La escena más icónica de Rocky era bien distinta en la idea original de Sylvester Stallone, pero se dio cuenta de sus limitaciones

Por increíble que parezca, ni siquiera una leyenda del cine de acción como Sylvester Stallone es perfecto. El actor que dio vida a Rocky Balboa y John Rambo se ha caracterizado por su condición física, su carisma, y su honestidad ante las adversidades.

Stallone dio un puñetazo encima de la mesa con el estreno de Rocky (1976), la icónica cinta dirigida por John G. Avildsen, que ganó 3 Oscars en la edición de aquel año, y dio pie a numerosas secuelas.

Son muchas las virtudes de la primera Rocky. Sin embargo, si tuviéramos que quedarnos con una escena, sin duda esa sería la del entrenamiento del Potro Italiano.

Rocky nos regala momentos impagables, como su interminable sprint o el entrenamiento en el matadero, antes de llegar a lo más alto del Museo de Arte de Philadelphia.

Pero seguro que no sabías que aquella legendaria escena hubiera sido muy diferente... si Sylvester Stallone tuviera la capacidad física necesaria. Sí, era una tarea imposible hasta para el reputado actor.

Stallone quería a Butkus en la secuencia

No es la primera vez que hablamos de Butkus, el inseparable amigo de Sylvester Stallone. Antes del estreno de Rocky, el actor tenía un perro, al que cuidaba cada día pese a su situación de pobreza casi extrema.

Sin embargo, un buen día tuvo que vender a Butkus, ya que era incapaz de darle de comer por su difícil situación. Afortunadamente, el destino volvió a juntarlos (aquí puedes saber cómo).

Ya con Butkus de nuevo a su lado, Stallone quería hacer un cambio crucial en la escena de entrenamiento de Rocky.

La idea de Sly era que Butkus participase más activamente en la escena. No solo le acompañaría en su carrera, sino que Rocky cogería a su perro en brazos mientras subía las escaleras del Museo de Arte de Philadelphia.

''¿No sería genial si estoy entrenando y agarro a mi perro Butkus, que pesa alrededor de 120 libras, y subo corriendo los escalones? Tal vez eso sea genial. Será diferente. Será increíble. Y luego, al final, Rocky podrá correr con el perro y mostrar lo fuerte que es''.

La idea era muy buena, pero Stallone no era capaz de cargar con su perro (de más de 50 kilos) mientras subía las empinadas escaleras del museo.

''Empecé a correr y, después de unos cuatro pasos, me di cuenta de que no iba a poder llevar a mi perro, a menos que se transforme en un chihuahua. Estoy en un gran problema, pensé''.

Sylvester Stallone tuvo que renunciar a Butkus para esta escena, y finalmente obtuvimos la escena que todos conocemos. Sin embargo, el bueno de Sly pudo rescatar la idea para una de las secuelas.

Schwarzenegger vs. Stallone: una rivalidad más allá de la gran pantalla

Fue en Rocky Balboa, sexta y última parte de la saga principal. La secuencia de entrenamiento incluye a un perrete más pequeño, y sí que muestra el levantamiento del can en lo más alto de las escaleras. Misión cumplida (pero no con Butkus).

¿Conocías este ligero cambio para la escena de entrenamiento de Rocky? Una pena que Sylvester Stallone no pudiera cumplir su deseo, pero, eso sí, a partir de ese momento jamás se separaría de Butkus.