El streaming "está en pie de guerra" por una potencial regulación en Reino Unido, y Netflix amenaza con retirar contenido

Si los varapalos recientes que está sufriendo el sector del streaming no fuesen suficientes, el Parlamento Británico estudia un nuevo proyecto de ley por el que Ofcom, el regulador de comunicaciones del Reino Unido, supervisaría y sancionaría todo contenido "dañino" que ofrezcan los transmisores. Tanto Netflix como el resto de plataformas están en pie de guerra, claro.

La medida busca que el contenido original de las plataformas se equipare al control que reciben las emisiones de los canales de televisión tradicionales, también bajo el amparo de Ofcom.

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El contenido se someterá a escrutinio para "adaptarse a las políticas públicas actuales", pero tendrá valor retroactivo, por lo que afecta a toda película, serie y documental del catálogo de Netflix, Prime Video, Disney+ y cualquier otro servicio de streaming.

Naturalmente, las plataformas se han tomado esta medida muy mal: la variedad es una clave del éxito de los servicios de streaming y esta medida "mutila" en cierto modo esa capacidad de tener una oferta más extensa. Aunque el foco de la defensa lo han puesto en otro punto.

Netflix y los servicios de streaming se defienden en Reino Unido

Tal y como informan en Deadline, Netflix ha argumentado en un documento de cinco páginas enviado al Comité de Cultura, Medios y Deportes del Parlamento Británico que no se debe equiparar a los servicios de streraming con los canales tradicionales por la mera figura del espectador.

Cuando vemos televisión tradicional, corremos el riesgo de toparnos con contenido inapropiado y/o dañino, pero los servicios de streaming ofrecen mecanismos para no sufrir esa experiencia mientras buscamos series o películas.

Netflix también explica que, adecuarse a esas medidas, requeriría un escrutinio continuado de los catálogos de los servicios de streaming, ya que la ley cambia de un día para otro. Disney se ha pronunciado en igual medida, además de Warner Bros. Discovery.

El incumplimiento de esa medida, si la ley entra en vigor, supondría multas de hasta £ 250.000, algo a lo que Netflix, Disney y ningún servicio de transmisión está dispuesto a acceder. De hecho, Netflix ha sugerido que, para ellos, es más rentable eliminar contenido de forma preventiva que afrontar una sanción por parte del organismo controlador.