Ya lo habéis leído en el titular, la nueva saga de Dragon Ball Super se me está haciendo larga, sin más, y eso no habla demasiado bien de cómo se está enfocando este quinto arco de la serie. La premisa de estos nuevos episodios era ambiciosa, con más de 80 luchadores de diferentes universos enfrentados en un mismo escenario. Una suerte de Battle Royale que se antojaba emocionante, épica, imposible y... ¿eterna?
El gran reto, ¿fallido?
Un formato de torneo, a priori imposible, porque veníamos arrastrando serios problemas de animación con sagas, de por sí, mucho menos exigentes técnicamente que la que nos ocupa. ¿Cómo dar un salto de calidad tan grande en tan poco tiempo, sobre todo teniendo en cuenta las fechas de entrega inhumanas de los animadores? Era un plan atrevido, y está saliendo bien a medias, todo sea dicho.
Hay un factor determinante que cualquiera que se ponga un episodio puede apreciar. Toei Animation ha conseguido mejorar considerablemente el nivel y la consistencia de la animación y el arte en este arco, el cual está a años luz de los primeros episodios (y de la saga de Golden Freezer, ni os cuento). Además, se ha recuperado la espectacularidad de antaño perdida, algo que entronca directamente con un mejor nivel de animación, una trama más seria y un héroe, Son Goku, menos payaso (porque vaya inicio de serie, que parecía sacado de una sitcom barata).
Ahora bien, en escasísimas ocasiones tengo la sensación de estar viendo una Battle Royale creíble, con decenas de luchadores compartiendo plano en la arena, y esto es grave si tenemos en cuenta que era la idea nuclear de la saga. Puede que suene exagerado, pero si me dijeran que los guerreros están combatiendo en diferentes islas a la vez, separadas por kilómetros unas de otras, me lo creería. Pese a todo, Toei intenta dar credibilidad al formato con explosiones puntuales a lo lejos, pero al menos a mí, no me "engañan". ¡Ah! Y me estoy empezando a cansar.
¿Queréis empezar ya o qué?
¿Que por qué me estoy empezando a cansar? Porque se está estirando el chicle de esta saga desde el primer episodio. Para ponernos en situación, este arco comenzó con el episodio 77 el pasado 5 de febrero y terminará en marzo de 2018, un año después. Sí, no es algo extraño en absoluto, pues hay otras series, incluso ya lo vimos en Dragon Ball Z, donde una sola saga podía llegar a durar años.
De hecho, a mí me gustan las sagas largas, y también las cortas, pero siempre que estén bien ejecutadas y no me transmitan sensación de trama forzada. Y lo siento en el alma, pero la quinta saga de Dragon Ball Super me está pareciendo forzadísima, no así aburrida.
Ya de entrada comenzamos con un primer torneo de exhibición, el cual se postulaba como una primera baza de relleno, pero es que no fue nada comparado con el reclutamiento, a veces soporífero, de los luchadores del Universo 7. Vamos, 19 episodios de idas y venidas antes de comenzar la saga de verdad, el inicio del Torneo del Poderen el episodio 96, casi nada.
Ni siquiera el prólogo del Great Saiyaman en la saga de Majin Buu fue tan extenso (8 capítulos). Además, la sensación es más tediosa cuando recuerdas que... ¡la saga de Goku Black terminó en el capítulo 67! Luego hemos tenido un " relleno" de 9 episodios y un "falso de relleno" de 19. Es demasiado.
Los fantasmas de Namek regresan
En las últimas semanas ha sido inevitable encontrarme en la red comentarios como... "A este paso, el Torneo del Poder va a ser peor que los 5 minutos eternos de Namek". Vamos a tirar de números, así de paso aprendemos todos juntos algunos datos.
En el capítulo 97 de Dragon Ball Z se inició el ultimátum de Freezer con su Bola Mortal, y no fue hasta el episodio 106 cuando estalló Namek, esto es, 9 episodios en total emitidos entre el 3 de julio y el 4 de septiembre de 1993. Nosotros, en España, pudimos verlo en la televisión en unas dos semanas, pero los pobres japoneses tuvieron que esperar 2 meses para dar carpetazo a esos 5 minutos de reloj namekiano.
Vamos más allá, y desemboquemos en la saga de Majin Buu. ¿Sabes cuántos episodios transcurrieron entre el inicio del torneo y la derrota del monstruo de Babidí? 78 capítulos, desde el 208 hasta el 286. Más interesante aún es esta pregunta. ¿Sabes cuánto tiempo real transcurrió en ese intervalo? Poco más de 72 horas, 3 días que empezaron a emitirse en Fuji TV en 1993 y que no terminaron hasta finales de 1995.
