Tras varios meses anunciándose, finalmente Netflix ha puesto en práctica el uso limitado de cuentas compartidas en sus usuarios sin pagar un implemento de la tarifa por ello. Se acabó una época con la plataforma.

Para ello se restringe el acceso de aquellos perfiles conectados a una red WiFi que no corresponda con el hogar al que está asociada la cuenta de Netflix, teniendo que, o bien pagar un suplemento, o directamente crearse una nueva cuenta que se asocie a otro hogar.

Así pues, se acaba con una de las principales premisas de Netflix, que no era sino compartir cuenta entre diferentes hogares para pagar a medias el precio de la tarifa escogida y que saliera el plan más económico.

Ahora solamente podrán compartir cuenta aquellos usuarios que estén suscritos al plan Estándar o plan Premium de Netflix, limitando el número de suscriptores extra a uno y dos respectivamente. Todo esto a un precio de 5,99 euros por cada suscriptor adicional.

Es decir, que el plan Estándar se puede quedar a un precio de 18,98 euros al mes si se decide incorporar a otro usuario que no forme parte del hogar principal. Mientras que la tarifa puede ascender a la friolera de 29,97 euros al mes si se opta por incorporar a dos suscriptores extra en el plan Premium. Un precio demasiado elevado si lo comparamos con las tarifas del resto de plataformas.

Debido a estos drásticos cambios, no han sido pocos los usuarios que han optado por darse de baja en Netflix y quedarse con otras plataformas más económicas. No obstante, también están aquellos que han decidido pasar por el aro y seguir con Netflix para poder disfrutar de sus películas y series favoritas aunque ya no puedan compartir cuenta como antes.

¿Merece la pena pasarse al plan con anuncios de Netflix o es mejor añadir a otro usuario?

Actualmente las tarifas de Netflix se dividen en cuatro planes diferentes: plan Básico con anuncios (5,49 € al mes), plan Básico (7,99 € al mes), plan Estándar (12,99 € al mes con la posibilidad de incorporar un suscriptor extra por 5,99 € adicionales al mes) y el plan Premium (17,99 € al mes con la posibilidad de añadir hasta dos usuarios por 5,99 € adicionales al mes por cada suscriptor extra).

Si nos centramos en el tema económico, sin duda el plan Básico con anuncios resulta mucho más rentable que añadir un suscriptor extra en cualquiera de los dos planes de Netflix en los que se permiten agregar usuarios.

Sin embargo, hay que tener en cuenta la calidad de los planes de Netflix, pues el plan Básico con anuncios, además de incorporar cortes publicitarios, no dispone de todo el catálogo que cuenta el resto de planes, por lo que puede merecer más la pena gastar un par de euros más y pasarse al plan Básico sin anuncios.

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Además, si sois de los que queréis ver las películas y series de Netflix en una buena calidad de imagen, como mínimo habría que pasarse al plan Estándar. Si se añade a un suscriptor extra en la cuenta y se paga entre los dos la tarifa al completo saldría por un precio de 9,49 euros al mes (o más barato si se tiene a más gente en el hogar principal con la que repartir el gasto).

Al final está en manos de cada uno decidir qué plan de Netflix le resulta más rentable en función de la situación en la que se encuentre. ¿Optarás por pasarte a otro plan más barato o directamente migrarás a otras plataformas de streaming?