Antes de parir la serie de animación más exitosa de todos los tiempos, Matt Groening hizo sus pinitos en una tira cómica que tampoco fue corta.
Si mencionamos a Matt Groening sin aportar contexto a la conversación, lo más fácil es que tu cerebro piense en Homer, Bart, Maggie, Marge y Lisa Simpson. Los protagonistas de Los Simpson llevan, inevitablemente, el vínculo con su creador grabado a fuego.
Lo mismo sucedería con los personajes de Futurama o, más recientemente, de (Des)encanto, su última serie para Netflix. Pero ninguna de esas dos series es la que nos trae hoy aquí: Los Simpson sí.
Ha llovido mucho desde aquel mes de diciembre en el que Fox comenzó a emitir la vida de la familia amarilla más famosa de Springfield y, más de tres décadas después, aún sigue en emisión con 36 temporadas confirmadas y una base de fans que ya abarca varias generaciones.
Los vientos de cambio pueden haber hecho menos atractivas las últimas temporadas de Los Simpson a ojos de los fans más veteranos, pero la capacidad de enganchar a las nuevas generaciones, y a buena parte de su fandom m´s fiel, sigue intacta.
Pero nos estamos desviando. Mucho antes de que Homer Simpson y su familia cobrasen vida en los bocetos de Matt Groening, el creador de la serie apuntaba maneras con un proyecto clave: una tira cómica titulada La vida en el infierno.
El Matt Groening más íntimo
Esta sátira del creador de Los Simpson fue presentando poco a poco elementos que, años más tarde, saltarían a la pantalla con adaptaciones para conformar la serie que catapultó a la fama a Groening.
La historia sigue a dos conejos antropomórficos, Binky y su novia, Sheba, además de Bongo, quien se da a entender que puede o no puede ser hijo de ambos. También están Akbar y Jeff, que eran hermanos o pareja según le viniera el aire a Matt Groening y que, en esencia, son dos clones rarunos de Charlie Brown.
La tira exploraba muchos elementos que, posteriormente, Matt Groening también tocaría en Los Simpson, pero también profundizaba mucho más en temas como la sexualidad, la muerte y aspecto de la filosofía nihilista.
Groening comenzó a autoeditar La vida en el infierno en 1977, más o menos cuando un tal George Lucas estrenaba Star Wars. Además de repartirla entre sus amistades, Matt Groening vendía su tira cómica en la tienda de discos en la que trabajaba en Sunset Boulevard.
La vida en el infierno era un trabajo muy personal que, poco a poco, captó la atención de publicaciones más importantes, aunque Matt Groening tuvo que suavizar un poco el tono de los elementos más obscenos de estos "adorables" conejitos.
La chispa que dio pie a Los Simpson
Vale, pero ¿cómo influyó La vida en el infierno para que, sin ella, no existiese Los Simpson? Vamos con ello ahora mismo.
Ya en la década de los 80, un tal James L. Brooks buscaba contenido para el programa de variedades que había cocreado junto con Jerry Belson, Ken Estin y Heide Perlman: El show de Tracey Ullman.
Fue entonces cuando llegó a sus manos una de las tiras cómicas de La vida en el infierno, por lo que se puso en contacto con Matt Groening con la esperanza de que crease una adaptación en cortos que se emitiesen entre los espacios del programa.
Cuando Groening y Brooks se reunieron, el dibujante optó por dar forma a una singular familia que, aunque mantenía el estilo de los conejos de La vida en el infierno, era completamente nueva.
A James L. Brooks le gustó la idea y Matt Groening creó 50 cortos de Los Simpson para El Show de Tracey Ullman. Pero nunca fue suficiente para una audiencia ávida de más vivencias de la familia amarillas.
El 17 de diciembre de 1989, Fox emitía Sin blanca Navidad, el primer episodio de Los Simpson y, bueno, como suele decirse, el resto es historia de la televisión. La serie lleva 35 temporadas emitidas y ya se trabaja en la 36.
Pero Matt Groening no se olvidó de Binky, Sheba y compañía. La vida en el infierno siguió publicándose hasta 2012, con presencia en más de 200 periódicos de Norteamérica.
Las alusiones a los personajes en Los Simpson son frecuentes para quienes conocen las historias de La vida en el infierno, una historia que puede afirmar con orgullo que fue el germen de la serie de animación más exitosa de todos los tiempos.
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