escenario con mucha tensión, prisas y contratiempos: tener a dos protagonistas enzarzados en una pelea eterna no es algo con lo que los directores quieran lidiar.

Sylvester Stallone y Richard Gere tuvieron gran éxito en sus carreras, pero pudieron echarlas por tierra antes de despegar por su comportamiento en el set de aquella película.