En plena batalla con Arnold Schwarzenegger por ser la mayor estrella de acción de Hollywood, Sylvester Stallone encontró un filón en dos personajes, Rambo y Rocky. Su papel en la saga pugilística que él mismo creó ha sido uno de los mayores referentes en su carrera y, de hecho, lo sacó de la miseria en los años 70.

Corría el año 1982 cuando Sylvester Stallone ya había convertido a Rocky Balboa en campeón mundial de los pesos pesados. El personaje se había enfrentado en dos ocasiones a Apollo Creed e iba tocando encontrar un nuevo rival. Sería Mr. T y su implacable púgil, Clubber Lang, quien pondría las cosas difíciles al Potro Italiano en la tercera película.

Las mejores tablets actuales por rango de precio

Si estás pensando en comprar una tablet para disfrutar de contenidos multimedia o trabajar lejos de un ordenador de sobremesa o de tu portátil, en esta lista encontrarás las mejores tablets de 2020 por rango de precio.

Consulta la lista

Sly también tenía sus propios desafíos, como mantener al mínimo su grasa corporal para demostrar a cierto campeón mundial de fisicoculturismo que él también podía ser un titán en la gran pantalla.

Por ello, el actor se sometió a una implacable dieta durante el rodaje de Rocky III que terminó por cobrarse su coste con el bueno de Sly.

Una dieta que destrozó a Sylvester Stallone

Tal y como el propio actor de Rocky relata al Wall Street Journal, su dieta durante la producción de Rocky III consistía exclusivamente en atún, galletas de avena y café. Sly también destaca las terribles consecuencias de esa decisión en su propia salud.

"Solía tomar alrededor de 25 tazas de café al día cuando estaba haciendo Rocky III. Mi desayuno completo consistía quizás en dos galletas de avena hechas con arroz integral y 10 tazas de café porque quería mantener mi grasa corporal en un 2,8 %. Y solo comía atún.

Me olvidaba de mi número de teléfono. Mi memoria se fue al traste por completo. Surgieron todo tipo de efectos físicos debilitantes. Pero fue por la causa".

Muchos actores han llevado al límite su compromiso con las películas hasta el límite de poner en riesgo su propia salud. En temas de peso, es fácil que Christian Bale sea uno de los primeros que nos venga a la memoria.

Rocky III fue un éxito y Sylvester Stallone continuó con la saga y con su rivalidad con Arnold Schwarzenegger, asumiendo nuevos riesgos que no implicaban una sobredosis de cafeína.