Como veis, el problema no reside en que una trama o un momento sea largo o corto, si no en la fluidez argumental. Si bien la saga de Majin Buu puede parecer larga en el ámbito numérico, es realmente llevadera por la cantidad de giros de guión, escenarios y viajes que se suceden. Sin embargo, con el Torneo del Poder parece que luchamos por seguir, por avanzar, y no me niegues que no te has preguntado hasta el momento cuándo se terminará.
Es más, seguro que pensaste que el torneo se acercaba a su fin con el episodio 110 en el que se despertó el Ultra Instinto (Migatte no Gokui) de Son Goku. Nada más lejos de la realidad, en aquella ocasión estuvimos ante un falso clímax, pero la semana pasada estuvimos ante un segundo falso clímax con el episodio 116, y aquí es donde radica el problema de todo esto, aquí es donde nos apabullan los fantasmas de Namek.
Forcemos la historia reinventando conceptos
¿Cómo forzar y estirar la trama, una y otra vez, en el Torneo del Poder que ya de por sí dura 48 minutos? Primero, con la idea de dividir en diferentes zonas a los luchadores, focalizando los episodios en parejas de guerreros y matando así, aparte del efecto Battle Royale, dos pájaros de un tiro: se esconden las limitaciones de la animación y se ralentiza el tiempo real del torneo.
Pero no solo esto, si no que para alargar el argumento también se sacan de la manga nuevas teorías que, obviamente, ya las tenemos que dar como oficiales. ¿Como cuál? Un saiyan recupera todas sus fuerzas y resistencia descansando, aunque se haya quedado al borde de la muerte. Este concepto es claramente novedoso, pues cuando un guerrero se quedaba moribundo en el pasado, bien se recurrían a las semillas senzu, bien al buenazo de Dende. Ahora no. Si te han fulminado y estás al límite de tus fuerzas, tranquilo querido saiyan, descansa unos minutos que pronto estarás bien.
Además, y esto también lo han metido con calzador en la saga, si estás en ese proceso de recuperación y luchas contra alguien muy fuerte, véase Goku bajo mínimos físicos frente a Kale y Caulifla, que no cunda el pánico. Luchar contra seres tan poderosos te motivará de tal manera que tus fuerzas se regenerarán de nuevo rápidamente. Así, hemos visto pasar a un Goku en estado base, derrotadísimo, a un Super Saiyan Blue x Kaioh Ken. Es una locura, que ya os digo, ahora es oficial (en mi opinión, por la inercia de alargar todo en demasía).
Y debido a estos sucesos, nos encontramos en el Torneo del Poder con el factor déja vu, con una repetición constante del siguiente patrón.
Clímax 1 - Goku alcanza el Ultra Instinto contra Jiren, pero es derrotado al no dominar dicho estado y tiene que recuperar sus fuerzas descansando.
Clímax 2 - Goku se recupera luchando contra Kefla hasta alcanzar el Ultra Instinto y derrotarla, pero no domina el estado y se queda de nuevo como al principio.
Es muy repetitivo, y nos queda saga hasta marzo.
¿Un pobre torneo puede ser notable?
Y ahora pensaréis. ¿Cómo puedes hablar así del Torneo del Poder si luego analizas los episodios y les pones un 70 u 80 como nota final? Porque una cosa es la sensación global que te transmite el arco, como un todo conjunto, y otra muy diferente analizar un episodio por separado, pues puede funcionar muy bien (o muy mal) como elemento único.
Con el episodio 110 muchos de los fans, entre los que me incluyo, volvimos a recuperar emociones que habíamos vivido en el pasado, como el primer despertar del Super Saiyan. A todos nos pilló por sorpresa que el Migatte no Gokui llegara a ser tan impactante, con un Goku frente a Jiren que muchos episodios de Dragon Ball Z hubieran querido firmar. He vibrado con Kefla, la primera fusión femenina de las dos guerreras más poderosas de la obra, y he presenciado uno de los Kame Hame Ha más alucinantes de la historia.
Una verdadera pena que con todos estos grandes momentazos no me pueda quitar de la cabeza... que están alargando esto demasiado... que hay alguna mitad de episodio vacía, sin avance alguno... que mañana vuelve Ribrianne... que podrían haberlo cerrado todo, bien en el capítulo 110, bien en el 116... que hasta marzo aún nos queda saga por delante pese a haber vivido ya dos supuestos clímax. Simplemente no me puedo creer que aún falten 17 minutos de torneo y ya esté cansado.
Os aseguro que tenía muchas ganas de volver a escribir un artículo de opinión de Dragon Ball. Disfruto mucho con las noticias diarias, adoro escribir los reportajes esporádicos y me lo paso en grande grabando los programas de Dragon Ball Super Collection y Síntesis Z, pero con el blog... Hablar sin tapujos y vaciarme sobre cualquier tema de la obra es un regalo, y no siempre es fácil, como en el día de hoy. ¡Kai, Kai!
Descubre más sobre Antonio Sánchez-Migallón, autor/a de este artículo.
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